El cadáver de Isabel Ávila fue hallado por un hijo en el baño de su vivienda en la segunda calle de El Polvorín
Javier Ignacio Mayorca/El Nacional
Una mujer que durante 25 años se desempeñó como asistente en el departamento jurídico de la Contraloría General de la República, fue ultimada por un grupo de supuestos asaltantes de viviendas.
El cadáver de Isabel Virginia Ávila, de 62 años de edad, fue hallado por uno de sus hijos en el baño de su vivienda, ubicada en la segunda calle de El Polvorín, en La Pastora, el miércoles a las 9:30 pm.
El hombre no vivía con la víctima, pero fue alertado por un vecino que sospechó al percatarse de que momentos antes tres personas habían salido del inmueble. En medio de la oscuridad percibió que entre los visitantes estaba una mujer.
El vecino tocó a la puerta de Ávila y, como nadie le contestó llamó inmediatamente al hijo. Ante la imposibilidad de abrir la puerta principal, se metieron en la vivienda a través de un acceso que hay en la platabanda superior. Llegaron hasta allí luego de trasponer un muro mediante una escalera.
«El hijo bajó al lugar y yo me quedé arriba. Luego escuché sus gritos», recordó el vecino conmovido.
Ávila yacía en el suelo del baño, herida mortalmente en varias oportunidades con lo que aparentemente era un objeto punzante.
El interior del inmueble estaba en total desorden. El hombre cree que los delincuentes registraron hasta el último rincón luego de someter y matar a la víctima.
Ávila era apreciada en su comunidad. Luego de jubilarse de la CGR no tenía una ocupación, por lo que solía compartir con habitantes de su calle.
Al lugar acudieron inicialmente oficiales de la PNB. Luego fueron agentes del Eje Norte de Homicidios de la policía judicial, quienes hicieron las primeras actuaciones.
Los allegados a la víctima indicaron que desde hace varios meses las viviendas son asaltadas por un grupo. Este, sin embargo, es el primer caso en el que algún propietario muere a manos de los antisociales.