El año 2018 estuvo marcado por seis sucesos que conmocionaron a los venezolanos, uno de ellos duró siete días y otro desató un rechazo social por la depravación de un hombre contra cuatro menores. Hechos que aún en la actualidad siguen siendo recordados.
por Lysaura Fuentes/ElCooperante
Oscar Pérez:
Aquella mañana del lunes 15 de enero funcionarios de los grupos tácticos de la PNB, de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se apoderaron del kilómetro 16 de El Junquito, municipio Libertador de Caracas.
Los uniformados, algunos encapuchados, con armas largas, cortas, lanzagranadas, lanzacohetes antitanque RPG-7 y tanques de guerra, se apostaron en las afueras de un chalet, situado en la urbanización Araguaney de la zona, donde se encontraban Óscar Pérez, el ex inspector del Cicpc, que se rebeló contra el Gobierno y los miembros de su grupo: Daniel Enrique Soto Torres, quien estaba recién graduado de Comunicación Social en la Universidad Rafael Belloso Chacín en Maracaibo, Abraham Lugo Ramos, Jairo Lugo Ramos (hermanos), José Alejandro Díaz Pimentel, quien fue funcionario de la Dgcim, Abraham Israel Agostini, quien fue funcionario de PoliAragua y Lisbeth Andreina Ramírez Mantilla, novia de Jairo Lugo.
https://youtu.be/7VvHivGFW-Y
Óscar Pérez y sus compañeros fueron sitiados. La zona se convirtió en un campo de guerra, donde las detonaciones ocurrían minuto por minuto.
Por medio de las redes sociales Óscar Pérez aprovechó para contar lo que estaba ocurriendo y manifestaba: “dijimos que nos íbamos a entregar y no quieren que nos entreguemos. Nos quieren asesinar”.
En otro video donde observaba con graves heridas decía “tenemos heridos, nos siguen disparando. Aquí hay mujeres y niños”. Tras difundir varios videos se tornó una calma y se desconocía el estado del ex inspector y de los miembros de su grupo.
Al hospital Dr. Miguel Pérez Carreño llegaron varias ambulancias con funcionarios heridos, mientras que dos de ellos con la insignia del FAES fallecieron en el sitio. Uno fue identificado como Adriun Domingo Ugarte Ferrera y Nelson Antonio Chirino Cruz.
Tras indagaciones se conoció que Adriun tenía dos identidades, la otra de nombre Heyker Leobaldo Vásquez Ferrera, quien era miembro del colectivo Tres Raíces, situado en el 23 de Enero.
Las horas pasaron hasta que el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, confirmó la muerte de Óscar Pérez y su grupo. Los cadáveres se encontraban en la morgue de Bello Monte, lo que llevó a que por siete días estuviera tomada por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Durante todo ese tiempo este caso fue recordado como el que presentó más arbitrariedades por parte del Gobierno tanto para la entrega de los cuerpos como para el sepelio.
El “pintor comegente” de Barlovento:
Con una apariencia desaliñada, cabello negro largo, de tez morena, con una mirada penetrante, así se describió a Luis Alfredo González Hernández llamado el “pintor comegente” de Barlovento, quien asesinó a un abogado y también pintor, con quien vivía en la entidad, identificado como Lisandro Rosales García.
Luis Alfredo obtuvo ese apodo debido a que descuartizó también a Rosales, comió parte de sus restos y luego con la sangre llevó a cabo pintura. Alegó que lo hizo porque la víctima se lo había pedido, debido a que estaba enfermo con cáncer.
El Cooperante logró conocer en esa oportunidad que “el Pintor Comegente” les dijo a los investigadores, durante el interrogatorio, que poseía propiedades curativas con tan solo usar sus manos. Además transcendió que comió el hígado de la víctima, aderezándolo con mango y sal, y dijo que le respetó las manos porque era con lo que Lisandro pintaba.
Evio Di Marzo:
El 28 de mayo la delincuencia volvió a dar su estocada contra artistas venezolanos, en este caso fue al cantante de los años dorados Evio Di Marzo.
En este crimen se manejaron dos versiones, una ofrecida por las autoridades, que Evio, quien era hermano de Yordano, ese día a las 9:00 de la noche venía saliendo de la mezquita de la avenida Este de Los Caobos, cerca de Bellas Artes, a bordo de su vehículo Aveo, placas AC839EA, con su esposa cuando fue sometido por dos hombres desconocidos, quienes le dispararon y luego huyeron del lugar. El cantante había sido trasladado hasta el hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, a donde llegó sin vida. El hecho fue manejado como un intento de robo.
La segunda versión, informada por familiares, es que la víctima, en compañía de su esposa, fue hasta la CTV a dejar a una persona y cuando salió fue interceptado por los criminales, quienes le dispararon, ante el hecho perdió el control y colisionó el carro frente a un recinto del Gobierno.
En este hecho se generó una discrepancia entre el Cicpc y el FAES cuando este último dio a conocer que había resultado muerto uno de los presuntos implicados en el crimen, quien era apodado como “el Chato”, pero luego el cuerpo detectivesco refutó esta afirmación y detallaron que “por ahora a esta persona no la teníamos mencionada en nuestra investigación”, aseveró Douglas Rico.
El 25 de julio el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saabanunció la detención de dos personas presuntamente involucradas en el crimen de Di Marzo. Estos aprehendidos fueron identificados como Maikor Alexander Arias González, imputado como cooperador inmediato en el delito de homicidio intencional calificado con alevosía y Eder Eduardo Cáceres Castro, imputado como cómplice no necesario en los mismos delitos. Para ese momento afirmó buscaban a otros tres relacionados con el hecho.
Los Cotorros:
Aquel sábado 16 de junio los venezolanos fueron sorprendidos con la muerte de 18 personas, la mayoría jóvenes, en un club ecuatoriano conocido como Los Cotorros, situado en El Paraíso.
La fiesta prograduación que se pautó desde el viernes en la noche que dijeron en su publicación que sería un evento “inolvidable”, así lo fue, pero de la forma menos esperada cuando estas víctimas quedaron atrapadas por una bomba lacrimógena que lanzaron en el lugar, a donde asistieron 500 personas con una capacidad solo para 150.
La única salida eran una escaleras, que llevaron al desespero de los asistentes, parte de los muertos fallecieron aplastados por la estampida de gente que intentaba salir del sitio. Seis personas fueron privadas de libertad por este caso.
Los cuatro niños de El Valle:
Ese viernes 14 de septiembre familiares encontraron los cadáveres de cuatro niños en una vivienda precaria del barrio El 70 de El Valle.
Las víctimas eran Humberto Ruíz, de 10 años, Roxana Alexandra Conde Graterol, de 10 años, Julianyeli Valeria Conde Graterol, de cuatro años, y Jonas Jonneiker Conde Graterol, de un año.
Los cadáveres fueron encontrados en la vivienda de un hombre que había llegado a la zona desde hace siete años identificado como José Manuel Morgado Bello, quien era conocido como “el Zapatero”.
Morgado Bello ese día aprovechó la ausencia de la madre de tres de los niños para llevárselos, al igual que al pequeño Humberto, que siempre jugaba con los Conde. En el sitio abusó sexualmente de las niñas y debido al grito de uno de los infantes, decidió asesinar a tres con objeto contundente, un hacha, y al menor de todos por asfixia.
Los funcionarios del Cicpc, quienes se encontraban en la búsqueda del implicado, lograron dar con su paradero en el sector La Quebradita, situada en la carretera Cúa-San Casimiro, donde muere en un presunto enfrentamiento.
Los gestos de apoyo y de cariño de los pobladores de El Valle se manifestaron en el velorio y sepelio de los niños, llevando coronas de flores, juguetes y mensajes.
Luis Valbuena y José Castillo:
El viernes 7 de diciembre la muerte de los peloteros José Castillo y Luis Valbuena causó conmoción nacional. Los profesionales del béisbol fueron víctimas de la delincuencia en el país.
Ese día alrededor de la 1:30 de la madrugada Valbuena, Castillo, Carlos Rivero y su chófer se trasladaban en un vehículo Toyota, modelo Fortuner, placas AD668SV, por la autopista Centro Occidental Cimarrón Andresote, en Yaracuy, detrás de ellos iban otros de sus compañeros, en unos carros, en caravana.
A la altura del sector La Negrita, en el municipio Independencia, se encontraron con una piedra enorme en la vía, no lograron esquivarla y terminaron volcándose.
Valbuena y Castillo se trasladaban en el asiento trasero del vehículo y como no llevaban cinturón de seguridad salieron expedidos y fallecieron de forma inmediata.
Tras las investigaciones privaron de libertad a dos hombres y dos menores por la muerte de los peloteros.
Estos implicados se encontraban en un refugio improvisado, debajo de un puente de la entidad, donde les encontraron pertenencias de los deportistas, entre ellos un celular.