Se les congeló la bombona y les explotó a quemarropa

morgue

“¿Cómo uno puede vivir con algo así?, yo vi a mi esposa luchar por su vida, tenía el 75% de su cuerpo quemado, sus dedos estaban en el puro huesito, tras la explosión perdí a mi familia, la casa quedó parcialmente destruida e inhabitable, ahora vivimos en casa de vecinos, tengo una niña de 11 meses que perdió a su mamá, ¿cómo se recupera uno?”, señaló Emer Infante, familiar de las víctimas.

El pasado 21 de septiembre integrantes de la familia Ramírez se encontraban cocinando en su casa ubicada en el primer plan de La Silsa. En el grupo se encontraban Leander José Ramírez de 12 años, su tía Irismar Ramírez de 23, el abuelo del niño y un vecino de ellos identificado como Fausto.

En la parte alta de la casa, en una cama estaba una bebé de 11 meses de nacida. Cuando se acabó el gas fueron a cambiar el cilindro y observaron algo: la bombona comenzó a congelarse, una capa de hielo cubrió la válvula, no les dio tiempo de nada, de pronto el gas que les servía para alimentarse se convirtió en un explosivo y estalló.

El fuego cubrió a los tres que se encontraban cerca de la cocina derribó una pared y voló el techo de la vivienda. Las cuatro personas que estaban cerca sufrieron graves quemaduras.

Fueron trasladados a la Unidad de Quemados del hospital de Lídice, allí se mantuvieron luchando por sus vidas. La primera en perder la pelea fue Irismar Ramírez, 75% de su cuerpo había sido afectado por las llamas, el 29 de septiembre falleció. Le siguió Fausto, murió una semana después.

El pasado sábado sucumbió a las lesiones Leander el más pequeño del grupo. Leander, iba a comenzar el primer año de bachillerato en el liceo Andrés Eloy Blanco de El Cuartel, “no llegó a pisar su liceo, no sobrevivió para iniciar las clases”, dijo su tío.

El hombre señaló que está organizando una reunión vecinal para tratar el tema, “no es un asunto que se deba politizar, pero está ocurriendo con demasiada frecuencia, no puede ser que tantas personas resulten muertas y heridas, por culpa de la explosión de las bombonas de gas y las autoridades no toman cartas en ese asunto”.

“Yo me quejé y lo que recibí fueron bolsas de comida y pañales, como si con eso uno fuese a reparar su vida. Esa explosión no debió suceder, uno hace sus colas, se para a las 4:00 de la madrugada para comprar el gas, uno debe creer que está comprando un producto seguro y no una bomba de tiempo que puede matar a toda su familia. Debe haber alguien ante quién quejarse, alguien ante quién exigir justicia”.

Gas explosivo

De acuerdo con un breve arqueo de medios digitales, en el transcurso de los últimos tres meses se han producido diez explosiones relacionadas con gas doméstico, desde el estallido del llenadero de Ocumare del Tuy que fue calificado por las autoridades regionales y de Pdvsa Gas como un “acto de sabotaje” que no dejó muertos, hasta accidentes de tránsito en los que camiones cargados con bombonas se voltean y los cilindros estallan, hasta hechos relacionados con la explosión de las bombonas en hogares.

Estas explosiones han dejado un saldo de cuatro personas muertas y 17 heridas.