Los hermanos Faddoul, inocentes acorralados por la codicia

Tres menores fueron secuestrados a manos de miembros de las fuerzas de seguridad, que juraron proteger al inocente, un hecho que marcó un hito en la historia venezolana y que desencadenó una ola de protestas para presionar a un Gobierno, un desenlace fatal que llevó la desdicha a una familia, un futuro arrancado a balazos y un luto que aún persiste en la memoria de sus seres queridos.

En esta edición de Un Crimen Una Historia el portal de sucesos de El Cooperante rememorará el caso de los hermanos Faddoul, tres menores que fueron secuestrados y asesinados, junto a su chófer, en medio de una red criminal entre funcionarios de la Policía Metropolitana (PM) y delincuentes.

John Bryan, Kevin y Jason Faddoul, de 17, 13 y 12 años respectivamente eran hijos de un empresario canadiense de origen libanés que residía en la urbanización Colinas de Vista Alegre, en Caracas.

Los menores acudían a diario al colegio Nuestra Señora del Valle, situado en la calle 4-A de Vista Alegre. En horas de la mañana del 23 de febrero de 2006  los Faddoul se trasladaban a su colegio, junto a su chófer Miguel Rivas, como era de costumbre. En ese momento funcionarios dela Policía Metropolitana, junto otros delincuentes colocaron una alcabala policial improvisada, para llevarse secuestradas a las víctimas.

Al día siguiente del secuestro, los implicados llamaron a los padres de los adolescentes y les exigieron la cantidad de 10 millones de bolívares ($4,5 millones). En esos momentos la fiscal asignada al caso conoció que el comando de la PM no había asignado ninguna alcabala policial en esa urbanización, por lo que confirmaron que había sido una trampa para secuestrar a los jóvenes.

A finales de marzo, el padre de los hermanos Faddoul recibió una llamada de los secuestradores, en la que le informaban que la suma del rescate había sido disminuida, por lo que lograron conseguir parte del dinero y José Diab, hermano de la madre de los menores, fue el encargado de entregar el dinero del rescate, pero no se concretó, debido a que los captores se percataron de la presencia de funcionarios encubiertos y huyeron abortando el intercambio.

Durante este mes funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) adelantaban las investigaciones del caso contra funcionarios de la PM, señalados por el secuestro de los adolescentes.

Los días pasaron sin conocerse el paradero de los hermanos, los venezolanos pedían respuesta al Gobierno y presionaron con manifestaciones de calle. El 31 de marzo más de 500 alumnos y profesores de cuatro colegios de las urbanizaciones Vista Alegre y Bella Vista marcharon en estas residencias pidiendo al Gobierno Nacional más atención en este caso.

El 2 de abril cientos de personas caminaron desde Quebrada Honda hasta la iglesia La Chiquinquirá para participar en una misa realizada por el entonces cardenal Jorge Urosa Savino.

El fotógrafo Jorge Aguirre de la Cadena Capriles recibió un disparo en el pecho por un presunto funcionario cuando cubría una de las protestas en la UCV.

Gladys Diab, madre de los jóvenes, difundió una carta en los medios de comunicación dirigida a los secuestradores:

Ustedes no se imaginan el daño tan grande que produce un secuestro en una familia, y, por ende, en una sociedad tan hermosa como la de Venezuela. Bajo el nombre de Dios y con el nombre de miles de madres en todo el mundo, les quiero decir: los perdono. No soy nadie en este mundo. Todos somos extranjeros en la Tierra de Dios. Sólo Dios y los representantes de Él, perdonan. Pero yo soy el mundo para Bryan, Kevin y Jason, y tengo la suficiente autoridad de perdonarlos.

No sé quiénes son y no sé dónde están o en qué trabajan, cómo viven o cuál su religión, pero sí sé que ustedes tienen padres, hermanos, familia o hijos… bajo esta relación familiar que cada uno de ustedes tienen con sus seres queridos, les imploro misericordia. Les imploro misericordia por Bryan, que como ustedes deben saber es un muchacho excepcional y buen alumno; excelente hermano mayor y un buen hijo. Aparte de todo, se va a graduar dentro de poco con sus amigos del alma. Misericordia por Kevin que nació tristemente con una cruz, que con todo el dinero del mundo no pudimos eliminar la parálisis de su vida, pero con mucho amor, fe en Dios, pudimos compartir su carga y hacerla más liviana. Misericordia por Jason, quien fue un enviado por Dios para ayudarnos con la fuerte labor de Kevin y créanme que sí nos está ayudando muchísimo desde que nació. Misericordia por Miguel que es un excelente amigo y gran padre de dos hermosas criaturas, luchador día a día…

No estoy destruida como muchos lo piensan. No he tomado ningún tipo de calmante. Sólo he tomado el calmante de la oración y de la fe. Ahora es que tengo suficientes fuerzas para sacar adelante a esas criaturas que hasta ahora no se preguntan por qué fueron arrancadas de nuestras vidas camino a su colegio… Ya ustedes señores secuestradores conocen a mis hijos. Saben que no son malos y saben que nacieron para no ser negociados… Si Dios los escogió para finalizar con la misión de esas criaturas, no puedo hacer nada para evitarlo. No soy nadie delante de ustedes ni delante de Dios. Sólo les suplico que lo hagan rápido y mientras ellos duermen, les suplico que le den una foto de cualquier santo para que no se sientan solos. Lo único que puedo yo hacer de mi parte es rezarle a sus ángeles para que la subida al cielo, sea rápida y hermosa.

Muchos tenían la esperanza en aquel momento de encontrar vivos a los Faddoul. Uno de sus compañeros del colegio contó a sus profesores que había soñado que los habían encontrado con vida, pero la desolación y el dolor se desataron el 4 de abril de ese año, cuando aproximadamente a las 4:00 de la tarde, funcionarios de la policía municipal de Yare encontraron los cadáveres de los menores y del chófer Miguel Rivas en el sector El Lechozal, de San Antonio de Yare.

El crimen de los Faddoul dejó en los venezolanos una conmoción, rogando para que se hiciera justicia. En aquel año el para ese entonces ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, realizó una alocución en televisión y afirmó que los responsables por el homicidio iban a ser encontrados y sentenciados.

Por varios días las autoridades realizaron una cacería para dar con los implicados en el hecho, que los llevó a detener a 20 personas, de las cuales 17 recibieron la sentencia máxima de 30 años por su participación en el secuestro y el homicidio. Entre los condenados, cuatro eran miembros de la PM identificados como Jean Carlos Rodríguez, Maikel Alexander Monsalve, Carlos Enrique Talavera y Francisco Javier Gudiño.

Con estos funcionarios, también fueron condenados Yeiber Miller García (señalado como asesino de los hermanos), Yilber Marghi García Peroza (hermano de Yeiber), Alexis Yuliano Febres (responsable por la muerte del chofér), Luis Eduardo Contreras (autor intelectual), William Alfredo Sosa (estuvo en la alcabala en la que secuestraron a las víctimas), Octavio Israel Herrera (que realizó seguimiento a los hermanos), Edgar Ricardo Martínez, Alejandro Daniel Mendoza y José Antonio Febres.

Entre los implicados se encontraban algunos cómplices que también afrontaron la sentencia máxima Julia Charte (cuidadora de los adolescentes), Luvis Eneida Machado (que ocultó el arma homicida), Miguel Antonio Buelvas (ex funcionario de la PM) y Adrián Macías Laya (quemó la ropa de los hermanos)

Otro de los señalados por este crimen como autor material del hecho identificado como Lennon Gandica, también conocido como “el Gordo Lennon”, fue capturado por funcionarios de la Policía de Aragua (PoliAragua) el 18 de julio de 2015 durante una redada realizada en la población de Guanayén al sur de Aragua. Cuando estaba en prisión, en Alayón, este criminal fue asfixiado.

Testimonios

Luego de 11 años de este atroz crimen los venezolanos aún recuerdan el caso de los hermanos Faddoul y algunos lloran al hablar de este tema como se manifestó Raquel Amundarai, directora del colegio Nuestra Señora del Valle, donde estudiaron los adolescentes.

A Amundarai todavía se le quiebra la voz cuando menciona a los Faddoul, en la actualidad no ha logrado olvidarlos y afirma que para esa época las autoridades no hicieron todo lo que tenían que hacer para rescatarlos con vida.

De alguna forma los tienen presente, por medio de un cuadro con la imagen de Chárbel Makhlouf, también conocido como Youssef Antoun, un religioso maronita libanés, que dedicó su vida al sacerdocio.

En este cuadro se puede leer una inscripción que destaca: ”En memoria de John Bryan, Kevin y Jason Faddoul, Nadie muere mientras permanece vivo en el corazón de alguien, recuerdo de sus compañeros, abril 2006”.

Ese miedo que vivimos en esa época todavía persiste, no ha pasado, es duro recordar que una familia se desintegra y que dos personas se quedan sin hijo de esa manera violenta.  Jhon era el delegado de su salón, tenía un pie muy grande, por eso le echaban broma, pero era un caballero, Kevin tenía una discapacidad, pero era el más vivo de todos, quería que lo consintieran, era brillante, el más pequeño siempre estaba buscando a sus hermanos, a ellos no les dieron la oportunidad de desarrollarse y vivir su vida”, dijo sollozando la directora del colegio.

Las imágenes:

por Lysaura Fuentes/ElCooperante