«Nos apuntaron y le exigían la pistola que compró hace días»

En la funeraria San José, Mónica Bravo, esposa de Antonio Manuel Reyes Piloto (46), relató las últimas horas de vida de su compañero, a quien dos delincuentes mataron de un balazo en su fábrica de cercas, en Ampara, el pasado miércoles

En la funeraria San José, Mónica Bravo, esposa de Antonio Manuel Reyes Piloto (46), relató las últimas horas de vida de su compañero, a quien dos delincuentes mataron de un balazo en su fábrica de cercas, en Ampara, el pasado miércoles.

«Dos hombres llegaron, uno alto, moreno y otro catire. Nos apuntaron con sus armas. Golpeaban a mi esposo y le exigían la pistola que compró hace días», recordó Bravo.

Al no encontrar el arma, los desconocidos los despojaron de sus celulares, sus joyas y las carteras. Ya escapaban cuando Reyes se abalanzó sobre uno de ellos y en el forcejeo recibió un tiro. Murió antes de llegar a la clínica.

«Tony era un hombre emprendedor, estaba enamorado de Venezuela. Trabajaba incansablemente. Teníamos planes de irnos a Estados Unidos», recordó Mónica mientras las lágrimas recorrían su rostro.

Vida de esfuerzo

Reyes nació en Cuba. Hace 23 años se graduó de médico en la Universidad de La Habana. Al recibir el título emigró a Estados Unidos en balsa. Allá tuvo dos hijas. En el 2007, unos amigos venezolanos lo invitaron a la celebración de la Feria de La Chinita.

El médico tomó un avión y en medio de las festividades conoció a Mónica, de quien se enamoró y decidió quedarse en Venezuela. Le propuso vivir juntos y en 2014 se casaron. Tuvieron una niña, de cinco años. Desde entonces, se formó como empresario.

Desde hace dos años conducía el programa Conociendo de Salud, trasmitido los domingos a la 7.30 de la mañana a través de un canal regional. Se encontraba muy feliz porque en los próximos días iba a recibir un crédito del banco y estaba por aperturar un spa en Bella Vista.

 

Karoline Valladares/La Verdad