El copiloto del camionero se bajó del cisterna y observó a la víctima, quien permanecía en la carretera con la huella de unos de los cauchos en su cabeza. Al escuchar los gritos y la algarabía, los vecinos salieron de sus casas e intentaron linchar al acompañante. La Policía intervino y rescató de la turba al muchacho
Helen Hernández/La Verdad
En la esquina de la iglesia San Benito, calle Jobiniano Sánchez del municipio Machiques de Perijá, el exboxeador Eudo Bermúdez, de 56 años, conversaba, el pasado martes a las 11.00 de la mañana, con tres compañeros de trabajo cuando un camión cisternas salió de la nada y los arrolló. Sus acompañantes quedaron heridos, mientras el pugilista perdió la vida.
Edilmer Royero Bermúdez, hermano del deportista, denunció que el conductor del camión era un inconsciente. «Se comió el pare y mató a mi hermano».
El copiloto del camionero se bajó del cisterna y observó a la víctima, quien permanecía en la carretera con la huella de unos de los cauchos en su cabeza. Al escuchar los gritos y la algarabía, los vecinos salieron de sus casas e intentaron linchar al acompañante. La Policía intervino y rescató de la turba al muchacho.
Mila Bermúdez, hermana del occiso, también sintió los gritos de los vecinos, salió de su casa y justo a una cuadra halló a Eudo sin signos vitales. La desesperación la invadió, no tenía consuelo, ya nada podía hacer. Los compañeros de la víctima permanecen en el Hospital Universitario de Maracaibo con pronóstico reservado.
Éduard Bermúdez Salas, hijo de Eudo, solo se limitó a clamar por justicia. «Que aparezca el culpable y le apliquen todo el peso de la ley. No mataron a un perro».
Los familiares del exboxeador lo enterrarán hoy en el Cementerio Nuestra Señora del Carmen, no piensan velarlo porque su rostro está desfigurado y desean que lo recuerden tal y como era.