Se sale de la mafia y lo liquidan de seis balazos

La Policía investiga el crimen como una venganza. La familia defendió su reputación. No tenía problemas y trabajaba mucho para atender a sus hijos. Docena de curiosos observaron cómo William Molero (40) se desangraba en la avenida principal de La Concepción

Justo cuando regresaba de llevar a su hijo al colegio dispararon seis veces contra Wílliam Molero (40). Su cuerpo se desangró sobre su Yamaha blanca tipo paseo, en la avenida principal de La Concepción, en el municipio Jesús Enrique Lossada. La Policía informó que la víctima pertenecía a una banda, quiso retirarse y ordenaron su asesinato.

Dos motorizados interceptaron a Molero apenas se retiró unos metros del colegio Cristóbal Mendoza. A las 7.30 de la mañana, los vecinos escucharon las detonaciones y segundos después gritaban por el cadáver en la vía pública. Los homicidas huyeron. Hasta ahora no hay rastros de ellos.

A la víctima ningún curioso se atrevió a auxiliarla, aunque la sede del Seguro Social se ubica a unos metros. Permaneció con la motocicleta entre las piernas y los brazos extendidos hasta que llegó la Policía.

Los funcionarios de la Policía científica inspeccionaron el área. Lucharon con los curiosos para alejarlos. En el pavimento solo encontraron tres casquillos de balas.

Los Molero llegaron alterados al lugar y exigían acercarse al cuerpo. Los detectives le prohibieron el paso.

Uno de los hermanos comentó que Molero trabajaba como perforador de pozos petroleros en una contratista y lo describen como un hombre trabajador. Sin embargo, uno de los allegados le comentó a los investigadores: «Ese señor estaba en una banda que robaba cables de cobre, pero estaba regenerado y como venganza de haberse salido de ese mundo, lo mataron».

 

Jhon Briceño/La Verdad