¡Estremecedor! Denuncien a su agresor antes de llegar a la muerte, como casi me pasa a mí

La mujer de 30 años recibió más de 10 puñaladas el 8 de noviembre. Su exnovio, Humberto Díaz, presuntamente la atacó cuando iba a su trabajo. Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de Violencia contra la Mujer y las mujeres venezolanas esperan más empatía y profesionalismo por parte de las autoridades.

Por Yohana Marra/CrónicaUno

Más de 10 puñaladas casi matan a Yoslady Yohana Franquis Tinoco. La mitad de las heridas por arma blanca las recibió entre el cuello y la cabeza. No pensó que su exnovio cumpliría las amenazas de matarla, después de que ella decidiera ponerle fin a la relación.

Su cumpleaños número 30 lo pasó en la cama de un hospital. Su familia le llevó varios globos coloridos con mensajes de “feliz cumpleaños”, que adornan la mesita de la habitación. Sobrevivió, tiene una nueva oportunidad de vivir y tanto Yoslady como sus familiares lo agradecen.

Una gasa tapa las heridas de su cuello. Dentro de poco podrían quitarle más de 30 puntos que le cosieron entre la cabeza, la mano derecha y el cuello. Por una de las heridas segrega líquido cefalorraquídeo, por lo que los médicos tuvieron que ponerle un catéter. Ahora hay que esperar para ver cómo reacciona y hacer una resonancia magnética para constatar los daños de las heridas.

A Yoslady la atacó Humberto Díaz, su exnovio.

El 8 de noviembre, Humberto la abordó cuando salía hacia su trabajo y caminaba por la calle Santa Ana de Los Rosales, en el municipio Libertador de Caracas. Con un cuchillo negro, que ella recuerda muy bien porque lo vio en otras oportunidades en casa del hombre, la amenazó.

—Hola, tenemos que hablar —le dijo Humberto.

—Voy tarde a mi trabajo, no puedo hablar contigo, hablamos después.

—No, yo quiero hablar contigo ahorita. Vamos a mi casa —le respondió Humberto mientras le inmovilizaba los brazos y la apuntaba con el cuchillo en sus costillas, por el lado derecho.

—Deja, no vayas a hacer algo de lo que te vayas a arrepentir.

Comenzaron a caminar y en el trayecto Yoslady se cayó. En ese instante el hombre la atacó, mientras la joven gritaba por ayuda y trataba de defenderse. Lo recuerda todo, en especial cuando Humberto la miraba a los ojos y le repetía: «Vas a morir, maldita, vas a morir».

Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de Violencia contra la Mujer, en memoria de las hermanas Mirabal. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas en 1960 en República Dominicana por oponerse a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

Yoslady
Foto: Tairy Gamboa

En Venezuela cada 33 horas se comete un femicidio, según el Monitor de Femicidios de Utopix. Solo en octubre se registraron 22 casos en el país, de acuerdo con la investigación que realiza la plataforma a través de medios de comunicación.

Desde enero hasta octubre suman 217 femicidios, una media de cinco casos semanales. Las cifras aumentan ante la falta de políticas públicas que protejan a las mujeres, en el mismo período de 2019, Utopix registró 136 muertes.

El tema de violencia de género es un tema de derechos humanos y de obligaciones del Estado, y no un tema de pareja, es algo público. Las mujeres son víctimas de violencia y el Estado tiene la responsabilidad de protegerlas, dijo Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz (Cepaz).

Yoslady recuerda cuando llegó al hospital. Ella misma tuvo que caminar hasta la camilla porque no había nadie que la ayudara. Le pedía a la doctora que la salvara, dio su nombre completo, su número de cédula y también los datos de su agresor. En el quirófano le pidieron que contara hasta 10. Se durmió.

Los familiares de la sobreviviente piden apoyo al Cicpc para capturar al agresor. También piden que quien vea al hombre lo denuncie. Foto: Cortesía

Por un año y seis meses mantuvo una relación con Humberto Díaz. Cuando este volvió a consumir drogas, terminó con él. La primera vez que trató de irse a su casa la ahorcó, pero la abuela del hombre intervino y después de la segunda agresión, Yoslady no volvió a su casa.

Desde entonces Humberto comenzó a acosarla. La llamaba a su trabajo constantemente, le decía que “la iba a picar”. Un mes antes del intento de femicidio la esperó afuera de la estación del Metro La Bandera, con su madre, y la mantuvieron acorralada contra una pared por dos horas hasta que Yoslady divisó a dos policías que pasaban cerca y gritó.

Me decía que fuera a su casa para hablar, pero yo no tenía nada que hablar con él. Le decía que lo iba a denunciar, que me dejara tranquila. Hasta que por cosas de Dios veo que vienen dos policías y grité, pero su mamá le dijo que se fueran porque no querían dar lástima”.

Aunque se planteó denunciarlo no lo hizo. Sentía que no habría una actuación que evitara el acoso de su exnovio, quien a tres semanas del incidente sigue prófugo.

Los vecinos dicen que lo ven en la zona, sobre todo de noche. Y yo sigo aquí, estuve al borde de la muerte y no pasó nada.

Yoslady
Foto: Tairy Gamboa
Falta sensibilización por parte de las autoridades

Diariamente llega un aproximado de 20 mujeres al Servicio de Abordaje Integral a Víctimas de Violencia de Género de la fiscalía con competencia en defensa para la mujer. La cifra no es un dato oficial, porque en Venezuela no se conocen las cifras acerca de la violencia contra las mujeres.

En el informe de Situación de la Violencia contra las Mujeres en la República Bolivariana de Venezuela en el contexto de la pandemia COVID-19, realizado por cinco organizaciones de la sociedad civil, destacaron que las autoridades venezolanas no ofrecen datos que permitan hacer un seguimiento global de la situación. Solo entre 2015 y 2016 el Ministerio Público ofreció cifras oficiales.

Una fuente del Ministerio Público contó a Crónica.Uno que en la mayoría de los casos los funcionarios policiales ponen trabas para tomarles la denuncia a las víctimas y cuando acuden a la fiscalía ya tienen hasta tres días tratando de denunciar, es común con los casos de violencia psicológica, amenazas, acoso u hostigamiento.

Cuando ven que la víctima es mujer la mandan al Ministerio Público a denunciar, sin tomar en cuenta los hechos ni quien es el agresor. Los policías a veces no quieren notificar a los agresores de las medidas de protección y seguridad (previstas en el artículo 90 en la Ley orgánica sobre el derecho a las mujeres a una vida libre de violencia), los policías son órganos auxiliares del ministerio, cuando el agresor se niega a ir para ser notificado de las medidas, se debe mandar a que lo notifique la policía. Las medidas no son válidas si el agresor no sabe de ellas, no se puede presentar a una persona en tribunales si no sabe que existen estas medidas, explicó.

Foto: Tairy Gamboa

Crónica.Uno ha conversado con víctimas que aseguran que cuando acuden a las policías, municipales o nacionales, los funcionarios se burlan o les responden que “vayan a arreglar el problema con su marido”. En fiscalía han pedido a víctimas que impriman o saquen copias de documentos, cuando no disponen de suficiente dinero para hacerlo.

Melissa Arcila fue asesinada el 20 de mayo de 2019, en Los Jardines de El Valle, por su expareja, José Gregorio Pérez, quien después se suicidó. Ya había denunciado a su agresor, pidió protección ante el acoso y las amenazas pero fue ignorada.

Eso fue horrible, nunca le hicieron caso en la Fiscalía. Hasta le decían que tenía que sacarle sangre para atenderla, fue una perdedera de tiempo. A Melissa no la ayudaron y por eso la mataron, dijo un familiar en aquella oportunidad, desde la morgue de Bello Monte.

De acuerdo con Borges, directora de Cepaz, el Estado debe adoptar todas las medidas para prevenir, sancionar y erradicar todas las violencias por razones de género.

Aseguró que es sumamente importante que los abogados, los fiscales, los jueces estén preparados para entender en qué se basa la violencia y no haya una revictimización a las mujeres cuando estas busquen ayuda.

No deben normalizarse los estereotipos que se perpetúan y en los que se basa la violencia, en los que el hombre busca ejercer el poder con violencia extrema y la sociedad ha normalizado esto y no hay reacción.

Una fuente dijo extraoficialmente que en el Ministerio Público tampoco hay suficiente personal en las oficinas fiscales para atender a las víctimas y las sedes del Ministerio Público no tienen las condiciones adecuadas para los fiscales. No disponen de materiales suficientes para laborar, como hojas e impresoras para los oficios. Trabajamos con las uñas.

Buscar ayuda, hablar con la familia

Yoslady no comentó a su familia que sufría acoso por parte de su exnovio. No quería preocuparlos, pensaba que la situación no iría más allá de las palabras. Solo les contó el episodio afuera de la estación del Metro. Su mamá le pidió que estuviera muy pendiente y que lo denunciara.

Foto: Tairy Gamboa

Yoeli Tinoco, madre de Yoslady, no estuvo de acuerdo con la relación de su hija con Humberto Díaz. En el barrio se decían muchas cosas de él: que agredía brutalmente a su expareja y que consumía drogas.

Se lo dije a ella, que no podía estar con un hombre que le había hecho eso a su expareja y madre de sus tres hijos. No me inspiraba confianza, no me inspiraba nada bueno”.

La señora Yoeli tiene cuatro hijos, Yoslady es la mayor. Hace 15 años falleció su esposo y ha sacado adelante a su familia con la ayuda de su madre, y otros parientes. Sus hijos trabajan y la ayudan a mantener la casa. Cuida día y noche a su hija, la atiende y ya ha perdido la cuenta de a cuántos santos le pidió por su recuperación.

Junto con toda su familia espera que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) mantenga el apoyo y logre la captura del agresor. Por ahora, está enfocada en la completa recuperación de Yolasdy, aunque tiene miedo de regresar a la comunidad.

Foto: Tairy Gamboa

A mi hija le salvaron la vida, las heridas le afectaron la arteria aorta, muy delicada, los médicos no me daban esperanzas. Y la fuerza de voluntad de mi hija la ayudó mucho y principalmente, Jesucristo. Tenemos miedo de regresar a la casa, nos sentimos desprotegidos”.

Yoslady pidió a todas las mujeres víctimas de violencia que denuncien antes de que sea tarde. Recomendó que pidan ayuda a sus familiares, que le cuenten lo que viven a cualquier persona de su confianza.

Denuncien al agresor de cualquier violencia verbal o física, a tiempo. Hay que acudir a la familia, pedir ayuda, pedir asesoría. Y si la policía no ayuda hay que buscar otro ente.