Lo matan en primera base

Los homicidas compraron pastelitos antes de acribillar a Moisés Lugo, quien estaba en la primera base durante un juego de softbol. Los espectadores se escondieron en la Dirección de Deportes de la Universidad del Zulia hasta que dejaron de escuchar las detonaciones

Paola Hernández/La Verdad

En el diamante del estadio gremial Profesor Luis Medina Madriz, del centro deportivo en la Universidad del Zulia, los jugadores estaban desconcertados. El cadáver de Moisés David Lugo Vílchez (34) yacía en la primera base sobre un charco de sangre. Los homicidas lo acribillaron y luego huyeron en un Arauca azul, placa AG316KK y a 500 metros del lugar abandonaron el vehículo. «Por qué no lo protegieron, cómo dejaron que lo mataran jugando», exclamaba un señor.

Un testigo relató a La Verdad que el equipo de softbol Los Puertos, cubría el terreno en la parte alta del séptimo inning a las 11.30 de la mañana de ayer. Estaban a tres out de ganar el juego, porque «iban ganando por muchas carreras». Las gradas estaban colmadas de espectadores, un vendedor de cepillados observaba la algarabía. Lugo cubría la primera base y se preparaba para recibir al próximo corredor.

En cuestión de minutos los tres delincuentes al lado del vendedor de pasteles, sacaron las armas de fuego. Empezaron a disparar a su objetivo, mientras ingresaban al terreno para acribillarlo en su posición. «Yo a lo que vi al primero con la pistola, solo pude correr». El público salió a resguardarse en la Dirección de Deportes de la universidad. Los jugadores del equipo contrario se escondieron en el dugout.

Los homicidas seguían disparando mientras huían, relató uno de los testigos, al parecer un compañero de la víctima estaba armado y se inició un enfrentamiento, presuntamente logró herir a uno de los malhechores. En el intercambio de disparos un pelotero iba llegando en su vehículo y una bala perforó la carrocería, por temor se lanzó a la cañada que está cerca, saliendo por el asiento del copiloto.

Los delincuentes huyeron en un auto que abandonaron cerca del lugar, los testigos presumen que otros «compinches» los esperaban en las adyacencias de la Ciudad Universitaria. Nadie los reconoció.

Herméticos

La Policía científica llegó al sitio una hora después, los familiares no quisieron dar declaraciones a los medios, los allegados alegaban que no tenían conocimiento de nada. Una mujer hablaba por teléfono y repetía: «No le dieron chance de nada, nadie pudo hacer nada, no me lo cuidaron».

Unos 30 hombres observaban a los detectives, entre ellos los nueve compañeros del equipo, mientras recolectaban la evidencia, medían la distancia de los disparos y recogían muestras del charco de sangre. Ninguno quiso dar declaraciones.

Los funcionarios hicieron el levantamiento planimétrico y la trayectoria balística, en las paredes del dugout quedaron los impactos de bala que dejó el enfrentamiento con los delincuentes. Un oficial llamó a los familiares y le solicitó hablar con los jugadores. Uno de los peloteros habló por todos y explicó lo que vivieron, «estábamos en pleno juego cuando pasó todo», se le escuchó decir.

Los sabuesos de la Policía científica levantaron el cadáver y lo llevaron hasta la morgue. El vehículo utilizado por los ladrones lo recuperaron y lo llevaron hasta la sede principal de la Delegación Maracaibo. El móvil que manejan los oficiales es la venganza.

Jugador homicida

Moisés David Lugo Vílchez (34) estaba solicitado por el Tribunal Penal de Primera Instancia en el estado Falcón, por los delitos de homicidio calificado en la ejecución del delito de robo desde el 24 de marzo de 2014.

Lugo habría participado en el robo a la residencia de Musa Yazda Mohamed (39) y su asesinato el pasado 31 de octubre de 2012, junto a José Miguel Vílchez Olaves, Milfred Medina Franco, Milfred Alberto Medina Vílchez, Janmil Carolina Medina Vílchez y Mauricio Arturo Lugo Vílchez. Todos con solicitud de aprehensión por el mismo tribunal. Un oficial informó que presuntamente la víctima estaría involucrada en la banda de Los Matos, la cual se dedica al narcotráfico.

Segundo atentado

El 29 de octubre del 2011 Moisés compartía en un restaurante del sector Paraíso con Gustavo Fernández (38), otro hombre de apellidos Ramírez Palmar y una dama. Al salir del establecimiento un Ford, Fusion, gris, placa LDX-87X con tres gatilleros a bordo les dispararó 32 veces a la camioneta Toyota 4Runner en la que se trasladaban.

En esa oportunidad una bala rozó el cráneo de Lugo, Fernández recibió tres tiros y Ramírez Palmar nueve. Los pistoleros huyeron en otro vehículo que los recogió, a los heridos los trasladaron hasta la emergencia del Hospital Universitario de Maracaibo. Esa noche murió Fernández, el resto se recuperó.