El robo de ganado cobra fuerza en las fincas ubicadas en las cercanías de las comunidades indígenas Yukpas de la Sierra de Perijá, municipio Machiques del Zulia, publica La Verdad
Este delito, conocido como abigeato, no solo deja en ruinas a los productores agropecuarios de la zona, sino también deja muerte y dolor en las propias comunidades originarias.
Tras el robo de 69 reses ocurrido en horas de la noche del pasado sábado 17 de noviembre en la finca Campo Alegre, sector Tukuko, tres trabajadores fueron asesinados cuando salieron a recuperar los animales en el sector el Kuse, entre ellos un indígena Yukpa de nombre Juan Pablo Amirka. Los otros dos trabajadores eran Armando Pozada y Gonzalo Pérez Castillo.
El cacique de la comunidad del Tukuko, Nestor Maikishy, dijo que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y el Cicpc subieron con un grupo de indígenas del Tukuko para recuperar los cadáveres, que ya estaban bastante descompuestos, los bajaron con una máquina hasta la comunidad Kurubal, para que este miércoles hicieran el entierro en el cementerio de la comunidad.
Maikishy pidió justicia a los órganos del Estado por las muertes de estas tres personas y, como medida de presión, los caciques decidieron retener a dos miembros de la familia de Anita Fernández, señalados de robar ganado en la zona.
“Queremos justicia, exigimos que los hermanos y los hijos de Anita se entreguen. No queremos más violencia, ahorita mismo hay un enfrentamiento entre ellos: un grupo de más o menos 15 hombres armados y quienes están en la finca las delicias”, expresó.
Exigió la presencia de los cuerpos de seguridad, quienes según él luego de recuperar a los cadáveres se retiraron.
“Estamos solos. No quieren venir a resguardar a las comunidades, lo hacemos nosotros mismos. Los cuerpos de seguridad tienen conocimiento de lo que pasa y es responsabilidad de ellos lo que ocurra aquí. El comandante Troya sabe de esta situación porque el pasado domingo los caciques pusimos la denuncia”, añadió.
Por su parte, la señora María Serrano, habitante de la comunidad Yukpa del Tukuko, dijo que están en una situación muy fuerte y pertenecen a una cuenca pacífica por lo que no quieren más violencia en sus propias comunidades.
“Tenemos a nuestros hombres en enfrentamientos por las muertes de estas tres personas. Estamos prácticamente desamparados, queremos tranquilidad y no más violencia. Si nosotros tomamos acciones, esto puede llevar a más muertes. Tenemos hijos y no queremos seguir en esto”, dijo angustiada la mujer indígena.
Añadió que después de todo esto, los Caciques mayores deben tomar acciones urgentes para poner fin al robo de ganado. “Porque por uno pagamos todos” dijo.
También denunció que la familia de Ana Fernández, señalados de cometer estos delitos, están armados. “Ya está bueno de que ellos actúen así”.