Carlos Luis Revette, alias el Coqui, uno de los criminales más buscados del país, ha estado involucrado desde hace varios años en enfrentamientos contra las autoridades, secuestros multimillonarios y extorsiones que mantienen económicamente a su estructura delictiva.
El Coqui se alió en 2015 con Garbis Ochoa Ruíz, alias el Garbis y Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias el Vampi, quienes formaron una mega banda que azota a los capitalinos.
En la Cota 905 no se hace nada sin permiso del Coqui, el Vampi o el Garbis. Todo pasa bajo el control de las figuras criminales, quienes incluso imponen leyes dentro del barrio. Quien robe dentro de la zona, venda droga sin permiso de los hampones o le falte el respeto a la banda, tiene un destino asegurado: la muerte.
Los delincuentes tienen un modus operandi peculiar; sus víctimas son arrojadas por el bajante de basura que está a las afueras del barrio de El Cementerio, otra de las zonas controlada por los hampones.
Tan solo en noviembre, el equipo de Caraota Digital contó seis cadáveres que fueron arrojados por «el túnel de la muerte». Todos eran personas que vivían en el barrio y, de alguna u otra forma, estaban vinculados al Coqui.
Secuestro millonario que frustró la Faes
El pasado 25 de octubre, la banda del Coqui planificó el secuestro de un empresario venezolano de alto calibre. Pedirían cientos de miles de dólares por su liberación. Se acercaron al Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) para llevárselo en contra de su voluntad, pero los estaban esperando funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales (Faes), quienes frustraron sus intenciones.
Se generó una persecución por la autopista Francisco Fajardo, en la que tres delincuentes resultaron abatidos. Otro murió por culpa propia, intentó arrojarle una granada a la comisión policial y esta explotó dentro del vehículo.
El 25 de agosto, miembros de la banda del Coqui asaltaron el parque de armas de la Policía del Municipio Bolivariano de Libertador (Policaracas). Varios criminales se acercaron al sitio, sometieron a los funcionarios que estaban en el sitio y robaron parte del parque de armas.
Caraota Digital conoció que los antisociales tienen reservas de armas de fuego de alto calibre, además de un lanzacohetes que presuntamente fue sustraído de la sede de Policaracas.
El Coqui, el Vampi y el Garbis son uno de los principales objetivos de los organismos de seguridad del país. Están considerados como unos sujetos extremadamente peligrosos, por lo que las autoridades indican que los ciudadanos deben denunciar ante cualquier policía de tener conocimiento sobre sus ubicaciones.