Los sicarios eran los parrilleros de las motos en las que desplazaban, se bajaron y entraron al pequeño establecimiento, solicitaron un kilo de carne y cuando Jiménez se disponía a entregar el pedido, sin mediar palabras, desenfundaron sus armas en su contra hasta matarlo
Crisbelis María Salas/La Verdad
En la avenida principal del sector Concesión Siete, zona rural del municipio Baralt, dos cobravacunas se hicieron pasar por clientes para asesinar a Agustín de Jesús David Jiménez (29), dueño de la carnicería. Según las investigaciones, el comerciante se negaba a pagarles vacunas a las bandas que azotan el sur de la Costa Oriental del Lago.
Los sicarios eran los parrilleros de las motos en las que desplazaban, se bajaron y entraron al pequeño establecimiento, solicitaron un kilo de carne y cuando Jiménez se disponía a entregar el pedido, sin mediar palabras, desenfundaron sus armas en su contra hasta matarlo. Ambos huyeron con sus otros dos compinches sin dejar rastros.
Los testigos trataron de prestar los primeros auxilios a David Jiménez, pero fue infructuoso. El joven no resistió y murió en el sitio.
Según un oficial, el carnicero era, recientemente, víctima de extorsión, pero desde el principio de la amenaza, se negó a cancelar la suma exigida por los cobravacunas, por lo que se presume que su muerte esté relacionada con la resistencia al pago.
Los vecinos comentaron que Jiménez antes de inaugurar la carnicería trabajaba para un cuerpo de seguridad. Abandonó sus funciones para tener una vida más tranquila.
Sabuesos de la Subdelegación Ciudad Ojeda de la Policía científica investigan el hecho y lo vinculan con las bandas organizadas que operan en la zona que se dedican al robo, extorsión y sicariato.
“En Baralt no hay paz. Por mucho interés que exista en los cuerpos policiales en atacar la delincuencia, hay más malandros que funcionarios. Sólo la semana pasada hubo 11 muertos, entre enfrentamientos y sicariatos”, denunció un vecino, quien prefirió no identificarse.