A tan corta edad la niña Aleana de la Cruz Martínez Villasmil, de cuatro años, fue víctima de un ataque cruel que le causó la muerte, presuntamente fue ejecutado por su hermanito de crianza de 12 años.
La pequeña fue encontrada muerta en una lavadora el pasado domingo en el barrio Virgen del Carmen, calle 3G, en el estado Zulia.
Esta tragedia se desencadenó en una humilde vivienda del barrio Virgen del Carmen, parroquia Idelfonso Vásquez de Maracaibo.
La niña sufría desde el momento de su nacimiento, nunca conoció a su papá y vivió con varias familias a quien su madre Carmen Rosa Villasmil creía conveniente dejar.
“Al parecer, ella vivió un tiempo con una tía, después con su abuela, pero al final su mamá se la dio a Rhona, una vecina de aquí del barrio Virgen del Carmen”, afirmó una vecina de la calle 3G.
Se refería a Rhona Chiquinquirá Cotes Báez, de 38 años, quien era la responsable de criar a la niña Aleana. La mujer vive con su marido, Ever Enrique Correa Julio, de 37 años.
La pareja tenía varios años en una casa que le dejó al cuido la mamá de Rhona.
El domingo en la mañana, cuando Rhona se levantó no encontró a la niña donde siempre dormía y preguntó a su hijo dónde estaba.
El niño le confesó a su mamá que estaba dentro de la lavadora. Allí la encontró muerta y con la ropa encima.
Según fuentes policiales, “el niño la había golpeado porque lloraba mucho y siempre pedía comida”.
Los funcionarios del Cicpc acudieron al sitio y según vecinos, Rhona les había dicho que la niña había muerto “porque le cayó la cocina cuando jaló el horno”.
Sin embargo, las investigaciones daban cuenta que había sido maltratada. A Rhona no le quedó otra que confesar lo que había pasado. El Cicpc se llevó detenido al niño de 12 años, a los padres de crianza por ser responsables del cuidado de la niña y a la mamá por haberla dejado en otro hogar.
A esta mujer la buscaron en el barrio El Mamón, donde residía. Se espera que todos sean imputados ante el Tribunal Sexto de Control, reseña Panorama