Una mujer de 21 años fue detenida ocho meses después de que su bebé muriera, en ese momento ella aseguró que el menor presentaba síntomas de chikungunya, pero las autoridades lograron determinar que tenía los órganos destrozados producto de maltratos.
Se trata de Gizzela Gutiérrez González, quien fue capturada y señalada por el asesinato de su hijo Sebastián Gutiérrez González, de apenas dos años y medio, quien presentó destrozo de sus intestinos presuntamente por una golpiza que recibió.
La joven lo llevó al hospital Erasmo Meoz de Cúcuta en Colombia, cuando ya no tenía signos vitales. Ella solo argumentó que había vomitado varias veces y que tenía malestares porque padecía chikungunya.
En ese momento argumentó sentirse indispuesta para evadir a la prensa.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) logró capturarla tras varios meses del suceso, ahora se enfrenta a la justicia, y si se comprueba su responsabilidad en el hecho podría emitírsele una condena a 40 años de prisión.