El pasado 18 de agosto los fiscales 107ª y auxiliares del Ministerio Público con competencia en el Área Metropolitana de Caracas, Anabella Carballo, Jorge Hernández y Yurimar Alvarado, respectivamente, presentaron ante el Tribunal 11º de Control el acto conclusivo en la investigación contra los profesores de natación del Colegio Emil Friedman, Richard Oswaldo Marín Torres (47) y Juan José Carrillo Palacio (41), en el mismo solicitaron la admisión de la acusación, el enjuiciamiento de los hombres y que se les mantengan las medidas procesales actuales.
Marín es acusado del delito de abuso sexual en perjuicio de un niño de seis años de edad y actos lascivos contra dos estudiantes (cinco y siete años de edad), mientras que Carrillo es señalado de ser su cómplice. Las condiciones en las que se encuentran ambos son distintas, debido a que el primero está privado de libertad y el segundo debe presentarse cada 15 días en el Palacio de Justicia.
Fuentes vinculadas al caso revelaron a Caraota Digital que Marín permanece recluido en la División de Investigaciones y Protección en Materia del Niño, Adolescente, Mujer y Familia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), ubicado en el piso 1 del edificio Icauca de la avenida Urdaneta de Caracas. El hombre no ha sido trasladado al Internado Judicial de Carabobo, ubicado en Tocuyito, pese a que el juzgado que lleva la causa lo acordó tras la solicitud de la fiscalía.
Un funcionario de la policía científica que pidió mantener su nombre en resguardo indicó que, el hoy acusado permanece esposado de la mano izquierda (es derecho) a una silla, por temor a ser objeto de violencia en el penal carabobeño. “No lo han llevado a Tocuyitoporque allá lo más seguro es que lo violen. Las reglas de la cárcel son así, violan al que viola gente indefensa”, dice.
En el lugar solo le permiten leer e ir al baño (cuatro veces) en horarios establecidos por los efectivos policiales. Junto al profesor de natación se encuentran ocho hombres con edades entre los 25 y 55 años, que son acusados de cargos similares.
Asimismo, señala que Marín junto a sus compañeros de presidio se alimentan con lo que diariamente les hacen llegar sus familiares, tal envío de comida debe cumplir con condiciones mínimas: debe estar en recipientes desechables debidamente identificados, no pueden llevar salsas (de tomate, mostaza y mayonesa), la proteína (carne, pollo o pescado) no puede tener huesos o espinas, y están prohibidos los refrescos. Estos parámetros, indica, permiten evitar el traslado de drogas y la creación de armas punzocortantes con las cuales podrían liberar sus esposas o generar un motín.