La mañana del 20 de septiembre de 2023, la joven Harian de los Ángeles León fue brutalmente asesinada en su comercio ubicado en la calle Garcés, cerca del callejón Sierralta al este de Coro, estado Falcón. El crimen conmocionó a la comunidad y desde entonces, su familia y amigos han exigido justicia.
por Elias Rivas/El Cooperante
El principal sospechoso del asesinato es Wilman Eduardo Álvarez Medina, de 23 años, quien fue capturado en las adyacencias de la avenida Independencia la noche del mismo día que acabó con la vida de Harian. A pesar de llevarse a cabo la audiencia de presentación hace casi ocho meses, el juicio en contra de Álvarez ha sido diferido en cuatro oportunidades, generando gran indignación y preocupación entre los familiares de la víctima.
Un proceso judicial lleno de obstáculos
Henry Pérez, pareja de Harian, denuncia la lentitud del proceso judicial y exige celeridad en la resolución del caso. «Nos han diferido la audiencia en cuatro oportunidades. La última vez, casi un mes después del último llamado, y la difirieron otra vez», lamenta Pérez durante un contacto con El Cooperante.
«Es una burla para la familia», agrega. «A pesar de estar lidiando con el dolor, acudimos al tribunal para que se fije la fecha del juicio, pero una vez más lo posponen. Es poco serio, por lo severo del caso, un caso que impactó mucho a toda la colectividad en Coro».
Un caso que no se califica como femicidio
Carlos Gómez Pinto, abogado de la familia de Harian, explica para El Cooperante, que el caso no se ha calificado como femicidio, sino como homicidio intencional calificado en la ejecución de un robo a mano armada.
«En cuanto a la legalidad de los diferimientos, el caso puede ser diferido cuantas veces el tribunal lo designe», señala Gómez Pinto. «Sin embargo, para nosotros como representantes de los intereses de la víctima es importante que el tribunal fije la audiencia de apertura de juicio y la ejecute lo más pronto posible, asegurando que el proceso judicial se lleve a cabo de manera expedita y sin demoras innecesarias».
Los reiterados diferimientos han generado preocupación por las posibles consecuencias legales que esto pueda tener en el proceso judicial. «La consecuencia directa de estos diferimientos es el retraso del proceso judicial y la aplicación de la justicia», afirma el abogado.
Vale mencionar que el primer diferimiento ocurrió debido a la incomparecencia de la defensa del acusado. Las otras tres veces, según indicó el abogado Gómez Pinto, fueron diferimientos por auto, debido a la saturación en la agenda. “Esto implica que se ha priorizado la continuidad de juicios ya iniciados por encima de la apertura de nuevos juicios”.
Aunque es posible solicitar un cambio de juez o tribunal para que se encargue del caso, el abogado insiste en que, como representante de la parte afectada, agotará todas las instancias institucionales, para que cese este retraso en el inicio del juicio.
Gómez Pinto indicó que la fase de investigación ya fue cerrada, y se generaron pruebas legítimas presentadas por su parte como querellantes y la fiscalía, “estas pruebas fueron admitidas por el tribunal de control y deben ser evacuadas en el juicio”, precisó.
La familia exige justicia y celeridad
A pesar de los obstáculos, la familia de Harian mantiene la esperanza de que se haga justicia. «Ante los reiterados diferimientos en la audiencia de apertura a juicio, hemos aconsejado a la familia mantener la fe y la esperanza», señala Gómez Pinto.
«Como representantes legales y garantes de justicia, nuestro compromiso es perseguir la condena justa y adecuada dentro del marco legal vigente», agrega.
Un llamado a la acción
La familia de Harian y la comunidad en general esperan que el caso se resuelva de manera justa y expedita, para que la joven pueda descansar en paz.
Harian es recordada como una joven brillante, sensible y talentosa, que estaba a pocos meses de culminar sus estudios en contaduría pública. Era emprendedora.
Ella atendía el negocio familiar sin imaginar que un hombre, de su misma edad, le arrebataría la vida al propinarle 52 puñaladas, por razones aún desconocidas.
Aunque el trabajo de los funcionarios del Servicio de Investigación Penal de la Policía de Falcón (Sipef) determinara que Wilman Eduardo Álvarez Medina es el principal sospechoso de ejecutar el asesinato de Harian, su familia considera que la justicia no está completa, al confirmar que después de ocho meses del homicidio, todavía permanece recluido en una comisaría municipal y no en el centro penitenciario de Coro que le fue asignado desde la audiencia de presentación.
“Con la excusa de que no hay cupo, lo tienen provisionalmente en la policía municipal”, argumentó Pérez.
En una primera entrega de El Cooperante sobre este caso, se pudo conocer que Álvarez estaba detenido en la sede de Polimiranda, ubicada en Coro. Tras los primeros interrogatorios, una comisión policial se trasladó hasta la casa de la madre del joven y encontró el cuchillo incriminado, el teléfono de la víctima y otras evidencias. Autoridades confirmaron que Álvarez actuó solo en el homicidio.
Las conjeturas e interrogantes sobre la muerte de Harian aún resuenan entre sus familiares, toda vez que la acusación presentada por el Ministerio Público sugirió que fue un homicidio en el contexto de un robo, siendo Harian una mujer tranquila que no mostraba reacciones violentas.
Para su familia es muy difícil imaginar ese escenario en el que Harian hubiese puesto resistencia ante el presunto atracador o reaccionar de manera desmedida al punto de que el acusado cometiera el dantesco asesinato.