Su amante la estrangula en el acto sexual

El esposo de la víctima llevaba dos día buscándola. Los detectives le informaron que la asesinó su acompañante en un motel vía La Concepción. Una prima escuchó en las noticias la descripción de su familiar y acudió a la morgue forense a reconocerla

Los familiares de Alexida González, de 36 años, terminaron su búsqueda en la morgue. La mujer no regresó a su casa el pasado domingo luego de salir a tomar con unas amigas. Una prima escuchó en la radio cómo el locutor describía a su pariente y su «tatuaje de búho en la espalda», informó un oficial.

A González la encontraron, el pasado domingo en la noche, los vigilantes en la habitación 8 del motel El Bosquesito, parroquia San Isidro. «Sospecharon que algo ocurría por las grabaciones de la cámara», dijo un policía. El homicida, aún por identificar, luego de cometer el asesinato salió del cuarto y encendió un cigarrillo esperó que los vigilantes se distrajeran y corrió.

Al notar la actitud sospechosa, los de seguridad tocaron la puerta de la recámara, nadie salió y ellos entraron. A Alexida la encontraron boca abajo, desnuda «con su blusa en el cuello», la estrangularon. Avisaron a la Policía científica y resguardaron la escena.

Los detectives al llegar tomaron muestras de fluido que aún permanecían en su cuerpo y verificaron los documentos que utilizaron para registrarse. Ambos eran falsos. Trasladaron el cadáver hasta la morgue a la espera de un familiar. Los detectives presumen que la asesinaron durante juegos sexuales.

Su prima llegó ayer luego de escuchar las noticias. «Preguntó por ella y la describió con el tatuaje cuando la vio confirmó lo que sospechaba», detalló un detective. Una hora después el esposo de la víctima llegó a la morgue para iniciar el trámite para el velatorio. No quiso dar detalles. Solo sabía que su mujer había muerto.

Los funcionarios investigan el crimen sin descartar ninguna hipótesis. Allanaron unas residencias en búsqueda del sospechoso, no lo localizaron.

Los familiares dijeron en los interrogatorios que González sí compartió con sus amigas «pero luego desapareció». Desconocen quién pueda ser su homicida y si mantenía una relación desde hace tiempo con él.

 

Paola Hernández/La Verdad