José Manuel Díaz Valdés fue cruelmente asesinado en tierras peruanas por causa de dos motorizados que lo balearon en la calle. Recibió cinco tiros en su totalidad, con entrada y salida de proyectiles. Díaz ejercía la profesión de barbero para ganarse la vida y mantener desde la distancia a su familia. Dejó huérfana a una niña.
Los hechos ocurrieron específicamente en la región de Tumbes, muy cerca del hogar del occiso. Algunos testigos confirman que Díaz estaba caminando normal cuando fue interceptado por dos hombres a bordo de una moto. El parrillero se bajó tan pronto como pudo para descargar en su humanidad cinco balas. El barbero cayó al piso mal herido, mientras que los responsables se daban a la fuga.
Los vecinos que estaban cerca de la escena del crimen tomaron al sujeto para llevarlo a un centro de salud para salvarlo. No obstante, el médico encargado de recibirlo no pudo hacer nada al respecto gracias a la entrada y salida de las balas, dañando órganos vitales. Po ejemplo, la zona pélvica y la región parietal izquierda. Sus expectativas de vida fueron casi nulas desde su llegada.
Los encargados del departamento de homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri) no han parado de recolectar pistas que ayuden a esclarecer este caso. Además, están en la búsqueda de otros testigos oculares para enriquecer el curso de la investigación.
Díaz vivía en el estado Falcón y era reconocido por ser barbero de la zona. Dejó una niña huérfana de dos años aproximadamente.
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