Katiuska Olmos falleció de manera repentina el pasado domingo en la UCI de un hospital santiaguino. Sus tres hijos se encuentran bajo el cuidado de allegados.
Katiuska Andreína Olmos Bravo cumplió 34 años el pasado sábado 21 de septiembre en una sala del Hospital de Urgencia Asistencia Pública, en Santiago de Chile, donde migró hace varios años desde Maracaibo y residía con sus tres hijos: Valentina (13), David (9) y Mathías (1). El domingo, un día después de su fecha natal, falleció en la UCI del referido centro asistencial.
Fue una muerte inesperada, según Karla Olmos, hermana, quien desde España explica que, Katiuska presentó dolores musculares y en los huesos el viernes. El deceso hizo que sus cinco hermanos, residentes todos en el país ibérico, impulsaran la ejecución de una autopsia.
Y así, una conocida de Katiuska, médico, le escribió a Karla el siguiente mensaje:
Por lo que veo, venía complicada desde hace mucho tiempo porque allí tenía muchas alteraciones, una anemia severa, los órganos todos inflamados -tanto que llegó a tener un shock así que es algo que ya venía de tiempo. ¿Cuánto? No sabría decirte. Lo que si te puedo decir es que tal vez venía sufriendo sola sin decir nada, tal vez. Porque debió sentir dolores muy fuertes”.
Lo sucedido sacudió a la comunidad venezolana en Chile. El impacto por lo ocurrido afecta directamente a tres pequeños que se encuentran bajo el cuidado de allegados y conocidos.
Karla explica que el sueño de Katiuska y de toda su familia era mudarse con sus hijos a España para reencontrarse. “Mi hermana fue una guerrera. Trabajaba como manicurista. Era la mejor. Trabajaba para sus hijos. Somos una familia muy unida y sólo estábamos esperando que abriera la Embajada para podérnoslos traer a todos”, asegura.
Ahora, en memoria de Katiuska, quieren llevárselos consigo, pero afrontan muchas dificultades porque son una familia humilde. “Una hermana se prepara para ir a Chile para gestionar todo lo relacionado con la posible salida de los niños. Hicimos algunos prestamos”, sostiene Karla.
Necesitan recursos para traslado, documentación, parte de los servicios funerarios, alojamiento y alimentación de los pequeños. La meta es que pasen las navidades con sus tíos.
“El papá de los dos mayores nos entregará la patria potestad. Estamos viendo si él los busca y los lleva para Venezuela para tramitar sus pasaportes”, precisa Karla, quien, sin embargo, deja claro que como todo ha sido tan rápido, aún se coordinan las acciones a seguir.
con información de Versión Final