La tragedia de Maracaibo: Un proyectil truncó el inicio de sus vacaciones escolares

Yedineri Estefani Parra Chirinos, de 13 años, comenzaba a disfrutar de sus vacaciones escolares, cuando un proyectil impactó en su pecho y le produjo la muerte mientras se encontraba en las afueras de su vivienda, situada en el barrio Felipe Pírela, parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo, estado Zulia. El hecho ocurrió la noche del lunes 15 de julio.

Yedineri  tenia 13 años y estudiaba en la UE Los Pinos.

La noche del lunes 15 de julio, la adolescente estaba en la casa donde vivía en el barrio Felipe Pirela, ubicado en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, de Maracaibo. Allí ocurrió la tragedia que enluta hoy a la familia Parra Chirinos.

Yedineri compartía la vivienda, de la calle 95-A con avenida 82, con sus dos hermanos, un tío y la abuela. Sus padres la dejaron con ellos cuando decidieron partir a Colombia, para buscar mejores ingresos económicos.

El tío llegó  en su moto a la casa a las 8:30 de la noche del lunes 15-J.

A los minutos, a la calle, a unos pocos metros, se estacionó un carro, del que nadie vio características.

Del auto bajó un hombre armado. Nadie vio nada.

Yedineri  jugaba con sus hermanos entre la acera y el porche, como lo hacía a diario.

El pistolero accionó su arma y la bala rebotó en el pilar de la casa. El proyectil impactó en el pecho de la estudiante, quien se desvaneció en la acera. 

Los gritos de los familiares alertaron de la tragedia a los vecinos. 

El gatillero huyó del lugar en el mismo automóvil en el que llegó.

¿Qué le pasa a Yedineri?, preguntaban sus hermanos, mientras era llevada al Hospital de Cuatricentenario, donde llegó sin signos vitales.

Los padres de Parra  recibieron la devastadora noticia vía telefónica. Este martes 16-J los parientes dijeron que harán todo lo posible para venir y despedirse de su hija.

Otro tío de la víctima, Kelwin Chirinos, la describió, entre lágrimas, como una “niña” tranquila, que siempre estaba pendiente de sus quehaceres en el hogar y en el liceo.

“Estamos orando por justicia, que las dejo en manos de Dios, esto no puede quedar impune”, declaró, mientras unas mujeres, parientes de la víctima, le daban fuerzas en la humilde vivienda.

Personal del Cicpc inició las investigaciones. En la barriada creen que al tío querían robarle la moto. Policialmente, ningún móvil se descarta, reseña Panorama