El 24 de febrero de 2020 se cumplió un mes desde que Morella, la mujer que estuvo 31 años raptada por Matías Salazar Moure en Maracay, lograra huir. La víctima lo conoció durante un viaje que realizó al estado Aragua para averiguar acerca de unas carreras universitarias. Crónica.Uno ofrece nuevos detalles del caso.
Caracas. Ha pasado un mes desde que Morella* volvió a la vida. Luego de 31 años logró escapar de su captor, Matías Enrique Salazar Moure, quien la mantuvo encerrada en un apartamento del Conjunto Residencial Los Mangos, en Maracay, estado Aragua.
Tomó el riesgo de probar en la cerradura unas llaves que Matías olvidó. Abrieron. Después de pedir ayuda a los vecinos para que le abrieran la reja de la salida principal, caminó durante dos horas hasta llegar al Instituto de la Mujer, donde casi no creen su historia, hasta que otra funcionaria la escuchó y la ayudó.
A continuación, nuevos detalles y un recuento de cómo ha transcurrido el caso, tras la detención de El gordo Matías, como le dicen los vecinos:
Morella comenzó su noviazgo con Matías cuando tenía 17 años y él 23. Lo conoció durante un viaje a Maracay con una amiga del bachillerato. Ambas planearon averiguar dónde podían estudiar Idiomas Modernos o Turismo, pero antes querían conocer Parque Aragua. Un amigo les dio la cola hasta El Limón y con él retornaron a Valencia horas después.
En la parada de El Limón Matías se detuvo y les ofreció la cola. En el trayecto le pidió el número telefónico a Morella y al día siguiente la llamó.
- El 23 de diciembre de 1988, ya mayor de edad, Morella escapó de su casa, en Valencia, para vivir con Matías. Sus padres y hermanos no estaban de acuerdo con la relación, notaron que su novio era agresivo y controlador, no la dejaba salir sin su permiso ni siquiera a reuniones familiares.En una ocasión tuvieron un altercado con él. Apareció en una celebración familiar para reclamarle a Morella que asistiera sin su permiso. Después de ese episodio su madre le pidió terminar con esa relación, pero Matías insistió hasta que la convenció de escapar.
- Inicialmente, vivieron en un hotel del estado Aragua. Al poco tiempo la llevó a otro donde permaneció entre seis y ocho meses. Para no levantar sospechas la trasladó a una vivienda en el barrio La Coromoto y luego a otra en el sector Los Samanes. 18 años los pasó en Los Mangos.
- Durante aproximadamente tres años Morella no fue víctima de violencia física. Sin embargo, desde que llegó a Maracay, Matías no la dejaba salir ni hablar con los vecinos. La violencia fue aumentando hasta que comenzaron las agresiones sexuales, psicológicas y físicas.
- Mientras estuvo cautiva en el sector Los Samanes funcionarios de la antigua la Policía Técnica Judicial (PTJ) —hoy Cicpc— la visitaron una noche, luego de denuncias de los vecinos. Morella le negó a la policía que era víctima de violencia, tenía miedo de que Matías la golpeara nuevamente si llegaba a decir la verdad.
- En esa vivienda no tenía luz en la sala del apartamento y el policía, con una linterna, le pidió que levantara las manos para observar si tenía morados. Morella no tenía llaves de la reja y por eso solo abrió la puerta.
- Los padres de Morella denunciaron ante la PTJ. Sin embargo, los funcionarios alegaron que ella se había ido por voluntad propia y ya era mayor de edad.
- Durante un tiempo la madre de Morella recibió llamadas, supuestamente de su hija, quien aseguraba que estaba bien y que no quería que la buscaran más. Tiempo después cesaron las llamadas y la familia decidió formular la denuncia en enero de 1989.
- Morella estaba sola en el apartamento de la torre C. Durante un tiempo tuvo un televisor hasta que se dañó. Sus días los pasaba oyendo, a bajo volumen, una radio y en una ocasión escuchó un programa acerca de la violencia de género.
Se convirtió en una obsesiva de la limpieza en silencio, ante tantas amenazas que recibió si llegaba a pedir ayuda. Matías pasaba muchos días, incluso semanas, sin visitarla. Le dejaba comida, siempre el mismo menú: granos y huevos. - A algunos habitantes del conjunto sí les llamó la atención que en la ventana del apartamento había una planta que, pese a las prolongadas ausencias de Matías, no se secó. Un diciembre lo vieron entrar al apartamento con un pan de jamón, también con una cava.
En algunas ocasiones los vecinos de Morella escucharon ruidos. Matías les respondía que era la señora de limpieza. Un vecino contó a Crónica.Uno que durante su adolescencia se reunían en el apartamento de al lado porque uno de sus amigos vivía ahí. Les contaba que oía un radio muy bajo. Incluso llegaron a pasar minutos detrás de la puerta para escuchar mejor, pero no percibieron ningún ruido.
En tantas hipótesis que se plantearon los adolescentes creyeron que se encontraban ante un fenómeno paranormal.
- Morella presenta un cuadro de desnutrición severa, pesa 38 kilos. Actualmente, tiene una dieta especial con varios suplementos. También asiste a consulta psicológica.
- Matías Salazar fue detenido el 27 de enero de 2020, cuatro días después de que Morella escapara. Acudió a la Fiscalía a denunciar que presuntamente «habían secuestrado a su esposa».
- Según nota de prensa del Ministerio Público, Matías Salazar fue imputado por los delitos de violencia psicológica, amenaza, violencia sexual y esclavitud sexual.
- Se conoció extraoficialmente que Matías goza de privilegios en el centro de detención preventiva de la Policía del estado Aragua, donde se encuentra, distinto al de los otros reclusos.
- La fecha de la audiencia preliminar será fijada en marzo, una
- Tras la denuncia que formuló Morella se descubrió que había tres víctimas más. Dos de ellas son madre e hija, quienes también vivían en el Conjunto Residencial Los Mangos, pero en la torre D.
Fanny (la madre) estuvo desaparecida durante 23 años. Escapó con este hombre, porque su familia se oponía a la relación: también lo consideraban violento y, además, le llevaba 15 años.En cautiverio Fanny tuvo una hija con él: María.Matías la llevaba a la escuela y posteriormente a la universidad. La esperaba afuera hasta que saliera y luego la dejaba en la casa. La joven de 20 años contó a su familia que siempre creyó que su padre era muy sobreprotector.
- Para los vecinos de Los Mangos, Fanny era la esposa de Matías, aunque poco la veían. Este les comentó a algunos vecinos que ella tenía una discapacidad mental y por eso no salía mucho. En ocasiones especiales, como la misa de grado y la graduación de María, la sacó del apartamento bajo amenazas.
- Vecinos de Los Mangos describieron a Matías como un hombre que siempre vestía de negro, con zapatos de estilo casual, tenía el cabello suelto y largo y olía muy bien. Aseguraron que era dueño de al menos cuatro vehículos y que por su porte era adinerado.
Con ciertos vecinos de la torre D sostuvo algunos problemas por el condominio. Incluso se ofreció a pagar ciertos arreglos del edificio con la condición de que después le devolvieran el dinero.
- El conjunto residencial es solitario, casi nadie se asoma por los balcones. Consta de seis torres, todas con reja en la entrada principal, y en dos de ellas Matías tenía apartamentos.
- La tercera víctima, Ana María, es la esposa legal de Matías, quien vive con su suegra en el sector Las Mayas. Sin embargo, esta mujer continúa en esa casa, aunque funcionarios la rescataron el viernes 7 de febrero. No ha denunciado.En varios videos difundidos a través de las redes sociales ha asegurado que no es víctima de rapto y que tampoco ha sido víctima de violencia física.
- La defensa de Matías Salazar, en rueda de prensa, aseguró que no era delito tener tres mujeres. También dijeron que el partido Voluntad Popular pretendía desprestigiar a Matías porque él trabaja para el gobierno del estado Aragua.