Sujetos no identificados treparon dos apartamentos de los pisos tres y cuatro del edificio Río Aro, ubicado en el bulevar de El Cafetal, y hurtaron algunos objetos de valor. Para escapar, los delincuentes amarraron sábanas y bajaron al estilo rapel.
Los hechos ocurrieron entre la madrugada del lunes 15 de noviembre y la mañana del siguiente día. Habitantes de las residencias, así como de sectores aledaños, aseguran que esta práctica se ha vuelto algo habitual, pues el mes pasado perpetraron el mismo hecho en el edificio Café Mar y hace dos meses ocurrió en residencias Atamaica, indicaron.
Afectados denunciaron que en Café Mar escalaron de la misma forma que lo hicieron en Río Aro, mientras que en Atamaica reventaron la reja principal, burlaron el cercado eléctrico y hurtaron en el estacionamiento.
Vecinos denunciaron la permanencia de un grupo de hombres, durante la última semana, en los alrededores del edificio Río Aro. “Pareciera que estuviesen estudiando los movimientos de las personas que entraban y salían, las luces que quedaban apagadas”, detalló una de las vecinas a quien se le resguardó la identidad.
Según la información suministrada por los vecinos, los delincuentes se treparon hasta el piso tres y forzaron las rejas. El apartamento al que ingresaron estaba vacío, había solo unas cuantas cajas de ropa propiedad de una familia que iba a comenzar la mudanza hacia el inmueble, de las cuales sustrajeron algunas prendas.
Al no hallar nada de valor, se treparon hasta la vivienda de arriba donde aplicaron el mismo método para entrar. De allí cargaron con un televisor de 40 pulgadas, un monitor de computadora y electrodomésticos pequeños.
Los hechos ocurrieron entre la madrugada del lunes y la mañana del martes | Fotos: cortesía
“No sabemos cómo bajaron ese televisor, el hecho es que desprendieron los vidrios de la ventana de una habitación que no tenía rejas, desde allí amarraron las sábanas y se lanzaron”, relató una habitante del edificio.
Ante este hecho, los afectados se comunicaron con funcionarios de Polibaruta que acudieron al llamado. “Dijeron que no podían hacer nada porque no fueron capturados en flagrancia. Desearíamos más patrullaje así como mayor alumbrado público. Hace falta la presencia de la policía para que estos hechos no vuelvan a repetirse”, dijo la misma habitante de las residencias.
Temen, además, que este grupo de delincuentes fije como blanco a adultos mayores que residen solos en varios sectores de El Cafetal.