Sucedió en el caserío La Guachafita del municipio Crespo, estado Lara donde la señora María Martina Travieso de Mendoza de 86 años fue encontrada sin vida en su residencia tendida en el suelo junto a su hijo quien se encontraba acostado a su lado cantando con una Biblia y un machete lleno de sangre, reseña el diario El Impulso.
El hombre, identificado como José Antonio Mendoza Travieso, de 42 años, sufría de ataques epilépticos y tomaba un medicamento llamado Fernobarbital el cual es muy difícil de conseguir debido a la situación del país.
José Antonio es un hombre que no tuvo esposa ni hijos; tampoco trabajaba, porque desde pequeño sufría de ataques epilépticos y cuando suspendía el tratamiento se volvía agresivo. En ocasiones llegó a insultar a la madre pero nunca pasó a mayores.
Los familiares presumen que a causa de no poder tomar su medicamento le dio una crisis nerviosa y tomó el machete para herir a su madre en la cabeza dejándole una herida abierta, lo que le causó la muerte.
El hombre fue detenido por una comisión de la policía de Lara.
“En la cabeza tengo unos gusanos que me taladran el cerebro”, comentó el hombre a los funcionarios de la comisaría de Duaca, al practicar el procedimiento.