Han pasado más de dos meses desde que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), se desplegaron en el marco de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) en Ciudad Caribia, urbanismo en el que vivieron juntos durante casi 20 días Joshua Anthony Holt (24) y su esposa Thamara Belén Caleño Candelo (25), pareja acusada por el gobierno de tener planes para acabar con la vida de “líderes revolucionarios”.
La situación sorprendió a los vecinos de Caleño, quienes conversaron con Carota Digital y señalaron que la mujer oriunda de la ciudad ecuatoriana de Durán, pero nacionalizada venezolana es chavista. “Es imposible que quisiera matar a alguien del proceso, ella forma parte de la UBCh (Unidad de Batalla Bolívar – Chávez), (…) tiene mucha conciencia revolucionaria aunque sea tan joven”, es el testimonio de Marilyn -un nombre ficticio para resguardar su seguridad-, quien asegura haber acompañado al fallecido Hugo Chávezdesde su salida de la cárcel del Yare el 26 de marzo de 1994.
Pese a su simpatía política el pasado 20 de julio el entonces ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Gustavo González López, indicó que durante la acción de los cuerpos de seguridad en Ciudad Caribia, determinaron que “la pareja de extranjeros estaba alojada en un edificio que era el nicho de la banda ‘Los Sindicalistas’, y donde estaba un apartamento que era utilizado como un centro de almacenamiento de armas de guerra y explosivos”.
A juicio de González López la estrategia de la pareja era similar a los autores del asesinato del exdiputado a la Asamblea Nacional, Robert Serra. “Se infiltran en los edificios de laGran Misión Vivienda Venezuela desde donde planifican y ejecutan atentados contra la vida de líderes revolucionarios”, acotó en una alocución transmitida por Venezolana de Televisión.
Tal arsenal al que se refirió el jefe de la cartera de seguridad ciudadana consta según las actas policiales de un fusil de asalto AK47, un facsímil de fusil M4, varias municiones, una granada MK2, dinero en efectivo (dólares y bolívares), mapas de Caracas, además de equipos de computación y teléfonos inteligentes. Dichos elementos según vecinos de la pareja de mormones habrían sido sembrados por funcionarios del Sebin en venganza por haber grabado con un teléfono celular el asesinato extrajudicial de un hombre.
El inmueble adjudicado a Thamara Caleño, antes de la llegada de su ahora esposo, solo era habitado por la mujer, su madre, y sus dos hijas (de 5 y 8 años de edad), de quienes Omaira -un nombre ficticio para resguardar su seguridad- no tiene “nada que decir”, porque asegura que eran totalmente reservados con su entorno familiar. “Aquí las muchachas le tenían mucha envidia a esa mujer porque progresaría con ‘el gringo’ por allá en (Estados Unidos)”.
Actualmente el apartamento se encuentra desocupado debido a que la madre de Caleño decidió marcharse con sus dos nietas a Terrazas del Ávila, urbanización en la que trabaja como conserje. El motivo de la mudanza serían los malos comentarios y burlas a las que eran objeto en Ciudad Caribia. “La gente decía cosas feas de ellos desde que la OLP se llevó a esos dos, (…) la gente disfruta hablando de los demás y con ellos no fue la excepción”, dicen en el sector.
La pareja actualmente se encuentra recluida en El Helicoide, esto luego que el Tribunal 21º de Control del Área Metropolitana de Caracas les dictara privativa de libertad por su presunta responsabilidad en los delitos de porte ilícito de arma de guerra y uso de facsímil de arma de fuego.
por CaraotaDigital en noticiasaldiayalahora.co