Mónica Massiel Abreu Rivera, de 40 años, quien se encontraba en el retén de Cabimas desde el 2017, por homicidio, falleció la tarde del lunes 14 de octubre. La causa: padecía tuberculosis.
Abreu Rivera estaba acusada de matar de una puñalada a su marido, Luis Alberto González Correa en hecho registrado el 25 de junio de 2017, en el barrio Agua de Dios, sector Cañada Honda, parroquia Cacique Mara, de Maracaibo.
González presentó una cuchillada en el corazón.
Según la minuta del Cicpc, «la mujer presentó quebrantos de salud y su estado se agravó, por lo que tuvo que ser recluida en el Hospital General del Sur la semana pasada, donde le diagnosticaron tuberculosis y falleció debido a complicaciones».
En junio de 2017 el diario Panorama publicó: «La relación de Mónica y Luis sumaba, al menos, diez años y siempre había discusión y peleas entre ellos, dijeron algunos vecinos que los conocieron.
Vivían juntos hace varios años en una casa alquilada de la calle 95B, del referido barrio, y cada vez que ingerían bebidas alcohólicas terminaban en insultos y manotazos.
Pero, ayer (25 de junio), a la 1:00 de la madrugada, Luis, borracho, la sacó de un sitio donde estaba bebiendo y por la fuerza la encerró en la casa donde vivían, contaron vecinos. La misma Mónica confesó a los detectives del Cicpc que Luis la golpeó al llegar a la casa hasta que se cansó y luego se fue a su cuarto, pero ella insistía en salir, lo que no podía hacer porque González tenía las llaves.
“Presuntamente, se produjo una segunda discusión entre ellos y ella se fue hasta la cocina, tomó un cuchillo y se lo clavó en el pecho cuando él la tenía sujetada por el cuello”, informó un vocero del Cicpc que trabaja en las investigaciones del caso.
González cayó al piso aún con vida y le suplicó a su mujer que lo ayudara. “¡No me dejes morir!”, le rogaba el hombre, moribundo.
Mónica le quitó las llaves de la residencia y salió en busca de ayuda de los vecinos, pero el hombre no resistió. “¡Viste, Negro, por no hacerme caso, por pegarme cachos!”, le decía la mujer, mientras con su mano derecha acariciaba su rostro, según revelaron vecinos del barrio.
“Anda, vete, antes que llegue la policía”, le dijeron unos vecinos a la maestra; pero ella no quería separarse del cuerpo de su marido, porque, a pesar de las peleas y los golpes que le daba, ella todavía lo quería.
Sin embargo, en dos ocasiones, Mónica denunció a Luis en Fiscalía por maltratos, pero las quejas de nada servían porque ella seguía a su lado.
Un primo de Luis, de apellido Romero, dijo que ella lo había amenazado en una oportunidad e incluso a la misma suegra le dijo: “En cualquier momento te lo voy a matar”, le habría dicho.
Meses atrás también, según contó el primo, Mónica intentó asfixiarlo con una bolsa plástica.
El Cicpc llegó al barrio y arrestó a Mónica Abreu y será presentada en las próximas horas ante el Tribunal que le corresponda el caso».