La intérprete de señas asesinada por un evadido

La noche de aquel domingo 23 de enero de 2014 la tragedia tocó la puerta de una familia venezolana. Adriana Urquiola, con tres meses de gestación, había quedado tendida sobre el pavimento frente a la urbanización Los Nuevos Teques, en el estado Miranda.

La noticia corrió como agua de un río. La joven caída gozaba de reconocimiento público especialmente en la comunidad de sordos que hacen vida en el país. Se desempeñaba como intérprete de señas en la emisión meridiana del Noticiero Venevisión, era justo esa persona que llevaba las noticias a quienes no cuentan con el sentido del oído.

Adriana como intérprete de señas para el Noticiero Venevisión. Foto: Google.
Adriana como intérprete de señas para el Noticiero Venevisión. Foto: Google.

Adriana fue una niña muy espontánea, sin timidez y carismática; así la describe su madre Manuela Pérez, quien hasta la fecha lamenta que su hija con su nieto o nieta en el vientre cruzaran aquella noche por la carretera Panamericana.

Cuando apenas era una niña, ella demostró tener un oído muy especial para la música. Aprendió a tocar el cuatro y con el tiempo se inició en el canto. Cuando cursaba su primer grado de educación básica en la escuela Andrés Bello de San Antonio de Los Altos, incursionó en un grupo de villancicos.

La sorpresa llegó a la familia Urquiola Pérez cuando Adriana fue seleccionada para grabar como solista en el grupo de gaitas del liceo Luis Eduardo Egui Arocha. Asistieron en varias oportunidades a un estudio de grabación ubicado en una escuela para personas sordas en Los Teques, allí comenzó su relación con esta comunidad.

Un curso de lenguaje de señas llamó su atención y de inmediato obtuvo el consentimiento de su madre para hacerlo, lo culminó con éxito y más tarde se profesionalizó en esa área al graduarse en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel) en Educación Especial, mención Deficiencias Auditivas.

Ella se “codeó” tanto con personas sordas que cuando se comunicaba en señas todos creían que ella presentaba esa dificultad, explicó la señora Manuela con notable admiración.

El Baby Shower que nunca se celebró

A sus 28 años, Adriana se encontraba en el tercer mes de embarazo, producto de su matrimonio con Alex Ruíz. El año anterior ella había experimentado una pérdida a las ocho semanas de gestación que la dejó completamente traumada. “A veces sentía miedo de ir al baño, no soportaba la idea de perder a este bebé”, relató su madre.

Adriana junto a su esposo Alex Ruíz. Foto: Google.
Adriana junto a su esposo Alex Ruíz. Foto: Google.

El domingo, Adriana salió temprano para encontrarse con su amiga Alejandra Armas, ambas con sus esposos, comenzaron a planificar la bienvenida para el nuevo integrante de la familia. Alejandra la había convencido de realizar una fiesta de Baby Shower.

Al salir de la reunión, la pareja Ruíz Urquiola fue a un automercado para comprar algunas cosas que necesitaban en casa y comer helados para cumplir con el “antojo” que ella sentía. Tarde, decidieron tomar el autobús con destino a San Antonio de Los Teques. Pero, Venezuela estaba “revuelta”.

Las calles de Caracas y todo el país estaban bloqueadas por las conocidas “barricadas” que colocaron manifestantes de oposición en señal de rechazo hacia el gobierno de Nicolás Maduro. Este fue un contratiempo para la intérprete de señas y su pareja. Una protesta se desarrollaba frente a la urbanización Los Nuevos Teques.

El autobús buscaría alguna ruta que les permitiera llegar a su destino, pero ellos decidieron bajar y continuar el recorrido caminando. Con el vientre pronunciado y el temor de perder a su bebé, Adriana debió saltar en dos oportunidades el brocal de más de un metro de altura que divide los sentidos de la carretera Panamericana “para rebasar las guarimbas”, contó Manuela.

Minutos después, cuando creían que el peligro había quedado atrás, 14 detonaciones se escucharon. Adriana cayó, su vida y la que llevaba dentro se apagaron. Dos disparos a la altura de su cabeza mataron su sueño de ser madre.

La cifra de muertes en aquel tiroteo podría incrementarse a tres. Otra joven, Rosalba Pérez, también resultó herida. Fue herida en el pecho, a escasos centímetros del corazón, afortunadamente sobrevivió.

Sentenciado, pero libre y delinquiendo

Una Beretta, nueve milímetro, se accionó aquella noche contra los manifestantes de Los Nuevos Teques. Era el arma de Jhonny Eduardo Bolívar, un hombre sentenciado por los delitos de Secuestro, Usurpación de Títular Militar, Ocultamiento Ilícito de Arma de Fuego, Aprovechamiento de Acto Falso, Obtención de Pasaporte con Falsedad Ideológica, a más de 23 años de prisión en la penitenciaria David Viloria, conocida como cárcel de Uribana.

Por alguna razón ignorada por todos este hombre estaba libre. Venía de Puerto Cabello, en Carabobo, donde había celebrado el cumpleaños de su hijo. Cuando regresaba a su residencia se encontró con la “barricada” y decidió disparar “para dispersarla”, o por lo menos eso aceptó aparentemente para lograr una rebaja de pena.

El 11 de junio de 2015, tras 15 meses de la muerte de Adriana y su bebé, Jhonny Bolívar fue capturado en Barranquilla, Colombia, por funcionarios de Interpol. Había una alerta roja con su nombre.

Eterno procedimiento judicial

Con la llegada de Bolívar a Venezuela comenzaron las actuaciones de las autoridades. El abogado de la familia Urquiola, Luis Sucre, detalló que el caso paso de los tribunales en Los Teques a Caracas, luego de que una turba de personas quisieran actuar contra Bolívar al ser presentado en ese lugar.

Jhonny Bolívar fue capturado en Colombia. Foto: Google.
Jhonny Bolívar fue capturado en Colombia. Foto: Google.

Sucre calificó las investigaciones coordinadas por el Ministerio Público como “impecables”. Explicó que se hizo incluso la exhumación de los restos de Adriana para contribuir en la resolución del caso.

La familia hizo la acusación formal contra el también conocido “Capitán Bolívar” por los delitos de Homicidio Calificado, Uso Indebido de Armas de Fuego y Posesión Ilegal de Armas de Fuego.

Un defensor público asistió al acusado durante la audiencia preliminar, cuando se ordenó su pase a juicio hubo varios diferimientos por cambios de abogados defensores. Finalmente, el caso quedó a cargo del doctor Nelson Urribarrí.

Admitir los hechos le benefició con una rebaja de pena. Recibió una nueva sentencia, esta vez es de 17 años, tres meses y 21 días. Decisión que -para sorpresa de muchos- fue apelada por el Ministerio Público y la parte acusadora.

Consideraron que “el cálculo de la pena está mal” porque no se tomó en cuenta la reincidencia delictiva del procesado, explicó el profesional en Derecho. Sumar los delitos anteriores podrían arrojar como resultado la pena máxima en Venezuela: 30 años.

A Bolívar se le fijó como sitio de reclusión el Internado Judicial de Carabobo, en Tocuyito; sin embargo, se mantiene en la Comunidad Penitenciaria Fénix en Lara. No hay una boleta de traslado oficial, nadie se explica por qué está ahí.

Por ahora, la muerte de una juez de la sala de la Corte de Apelaciones donde se lleva el caso, lo mantiene “en pausa”. No se puede solicitar un cambio de sala u otra medida que permita continuar el proceso, explicó Sucre, al detallar que deben esperar que la magistratura designe un sustituto en el cargo que ocupaba la doctora.

Un “Capitán Bolívar” privilegiado

Desde la captura de Bolívar, la señora Manuela ha venido haciendo reiteradas denuncias por los irregulares “privilegios” que disfruta Jhonny Bolívar.

Muchas han sido las quejas de esta madre sedienta de justicia porque el homicida de su hija “desaparece” sin que ni su abogado defensor tenga conocimiento sobre su paradero. Esto ocurrió por primera vez en mayo de 2016 y la situación se repitió en julio.

Además, en los últimos meses, Jhonny Bolívar ha experimentado un evidente cambio físico. Presumen que se haya sometido a cirugías estéticas de adelgazamiento y modificaciones en el rostro, sin embargo esto no ha sido confirmado de forma oficial.

Cambios físicos de Jhnny Bolívar. Foto: @Manuelita1504
Cambios físicos de Jhnny Bolívar. Foto: @Manuelita1504

Sucre indicó que ningún tribunal ha emitido alguna autorización para que sea trasladado a algún centro asistencial. Nunca se les ha informado de que Bolívar presente algún deterioro de salud.

¿Funcionario?

Durante los procedimientos para la resolución del caso, las autoridades se toparon con varias credenciales que identificaban a Bolívar como funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Las identificaciones no fueron incorporadas a su expediente, detalló el abogado acusador.

Credencial de Jhonny Bolívar como comisionado de la PNB. Foto: Google.
Credencial de Jhonny Bolívar como comisionado de la PNB. Foto: Google.

Aunque no se pudo certificar que se tratara de credenciales falsas, la realidad es que ese organismo de seguridad informó que el homicida no tenía relación con la institución, precisó.

Sin vuelta a atrás

Tras recibir los disparos fue trasladada a la medicatura forense del Hospital Victorino Santaella y posteriormente velada en la Funeraria Vallés. Su muerte dejó un vacío en su familia y en esa comunidad sorda que seguramente la extraña en el recuadro donde les traducía el Noticiero Venevisión.

La lucha de su madre no cesa. La creación de la fundación Adriana Urquiola la hace creer que mantiene el legado de la intérprete de señas vivo; apenas está en planificación pero tiene como destino ayudar a familias víctimas indirectas de hechos violentos en el país, que no cuenten con asesoría para atender casos como el que ella enfrenta.

Manuela reveló a Caraota Digital que, tras su difícil experiencia, decidió seguir los pasos de su hija. Estudió lenguaje de señas y está iniciando la carrera de Educación Especial en Deficiencias Auditivas. Adicionalmente, organiza actividades en apoyo a la Lengua de Señas Venezolana (LSV).

Emocionada, contó que quienes la han visto comunicandose por señas la comparan con su hija y detacan su parecido físico, lo que la hace sentir orgullosa y enamorada de lo que Adriana dejó en ella.

por CD en noticiasaldiayalahora.co