Años de trabajo destruidos en minutos. Anaqueles completamente desabastecidos, puertas destrozadas y comerciantes y trabajadores afligidos fue el saldo que dejó una ola de saqueos que arrasó con comercios en varias zonas del oeste de Caracas y en el interior del país.
Una parte de la santamaría y un candado del supermercado Día a Día, en La Vega, fueron forzados el miércoles en la tarde. En el negocio no quedó ni un producto alimenticio en un estante, nevera o refrigerador. La escasez pintó al comercio de color blanco.
“Eso es vandalismo. Nos sentimos muy tristes porque nos saquearon todo a pesar de que le prestábamos un buen servicio a la comunidad de La Vega”, dijo la subgerente del establecimiento que no permitió tomar fotos y prefirió no identificarse. Relató que el hecho ocurrió entre las 3:00 pm y las 4:00 pm, luego de que cerraron el comercio.
Ángel Blanco, quien repara radiadores en el lugar, afirmó que los saqueos no pueden ni deben suceder en ninguna parte del país porque no conducen absolutamente a nada. “Solo traen miseria, escasez y más violencia. Ahora, ¿cómo quedan esos comerciantes? Reconstruir el local cuesta”, señaló. Piensa que todo aquel que saquee debe ir preso.
Con él estaba un habitante del área que denunció que el día anterior también saquearon una panadería ubicada en Los Mangos y algunos locales del Centro Comercial Colonial.
Sara García, vecina de la zona, relató que durante la noche del 23 de enero se respiraba miedo no solo porque hubo saqueos, sino también porque un grupo de delincuentes armó una barricada y robó a las personas que pasaban por ahí, sobre todo a quienes iban en vehículos. “A un señor que es taxista y que se dirigía a su casa le quitaron los alimentos que había comprado”, aseguró.
La mujer añadió que los residentes no sabían con qué se encontrarían al día siguiente. Cuando salió a la calle para ir al trabajo vio que había escombros, basura, locales destruidos y cauchos quemados. “Agredirnos entre nosotros mismos no nos llevará a nada. Los saqueos son pan para hoy y hambre para mañana”.
En otro sector popular de Caracas, específicamente en la avenida San Martín, en Capuchinos, donde casi todos los comercios estaban cerrados, el olor a alcohol surgía del agujero que hicieron en la santamaría de la licorería Prolicor. La mayoría de las personas que pasaba por el negocio se detenía para asomarse y ver cómo quedó luego del saqueo. Solo se observaban ruinas, principalmente papeles en el piso y estantes totalmente vacíos y otros desbaratados en el suelo.
“Los que saquearon son malandros, delincuentes. Ellos piensan que con eso van a solucionar la crisis del país”, expresó un hombre.
Recostado sobre la destruida reja que fungía de puerta estaba un empleado del comercio, quien fue para ver cómo dejaron el local y esperar a que llegara su jefe. “No sabemos qué va a pasar con nosotros. Los que hicieron esto son unos delincuentes”, afirmó.
Cerca, la Policía Nacional Bolivariana se encontraba ayer, luego del mediodía, en la entrada de una sucursal del Banco de Venezuela que fue saqueada a las 3:25 am, de acuerdo con un funcionario. No le permitieron el acceso a nadie. Los destrozos se veían desde las afueras de la entidad financiera.
“Se llevaron todos los equipos. Ahora la comunidad va a tener que ir al banco de San Martín, porque este está definitivamente clausurado”, añadió el policía.
En Ocumare del Tuy reportaron que hubo saqueos en horas de la tarde. Los comerciantes decidieron cerrar sus negocios por los disturbios. En Puerto Ayacucho, en Amazonas, una residente denunció saqueos que se extendieron hasta las 2:00 am. “Robaron los ‘chinos’ de las principales avenidas. Fue muy horrible”.