La muerte de esta familia tachirense en Georgia, Estados Unidos, ha conmocionado a la región. Quienes conocieron a la pareja pueden hablar de una relación llena de amor y entendimiento, ninguno puede creer lo ocurrido. “Nunca vimos venir la tragedia”, aseguraron sus familiares
por Jhoana Suárez/La Nación
La tragedia tocó a la puerta de la familia Ramírez Rosales el lunes 16 de octubre y el asombro y la conmoción se adueñó de sus familiares y amigos. La noticia del hallazgo de los cuerpos de los esposos Niurka Rosales y Jesús Ramírez y de su hijo Jesús David Ramírez, de 7 años, en el apartamento donde residían en el condado de Delkab en Georgia, Estados Unidos, llegó en horas de la noche al Táchira y desde entonces todo ha sido dolor e incertidumbre.
Aunque las autoridades estadounidenses han manejado el caso como un posible doble homicidio–suicidio, las familias de los occisos no tienen una versión oficial que les permita dar respuesta a su más grande interrogante: ¿Qué pasó?
Jesús Ramírez y Niurka Rosales se conocieron hace casi 14 años en San Cristóbal, estado Táchira. Jesús, maestro lutier reconocido en el Táchira, oriundo del municipio Seboruco; y Niurka Rosales, abogada, oriunda del estado Bolívar, se conocieron, se enamoraron y 7 años después migran a Estados Unidos. Se van legalmente y estando allá pidieron asilo, razón por la que sus familias no los volvieron a ver.
Un maestro lutier de gran estima
Edgar Ramírez, hermano de Jesús, recuerda con exactitud la fecha en que su hermano partió a los Estados Unidos. Un 22 de junio de 2017 llegaron a Miami y luego se mudaron a Atlanta, específicamente al estado de Georgia donde se establecieron.
Contó con orgullo que Jesús viene del campo, como toda la familia Ramírez Roa. Todos tenían una afinidad especial por la música, y Jesús sigue sus pasos cuando él comienza a fabricar instrumentos musicales. “Mi hermano se preparó varios años en Caracas como maestro lutier, luego se vino a San Cristóbal y trabajó en el Sistema de Orquestas, trabajó reparando los instrumentos de todos los músicos y así, hizo muchos amigos”.
Relató que su hermano hacía violines extraordinarios, buenos cuatros y otros instrumentos, era polifacético y tenía mucha facilidad para la mecánica y la electrónica. “Tenía muchos dones y habilidades bien utilizadas”. Jesús era morocho, su hermano murió cuando tenía 9 años, él al igual que otros de sus 8 hermanos era Situs Inversus, una rara entidad congénita que se caracteriza por tener el corazón y otros órganos en el extremo derecho, lo cual no le impedía desenvolverse normalmente en la sociedad.
Hizo gran hincapié en que su hermano amaba mucho a su esposa y su hijo y siempre compartía con ellos de forma amorosa, incluso insistió en que hay cientos de recuerdos de ellos, juntos como familia. “En un principio, Jesús trabajó en la remodelación de edificios en los Estados Unidos, luego tiene un problema de salud, lo operan y comienza a trabajar como Uber, oficio que desarrollaba en la actualidad junto al emprendimiento que tenía con Niurka, que era decoración con globos que está muy de moda”.
Relató que Niurka era maestra de una escuela y él cada día la llevaba a su lugar de trabajo y al pequeño a sus clases. “Jesús David era su vida, era muy importante y siempre estaba muy pendiente de él”. De igual manera, mantenía comunicación constante con su familia en Seboruco, hablaba con su mamá casi que a diario. La última conversación que mantuvo con Jesús, donde participó su madre fue el domingo cuando regresaba de misa y con su hermana se comunica el lunes a las 10 y 30 de la mañana, luego no vuelven a saber de él, hasta que un tercero les cuenta lo ocurrido.
“Nos enteramos de lo ocurrido por un tercero, el lunes a las 9 y 30 o 10 de la noche. En ningún momento alguna autoridad se comunicó con nosotros. Fue el martes en la tarde que conocimos más detalles por la madre de una de las primas de Niurka que estaba en Atlanta. Pero, no tenemos más información, la familia está conmocionada ante esta tragedia tan inesperada”, añadió.
Edgar comenta muy pausadamente que la familia no ha salido del asombro. Hace un año perdieron a su padre, quien sufría de Alzheimer, y Jesús tampoco pudo venir. Jesús no era hombre de vicios, ni violento, era trabajador, muy callado pero muy sabio cuando comentaba sobre algo. “Quienes lo conocieron pueden dar fe de mis palabras”.
Desde que se dio a conocer la noticia, las redes se han llenado de mucha información que ningún familiar quiere leer o escuchar. Confiesa estar lleno de mucho dolor y por eso exige que se aclaren los hechos, que finalmente expliquen lo que sucedió porque hay muchas cosas que no cuadran en esta historia. “Jesús no era eso que dicen, no somos personas de ese talante, no nos cabe en la cabeza todas estas cosas”.
Actualmente, la familia Ramírez Roa se encuentra realizando un Gound Found Me para repatriar los restos de Jesús. “Él quería venir y ahora va a regresar, pero en una cajita ¡Cómo nos duele todo esto, cómo nos duele no saber qué pasó!”.
Una abogada emprendedora y alegre
El dolor y la incertidumbre que vive la familia Ramírez Roa es compartido por la familia Rosales. Lisnel es hermana de Niurka y se encuentra tan conmocionada con la noticia que todavía no encuentra una explicación a lo ocurrido. Aunque no la veía desde hace siete años, nunca perdió la comunicación con la que consideraba su cómplice. “Nos llevamos solo un año de diferencia, y compartimos muchas cosas, desde chiquitas hacíamos todo juntas. Es un dolor que no se puede explicar con palabras, solo lo entiende la persona que lo está viviendo”.
Con una marcada tristeza en su mirada, Lisnel confiesa que quien más ha sido afectado por lo ocurrido, es su padre. “Mi madre, mi padre y mi hermano están en los Estados Unidos, y aunque no viven tan cerca de Niurka tenían un contacto constante, además Niurka era la niña de mi papá. Ella era tan amorosa, no recuerdo una sola vez que haya llamado a mi papá por otro nombre que no sea papi”.
Lisnel cuenta que su hermana viajó con su familia hace casi 7 años a Estados Unidos, el niño tenía como un año de edad y en medio de la crisis decidieron migrar. Allá los esperaba mi hermano con su esposa y sus dos hijos. Niurka nació en el estado Bolívar, pero luego llegan a San Cristóbal y ella se va a Caracas a estudiar, allí se gradúa en la Universidad Santa María como abogado y comienza a trabajar en el Ministerio de Educación.
Cuando regresa a San Cristóbal sigue trabajando en la parte legal de la Zona Educativa. Allí conoce a la hermana mayor de Jesús, quien los presentó porque ambos estaban solteros, de esta forma Jesús y Niurka se conocen y comienzan una relación. Estuvieron como un año de novios y luego se casaron.
Lisnel no puede recordar un solo evento que pueda indicarle que la pareja tenía problemas. Nunca hubo un mal gesto, una mala palabra por parte de Jesús hacia Niurka. Nunca hubo un comentario de ella, hablando de problemas en su hogar, por el lado de nuestra familia, ninguno puede contar algo malo sobre él. “Era un hombre muy trabajador, lo que pude ver de él con su bebé, puedo decir que era un excelente padre, lo amaba. Jesús siempre estaba con mi hermana, apoyándola en el emprendimiento, en sus cosas, ellos eran un muy bonito hogar. Eran muy compenetrados como pareja”.
Niurka era una asidua estudiante. Estando en Estados Unidos, continuó formándose, hizo varios cursos, uno de ellos era de Auxiliar de Preescolar y los otros se relacionaban con su emprendimiento de decoración con globos. La venezolana comienza a trabajar en una escuela gracias a esa certificación y comienza a obtener reconocimiento por su emprendimiento. Jesús trabajaba como Uber y entre los dos pudieron costear sus cosas, vivían alquilados, pero tenían su vehículo propio.
“Ella logró certificar su negocio y la entrega de la credencial coincidía con el cumpleaños de mi papá y eso fue para ella una extraordinaria coincidencia, ella amaba a su familia”, dijo.
La noticia la recibieron el lunes por la noche, a sus padres ya avanzados en edad, decidieron contarle al día siguiente. “Hillary le cuenta a mi hermana y mi hermana me llama y me cuenta. Y ha sido tan fuerte estar tan lejos, no poder compartir este dolor con papá y mamá”.
Lisnel confiesa en medio del llanto sentir mucho dolor, porque no encuentra explicación. “Si ellos hubiesen tenido problemas, uno dice se veía venir, pero nunca vieron venir la tragedia. No sabemos qué paso allí, ellos tres se llevaron a la tumba el por qué ocurrió lo que ocurrió, solo ellos saben por qué llegó ese momento”.
La familia Rosales ha decidido recordarlos bonito y pide a Dios para que dé fortaleza a ambas familias. “Debe ser tan fuerte para la familia de Jesús porque mucha gente lo señalará y dirán que es un monstruo, pero por lo menos de parte de mi familia no hay odio hacia él. Jesús es y seguirá siendo siempre un hijo más para mi familia, porque nosotros no sabemos lo que paso y quizá la gente se preguntará como yo puedo hablar así. Yo siempre oraré por mi hermana, mi sobrino y por mi cuñado para que descasen en paz y si él realmente cometió eso que Dios lo perdone, porque la verdad ninguno de los tres merecía morir de esa manera”.
El sepelio de Niurka y su hijo será el domingo en Estados Unidos y su familia acá en San Cristóbal, estarán haciendo los rezos el día lunes en la iglesia de Pirineos. Los restos de ella y su hijo se quedarán en Estados Unidos con sus padres y hermanos.
El niño más feliz del mundo
Edgar y Lisnel además de coincidir en el dolor y la incertidumbre, también concuerdan en su manera de describir al pequeño Jesús David. “Era el niño más feliz y más amado del mundo, además fue un niño muy deseado, lo buscaron por mucho tiempo, y cuando llegó, estuvo llenó de amor. La mano dura de ese niño era Niurka porque Jesús lo complacía en todo. Yo sé que mi niño, con falta de amor no se fue”, añadió Lisnel.
Aunque la autopsia ya fue practicada a los cuerpos, al cierre de esta edición, no se había dado a conocer la causa de muerte ni se había revelado por parte de las autoridades lo que ocurrió este fatídico lunes. El caso no ha sido cerrado.