Manaure pidió a ayuda Maduro por secuestro de su hijo y no recibió respuesta

Han pasado 43 días desde que el 23 de diciembre de 2016 delincuentes secuestraron al hijo del basquetbolista venezolano Juan Manaure. Ahora, tras semanas de angustia en las que asegura no ha dormido, el atleta manifestó que quiso entrevistarse con el presidente Nicolás Maduro para pedirle su ayuda en torno al caso, el mandatario no lo recibió.

 

En declaraciones ofrecidas por el jugador al diario El Nacional, explicó que el miércoles cuando se hizo el desfile militar, él se acercó a Fuerte Tiuna para entrevistarse con el presidente y pedir que se agilicen las investigaciones del caso.

Manaure además manifestó que ha pedido hablar con el jefe de Estado desde el 28 de diciembre, pero esto no ha sido posible y la ayuda gubernamental ha resultado poca. Asimismo declaró que actualmente se encuentra sin un hogar.

“Estoy alojado en el cuarto de descanso de un mayor de apellido Hurtado en Fuerte Tiuna y he querido ir hasta San Agustín, donde secuestraron a mi hijo, a buscar ropa y comida, y no puedo porque es peligroso. Solicité a la Fiscalía una medida de protección para ir acompañado de funcionarios policiales y hasta ahora no la he recibido. Esta semana me atendió un hermano de la almiranta Carmen Meléndez y me prometió que me ubicaría un apartamento en Fuerte Tiuna, mientras resolvía la situación, pero tampoco se ha concretado. Estoy damnificado y sin esperanzas de ver a mi hijo de nuevo”.

Hasta el momento la única información oficial que se maneja en torno al suceso fue la detención de una sobrina quien presuntamente estaría implicada en el flagelo y habría suministrado los datos del menor a su esposo, un privado de libertad de la cárcel de Tocorón. “El director del Cicpc, Douglas Rico, me dice que no puede darme más detalles del caso para no entorpecer las averiguaciones. Pero este silencio es desesperante, siento que las averiguaciones están estancadas”.

El basquetbolista también enfatizó que no ha podido dormir durante más de 40 días, incluso siendo impedimento en su vida profesional, ya que este año iba a firmar un contrato con Panteras de Miranda. “No tengo cabeza para nada. ,estoy pegado al celular a ver si recibo de nuevo la llamada de los secuestradores. La madre de mi bebé está bajo sedantes porque se ha intentado suicidar varias veces. Esto no se lo deseo a nadie. Este dolor es solo comparado con la muerte”, dijo.

Los secuestradores solo se han comunicado dos veces con el jugador los días 25 y 26 de diciembre. En la segunda llamada pudo hablar con su hijo, que le dijo: “Papá, ayúdame, me van a matar”.

CD

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