Han pasado más 18 meses de la muerte de Ángela Aguirre, caso que sacudió al estado Bolívar y a todo el país. El director del Cicpc, Douglas Rico desmintió la versión inicial de femicidio y dijo que todo se trató de un accidente en la isla Terecaya. Para la madre de José Alberto Cedeño, principal acusado por la muerte de la adolescente, todo se trata de una pesadilla. Desmintió a Yerlis Yaguare, madre de Ángela, y asegura que el audio presentado como prueba es falso.
Jhoana Rodríguez es la madre de José Alberto Cedeño, acusado por haber asesinado a Ángela Aguirre. En entrevista exclusiva concedida vía telefónica a El Cooperante, negó que el juicio «esté estancado» y adelantó detalles del proceso judicial.
Rodríguez lamentó que cuando han pasado tantos meses, la familia de Aguirre intente «sostener una mentira». Hizo un llamado a los medios de comunicación a que vean «la otra cara de la moneda».
«El audio, una de las principales pruebas que ellos supuestamente tenían, quedó desestimado por el juez. La madre de Ángela ha declarado a varios medios de comunicación que mi hijo y los demás mataron a esa muchacha, pero no dice lo que en realidad está pasando. En el juicio se demostró que el audio es falso, no fue grabado por Ángela y es un elemento que solo busca incriminar a mi hijo», reprochó.
Según la versión de la defensa, la segunda autopsia demostró que Aguirre tenía agua en los pulmones, prueba que evidenciaría el ahogamiento.
«Se demostró que hubo una llamada de emergencia para reportar la desaparición de la niña y no pasó como dijo la madre de Ángela: que todos se fueron a dormir. Fue un accidente y ella lo sabe. Por eso es injusto que hoy estén pasando por todo esto, solo por la sed de venganza y la cizaña. Comprendo su dolor como madre, pero solo Dios sabe la verdad de todo lo que pasó ese día».
Rodríguez hizo llegar a esta redacción una fotografía del registro de la llamada de auxilio el día del suceso de otra de las imputadas, Dayana Nicieza, quien se encuentra recluida en el INOF en Los Teques, estado Miranda.
Según dijo, el juicio se ha ido desarrollando durante las semanas de flexibilización.
«Yo desmiento a la señora Yerlis Yaguare, porque el juicio sí se está realizando. Han pasado diversos expertos del grupo Élite, que fue el equipo de investigación que se trasladó hasta Ciudad Bolívar cuando ocurrió la muerte de Ángela. El próximo lunes de flexibilización se espera que declare una psicóloga, que evalúo a los detenidos. Además, falta que declare la hermana de Ángela, Nathaly Aguirre. Yo espero que asista a los tribunales. Que ella y su mamá digan la verdad sobre ese audio que ellos mismos entregaron«.
Agregó que la madre de Aguirre también ha mentido sobre Emily Hernández, la primera fiscal que llevó el caso en marzo de 2019.
«Esa familia tiene un problema con la fiscal Emily Hernández, porque cuando la fiscal llegó a presenciar la autopsia, ya Marlene López de Castro la había realizado. Cuando la fiscal Hernández llamó a su superior, el jefe le ordenó que paralizaran el entierro porque debían hacer una nueva autopsia con el grupo Élite del Ministerio Público. Por eso es que la tienen agarrada con esa fiscal, porque fue ella quien se dio cuenta de que había algo extraño. ¿Cómo haces una autopsia sin que esté presente un fiscal? Dicen que a la fiscal la sacaron del estado Bolívar, y eso es mentira. Ella sigue trabajando en el Palacio de Justicia de Puerto Ordaz»
Tráfico de influencias
Para Rodríguez, su hijo de 19 años es inocente, al igual que los demás implicados. Dice que hay «muchas personas influyentes» detrás del caso que están del lado de la familia de Aguirre.
«Lo raro de todo esto es que cualquier persona sabe que no la mataron como se han encargado de decir desde el principio. Personas de poder tienen las manos metidas en este caso. El tráfico de influencias, las redes sociales y los medios de comunicación están de su lado, pero la gente no se detiene a pensar en los hechos».
Negó que ella o los familiares de los demás imputados hayan ofendido a la familia de Aguirre
«Nunca hemos hablado y tampoco nos hemos metido con ella. Un día coincidimos en el Palacio de Justicia en un pasillo y al día siguiente dijo que la habíamos intimidado. Eso nunca ha sido así».
Desde principios de julio de 2019, José Alberto Cedeño, José Zorrilla, Glauber Zorrilla, Orlando Salazar, Wilmer Díaz, Joselyn Barreto y Dayana Nicieza están tras las rejas. Las mujeres en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof) en Los Teques; y los hombres en la cárcel Rodeo II de Guatire. Ambos centros de reclusión están ubicados en el estado Miranda.
La noche del 23 de marzo de 2019, los padres de Ángela Aguirre pensaron que algo había pasado con su hija cuando no les contestó el celular, pese a que le habían hecho más de 30 llamadas. Horas antes, la habían dejado en la entrada del Club Ítalo para asistir a la fiesta de uno de sus amigos: José Alberto Cedeño, quien ese día cumplía 18 años.
Según el relato de los asistentes al cumpleaños, pasadas las 6:00 p.m., todos decidieron ir a celebrar a la isla Terecaya a bordo de la lancha de José Zorrilla, «La Kaki».
Ángela se fotografió en la lancha junto a los demás. Al llegar a la isla, ella y José Alberto decidieron bañarse en el río Caroní. Se desconoce lo ocurrido después. Los imputados aseguran que Aguirre desapareció y que todo fue accidental, mientras la acusación privada insiste en que se trató de una violación posterior asesinato.
El martes 26 de marzo, las autoridades encontraron el cadáver de Angela flotando cerca del balneario El Rey. La autopsia realizada al cuerpo de la adolescente reveló que había sido abusada sexualmente y que la causa de muerte fue asfixia mecánica por inmersión.
Días después, la Fiscalía General de la República ordenó realizar una segunda autopsia, la cual determinó que no había muerto por asfixia sino que se trataba de un accidente; y se descartó el abuso sexual.
Sin embargo, en esa misma semana, un presunto audio en el que Aguirre decía que José Alberto la violó conmocionó al país. Según la versión del periodista de sucesos que compartió el audio, Germán Dam, un policía decidió filtrar el audio para que se hiciera justicia.
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