Al cumplirse un año del operativo Gran Cacique Guaicaipuro I, que desmanteló la organización delictiva que hacía vida en la Cota 905 (Caracas), el periodista Eligio Rojas hizo un recuento de las acciones que ha llevado a cabo el Estado venezolano para evitar la expansión de la criminalidad y los flagelos derivados de la misma, sobre todo en zonas populares de la capital.
La banda de la Cota 905, recordó Rojas, fue fundada por Garbis Ochoa (alias El Garbis), Carlos Calderón (alias El Vampi) y el hoy abatido Carlos Revette (alias El Koki), siendo este último la cara visible de la banda. Los dos primeros criminales aún hoy en fuga.
La decisión de ejecutar el operativo Cacique Guaicaipuro I se había tomado desde el año 2020, cuando el presidente Nicolás Maduro designó a la almiranta Carmen Meléndez como ministra de Interior, Justicia y Paz, en sustitución del general Néstor Reverol. El nombramiento ocurrió en octubre de 2020. En diciembre de ese mismo año comienzan los operativos de seguridad en zonas aledañas a la Cota 905, que abarca una vía bastante amplia al sudeste de la ciudad.
Ya para la fecha, los organismos de inteligencia estaban al conocimiento de los planes de la banda delictiva de ampliar sus operaciones hacia La Vega y Caricuao, en búsqueda de un territorio que les proveyera de la estructura para expandir la ruta segura del narcotráfico, que como se ha conocido por medios oficiales, planteaba trasladar la droga que llega desde Colombia hacia las entidades centrales del país: Aragua, Carabobo, Guárico, entre otras.
Entre diciembre de 2020 y enero de 2021, los cuerpos de seguridad atacaron las irregularidades en La Vega, donde se dictaba un toque de queda por parte de los criminales a partir de las 6 de la tarde. Según los testimonios de los vecinos, miembros de la banda delictiva comenzaron a hacer especies de censos casa por casa, y en las viviendas desocupadas apertrechaban municiones, armas o se las asignaban a alguien que traían a manera de custodio.
Los enfrentamientos que tuvieron lugar en La Vega en este periodo dejaron al menos 25 abatidos. En represalia contra las autoridades, los cabecillas de la banda idearon una especie de plan para caotizar el sudoeste de la ciudad: todas las semanas se registraban tiroteos vinculados a la Cota 905 y los cadáveres eran arrojados por los bajantes de basura desde la zona, y caían en plena vía, cerca de los túneles del Paraíso.
Entonces, en julio de 2021 se registró un ataque a la sede central de la Policía Nacional Bolivariana en El Helicoide, aledaño a la avenida Presidente Medina y frente a la Cota 905. En esta sede se encuentra el parque de armas del cuerpo de seguridad, los vehículos utilizados para operativos especiales y también, algunas celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar (Sebin).
Como respuesta a ese ataque, que mantuvo en zozobra a los caraqueños, la ministra Meléndez ordenó el despliegue de seguridad en cinco parroquias de Caracas, que incluyen la zona de acción de la banda de la Cota 905: Santa Rosalía (El Cementerio), El Valle, La Vega, El Paraíso y San Juan. Durante el despliegue, los criminales asesinaron a dos funcionarios policiales.
Tras el desalojo de la banda de la popular zona caraqueña, fueron evidenciadas no solo la cantidad de armas, municiones y estructuras que habían creado para mantener la observación constante el movimiento de la ciudad, sino también sus presuntas conexiones con organizaciones de narcotraficantes colombianos que financiaron las rutas que ya se habían comenzado a construir expresamente para pasar la droga. Además, tenían 32 puntos de venta de estupefacientes en la Cota 905, El Cementerio y sectores vecinos.
Como resultado de esta operación, fueron imputadas 25 personas ante los tribunales antiterroristas de Caracas: a 13 se les acusó de tráfico de armas, y a 8 por el uso de adolescentes para delinquir.
El ministerio también asumió, a partir de estas acciones, la política de las zonas de paz, que incluyó no solo a la Cota 905 sino también a otras comunidades vulneradas por bandas criminales, como el barrio José Félix Ribas de Petare, azotado por Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, alias «Wilexis».
En una entrevista reciente que el diputado Juan Carlos Alemán otorgó a Eligio Rojas, en la que admitió que dicha política implementada por el ministerio de Interior, Justicia y Paz, no parece haber sido la más acertada puesto que fue aprovechada por los mismos delincuentes para consolidarse en los territorios. La aseveración de Alemán, diputado por el Circuito Nº 5 de Caracas, que incluye la Cota 905, fue hecha a modo de autocrítica, así como el reconocimiento de la dificultad de las autoridades para desmantelar la banda de alias «Wilexis», en Petare.
«Resta saber cuál es el destino de los dos cabecillas que operaban ahí en la Cota 905, alias «El Garbis» y alias «El Vampi», porque según lo que hemos publicado, esa gente quiere retomar esos espacios y tiene a unos seguidores pendientes», fustigó Rojas para concluir su más reciente entrega de «Tubazos».
por LaIguana.TV
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