Ordenan desde el retén asesinato del abogado

Los cuerpos de seguridad escoltaron el cadáver del jurista al salir de la morgue forense. Los familiares y amigos denunciaron a extraños rondando el lugar. Por  el crimen investigan al “Yordano”, interno del pabellón B del Centro de Arrestos Preventivos de Cabimas. A quien también le adjudican el asesinato del hijo de Álvaro Urribarrí

La Verdad

Desde el pabellón B del retén de Cabimas ordenaron el asesinato del abogado Álvaro Rafael Urribarrí Cepeda, de 55 años.  Uno de los principales sospechosos es el «Yordano», detalló un funcionario ligado a la investigación a La Verdad. Al recluso le adjudican, además, el homicidio de Álvaro Urribarrí (28),  hijo del penalista, quien fungía como funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, y asesinaron frente a una licorería en el sector Los Andes, en noviembre de 2015.

Urribarrí iba camino al Circuito Judicial Penal en Cabimas cuando lo mataron.  Un abogado y amigo contó que había pasado la mañana en el lugar, pero no sería sino hasta después de almuerzo que le entregarían respuesta de un recurso interpuesto. Fue a su casa en la calle Venezuela, del sector Monte Claro, y puntualmente retornaría a los tribunales después de almuerzo. Pero sus verdugos sigilosamente midieron sus pasos y lo acribillaron el pasado sábado en el sector El Martillito.

Trascendió que en el interior de la camioneta, una Ford roja placas  A09AI9U,  propiedad del penalista se encontraba un maletín con una alta suma de dinero en efectivo y su arma de fuego aniquilada, que desaparecieron de la escena del crimen.

Los testigos aseguraron que los sicarios se desplazaban en una camioneta blanca, que interceptaron a su víctima en la carretera  La L y que dispararon por casi cinco minutos. Luego que Urribarrí perdió el control de la camioneta, esta impactó contra la cerca de una vivienda.

Consternación 

Los familiares, amigos y compañeros de trabajo de Álvaro Rafael Urribarrí Cepeda permanecieron ayer, hasta las 2.00 de la tarde, en las adyacencias de la morgue del Hospital Adolfo D’ Empaire.

Pese a la rabia e impotencia tras su muerte, ninguno se atrevió  hablar del tema por temor a represalias.  Lo describieron como “uno de los mejores abogados del país”, quien logró abanderarse de casos importantes que lo catapultaron como un excelente jurista.

La presencia de dos hombres en actitud sospechosa  en las afueras de la morgue alertó a los presentes. Los funcionarios adscritos a la Brigada Motorizada de la Guardia Nacional custodiaron el féretro hasta la capilla velatoria. Hoy será  el sepelio.