José Gregorio Colina, un médico migrante venezolano, atropelló a una joven de 28 años, pero la justicia chilena no le ha encarcelado, porque alega que fue un accidente
La muerte de Yaritza Paulina Fuentes, de 28 años, tiene indignados a los chilenos, luego de que se supo que el médico venezolano identificado como José Gregorio Colina Flores, quien la atropelló el pasado 16 de julio, en una calle de Vitacura, no irá a prisión,
Han pasado casi dos meses del hecho y la familia Fuentes exige justicia.
En un vídeo de cámaras de seguridad de la zona, se evidenció que José Gregorio conducía su vehículo a una velocidad inadecuada cuando pasaba por el rayado donde estaba Yaritza Paulina, publicó el portal BioBio.
Hay grabaciones de las cámaras de seguridad que captaron el momento del homicidio, pero al venezolano no le encarcelaron, puesto que alegó que se trató de un “accidente”.
La madre de Paulina exige que sea investigado a fondo el caso.
De acuerdo con la investigación del medio, Colina pudo haber actuado. El informe técnico pericial de Carabineros concluye que los sistemas avanzados de conducción que tenía su vehículo de última generación, los que incluían sensores de proximidad frontal, le permitían haber intervenido de manera oportuna para evitar el accidente.
Ese martes Paulina salió de la casa que 15 días más tarde dejaría por un nuevo departamento que alquiló, pero que no alcanzó a disfrutar. Su propósito era dirigirse al hogar donde dictaba tareas dirigidas a unos mellizos. Se detuvo en la esquina Las Hualtatas con Camino el Parque. Estaba a una cuadra del condominio. Miró rápidamente y cruzó la calle.
De manera paralela, José Colina bajó desde Edificio el Lingue, uno de los siete departamentos que componían el sector residencial a donde Paulina entraría.
Fue al estacionamiento y se subió a su BMW X4. Un automático de ocho velocidades que tenía poco más de un año. Tenía que cruzar la misma intersección donde Paulina estaba cruzando en ese momento.
Cuando puso un pie en la calzada, José estaba saliendo del condominio. Cuando comenzó el viraje a la izquierda, Paulina ya iba en la mitad de la calle. Cinco segundos después “fue brutalmente embestida”.
Esa misma terminología usó la querella que la familia interpuso más tarde contra Colina. Setenta minutos después de ser arrollada, la joven muere por un politraumatismo esquelético y visceral.
Revisión al vehículo
José Colina fue detenido solo por unas horas y formalizado. En su declaración, que quedó estampada en el parte policial de Carabineros, el médico cirujano con especialidad en dermatología aseguró que Paulina apareció “de manera sorpresiva corriendo por la calle”.
Dijo que no alcanzó a divisarla a tiempo. Pero que apenas la chocó, frenó y le prestó ayuda.
Luego, la policía levantó las cámaras de la Municipalidad de Vitacura y se percató que en ningún momento la víctima corrió.
Determinaron que todas las funciones del BMW estaban operativas. Eso incluía el sistema de cámaras de visión envolvente y el asistente de estacionamiento.
Asimismo, chequearon los sensores de proximidad frontal y corroboraron que estaban operativos. Estos sistemas son cruciales para detectar obstáculos y sobre todo, peatones. Si algo se atraviesa por cualquier costado del auto, va a sonar una alarma para advertir el peligro.
“La efectividad y operatividad de estos sistemas sugieren que, bajo condiciones normales, el conductor habría recibido indicaciones suficientes para evitar el atropello”, reza el escrito, en el que también sugieren “explorar otros factores que pudieron haber contribuido al siniestro”.
Otras acusaciones contra Colina
Aunque Colina no figura con causas pendientes, en 2022 estuvo imputado por abuso sexual por sorpresa. Como la denuncia estrictamente ya cerró, su comportamiento es “intachable” judicialmente. Y con la alcoholemia en cero, sumó puntos.
Ni siquiera la quitaron su vehículo. La única medida que le dieron fue firma mensual y la prohibición de salir del país. La audiencia donde lo dejaron libre fue breve.
“Él la mató”
Paulina es sureña, nacida en Puerto Varas, se crio en Chiloé y estudió en Temuco. Empezó estudiando traducción en la Universidad Católica y convalidó hasta titularse de Pedagogía en Inglés.
Para su madre, Soraya Villarroel, lo que mejor la describía era su instinto maternal. No tenía hijos, pero actuaba como si los tuviera. Sobre todo con su hermana menor a la que le sacaba 20 años de diferencia. También con sus amigas o con las personas que conocía.
La señora Villarroel describe que, un día después de la trágica muerte de su hija el responsable estaba siendo liberado de culpas. “Al otro día que pasó la muerte de mi hija, y en cuatro minutos, le dijeron (en la audiencia) que no era un peligro para la sociedad”, dijo la progenitora a BioBio Chile.
Por eso ahora inició una campaña en redes sociales para endurecer las penas. Apunta que las sanciones y medidas cautelares son muy bajas. Y también que siempre priman las garantías del imputado.
“Si tú atropellas a una persona acá en Chile, no pasa nada. Él no paró, él la mató. Y yo estoy en pie de guerra con eso. Él la mató y no es un accidente”.
A la fecha, la querella interpuesta contra José Colina lo acusa por el delito de cuasidelito de homicidio en contexto de la conducción de vehículo motorizado, y, en segundo lugar, por la omisión de auxilio en caso de accidente.
Si comprueban esto último, admiten que podrían lograr alguna sanción significativa. Aunque aseguran que, en estos casos, la ley no está de su lado.
“El tipo iba sano según la cuestión de alcohol. El tipo antes no había matado a nadie. Y todo eso la Ley Emilia no pesca”, señaló la madre.
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