En el sector Pueblo Nuevo de Coro y en la urbanización El Bosque donde transcurrió su infancia y adolescencia, la repentina muerte de Legdimar Bethania Chirinos Bustillos tiene en shock a propios y extraños.
Doña Magdalena Sira Bustillos recibía este miércoles el consuelo de otros familiares y vecinos sin poder entender qué pasó, a qué se debió la partida física de su nieta de 24 años, a quien tuvo la oportunidad de abrazar y darle un beso a mediados de enero cuando, después de compartir las navidades, Legdimar tuvo que regresar a Perú, país al que emigró en el año 2019 después de graduarse de bachiller en el Colegio Madre de Mazzarello de Coro.
A Legdimar le fue bien fuera de su patria puesto que logró cursar estudios universitarios de obstetricia y actualmente desarrollaba pasantías profesionales en el centro de salud Santa Teresita, según medios peruanos.
Bella, simpática y cordial, Legdimar se había ganado el cariño de compañeros de estudios, profesionales de la salud y vecinos de la urbanización Jardín de la provincia de Sullana en donde estaba hospedada. En la habitación de una casa la encontraron muerta este miércoles.
La policía y fiscalía investigan las circunstancias que rodean la muerte de esta estudiante venezolana nacida en Coro, estado Falcón, el 18 de febrero del año 2000, según fecha proporcionada por su tío Jeddyferd Bustillos, también contrariado e intrigado respecto a la causa de muerte de su sobrina.
Legdimar era la mayor de tres hermanos y única hembra. Un hermano migró a los Estados Unidos y el otro vive con su mamá en Guarenas, estado Miranda, mientras que el papá, el profesor Larry Bustillos, partió desde Coro hacia Perú para encargarse de los protocolos respectivos, conocer por parte de las autoridades la causa de muerte e intentar repatriar el cuerpo.