Kelly Zambrano, de 19 años, viajó desde Rubio, en Táchira, hasta Güiria para zarpar al país caribeño. Su nombre está en la lista de pasajeros del bote Ana María, desaparecido desde el jueves 16 de mayo cuando se dirigía hacia Trinidad con aproximadamente 33 personas a bordo.
Kelly Anyeline Zambrano Vera viajaba en la embarcación desaparecida entre Güiria y Trinidad y Tobago. Salió el jueves 16 de mayo desde el muelle, y lo último que le avisó a su mamá fue que partían a las 5:00 p. m.
El domingo 12 de mayo la joven de 19 años dejó atrás su natal Rubio, en el estado Táchira, para emigrar a Trinidad. Una amiga de la universidad, de nombre Rommy, le ofreció irse juntas a trabajar en el país caribeño. Ambas se encontrarían en Trinidad y Tobago.
Aunque Kelly no tenía suficiente dinero con ayuda de la familia logró reunir 240.000 bolívares —80.000 en efectivo— y Rommy se ofreció a prestarle 200 dólares para pagar el pasaje en la lancha.
“Ella le avisó a la familia que se iba a trabajar con esta amiga en Trinidad, que ella le iba a prestar dinero. Su mamá conoce a la amiga, fue hace tiempo a la casa de Kelly cuando estudiaba Psicología en la universidad”, contó un pariente, quien por seguridad pidió no revelar su nombre.
La embarcación Ana María se encuentra desaparecida desde el jueves 16 de mayo con aproximadamente 33 pasajeros a bordo. Hasta el momento se conoce que viajaban tres niños de tres años, cuatro años y ocho meses de edad, y una mujer con seis meses de embarazo.
El sábado 18 de mayo la información se conoció en Güiria, luego de que los familiares alertaran que no había llegado nadie a tierra y Protección Civil (PC) activó la búsqueda, pero habían transcurrido casi 30 horas.
Una fuente de PC del municipio Valdez de Güiria contó a Crónica.Uno que tres embarcaciones y dos aeronaves participan en el operativo. Los apoyan los bomberos del municipio, la vigilancia costera de Carúpano y los guardacostas de Margarita.
Hasta la tarde del lunes 20 de mayo no habían conseguido sobrevivientes del lado venezolano. El diputado a la Asamblea Nacional, Carlos Valero, informó que rescataron a Alberto Abreu. El hombre se encontraba a 30 millas de la costa de Trinidad, se mantuvo 19 horas en el agua, y asegura que viajaba en el peñero Ana María.
Un familiar de Kelly viajó desde el estado Táchira hasta Güiria para obtener detalles, ya que en Rubio nadie les puede dar información por la distancia. Rommy, la amiga de la joven, asegura que no sabe nada de ella cuando la contactan por teléfono.
La joven estudió Psicología hasta hace un año. Un familiar explicó que abandonó la carrera porque es muy difícil conseguir transporte hasta San Cristóbal, a 40 minutos de Rubio, por la escasez de gasolina y unidades. Por eso comenzó a trabajar en un spa, donde depilaba cejas y además ayudaba a su mamá con las labores de la casa. Pero la crisis económica la empujó a tomar la decisión de emigrar, para poder enviarle dinero a su madre y hermanos.
“Aquí todo se maneja en moneda colombiana, ella ganaba en pesos en el spa. Así se puede comprar la comida y conseguir las cosas. Kelly tenía papeles para poder trabajar en Cúcuta, la oferta de la amiga tuvo que ser muy tentadora para que se fuera hasta Güiria y de ahí a Trinidad”.
Una joven de Caracas entre las desaparecidas
Ani Alejandra Villalobos Pérez también figura entre los pasajeros que viajaban en la embarcación Ana María. La última vez que habló con su mamá, Carmen Pérez, fue el jueves 16 de mayo a las 5:00 p. m.
“Me llamó y me dijo que lo hacia desde el celular de una de las pasajeras, que se lo había prestado para despedirse de mí. El viernes al mediodía llamé a ese número, pero era de una señora que estaba despidiendo a alguien en ese bote y me dijo que no tenía noticias, ya me estaba preocupando. Finalmente el sábado me enteré por las noticias”, contó mientras se dirigía vía terrestre a Güiria.
Ani, de 21 años, vive en el municipio Baruta. Le dijo a su mamá que una amiga la invitó a Trinidad y Tobago a comprar comida más barata. No tiene detalles ni el nombre de la otra joven.
“No me dijo con qué dinero viajaría, no sé si la amiga le pagó. Yo le dije que no se fuera porque había escuchado del barco que naufragó, pero ella se fue el martes (14 de mayo)”, contó.
En Caracas se encontraba desempleada. Vive con sus padres y su hijo, de cuatro años, a quien dejó bajo los cuidados de su mamá durante el viaje. No le participó a su mamá cuando regresaba.
“Le comenté que trabajar allá no era como trabajar en su país, aquí nos tiene a su papá y a mí apoyándola y es muy distinto que emigrar”.
El bote Ana María es el segundo que naufraga en menos de un mes. El martes 23 de abril naufragó el peñero Jhonnalys José, aproximadamente a las 11:00 p. m. luego de pasar Boca del Dragón, en mar abierto.
De este naufragio solo localizaron a nueve sobrevivientes y rescataron el cadáver de una adolescente de 16 años; también la embarcación. A los 10 días se detuvo la búsqueda sin posibilidades de conseguir a más personas.
Entre los sobrevivientes detenidos investigan una red de trata de personas que opera entre Venezuela y Trinidad y Tobago. Una fuente contó a Crónica.Uno que la banda capta principalmente a mujeres adolescentes y jóvenes con una oferta laboral con buenos beneficios, y una vez en el sitio son explotadas sexualmente.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicaron que la trata de personas es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, que genera 32.000 millones de dólares al año. 80% de las víctimas en América Central y el Caribe son mujeres, más de la mitad niñas.
En el bote Jhonnaly José viajaban principalmente mujeres, algunas de Carúpano y Cumaná. Un habitante de Güiria contó que luego de que se conociera del naufragio detuvieron a unas muchachas que se hospedaban en un hotel de la ciudad y presuntamente se dirigían a Trinidad a trabajar en prostitución.
Residentes de la zona presumen que el resto de los desaparecidos fueron sometidos por una banda y se encuentran en su poder. “Es raro que no se encontró más nada, ni un bolso, una ropa, el mar siempre bota las cosas”, dijeron.
Se conoció que presuntamente en Güiria hay un hombre apodado “Nano” que está involucrado con esta red de trata de personas. Se presume que con él trabajan hombres y mujeres encargados de captar y trasladar a las víctimas.
Entre Venezuela y Trinidad no solo se trafican mujeres, también drogas, licores, animales, comida, cobre y carbón.
Las autoridades venezolanas no han hecho referencia al primer naufragio ni se ha informado acerca de las investigaciones, reseñado por