El día tan esperado llegó, la mujer ingresó al pabellón, después de una hora la puerta metálica blanca se abrió, salió con los ojos cerrados, estaba inconsciente, no respondía a ningún estímulo. Cuando Cesar se quedó solo con ella observó que su estómago se movía, llamó al anestesiólogo para que la revisara
Helen Hernández/La Verdad
Sobre una camilla de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Coromoto, murió hace ocho días, Lennis Margarita Aguirre Farfán, de 46 años, luego de que le practicaran una histerectomía total abdominal en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Los Mangos. Sus familiares aseguran que la infortunada perdió la batalla contra muerte debido a una mala praxis médica.
César Alfonso Sánchez, esposo de la víctima, llegó al diario La Verdad acompañado por César Alberto Sánchez, su hermano, con una carpeta oficio marrón debajo del brazo; en su interior habían unos documentos dirigidos a los centros de salud donde estuvo internada el ama de casa. El Ministerio Público y la Policía científica les solicitaban la historia médica de la paciente, nunca la entregaron.
Con la mirada perdida y un nudo en la garganta la pareja sentimental de la víctima comentó que desde hace meses sufría de hemorragias, se presentó en el CDI para una consulta, los chequeos continuaron hasta que los médicos sugirieron una intervención quirúrgica, “su vida estaba en riesgo”.
El día tan esperado llegó, la mujer ingresó al pabellón, después de una hora la puerta metálica blanca se abrió, salió con los ojos cerrados, estaba inconsciente, no respondía a ningún estímulo. Cuando César se quedó solo con ella observó que su estómago se movía, llamó al anestesiólogo para que la revisara.
El joven comenzó a resucitarla, colocó las manos sobre su abdomen y presionó con fuerza, resultó inútil, sufrió un paro cardíaco, convulsionó. De inmediato la trasladaron hasta el Coromoto donde permaneció un mes y cuatro días.