¡Espeluznante! La llamada de la muerte y los sicarios de El Calvario

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Violencia y muerte, dos palabras que viven juntas, la una con la otra, se escuchan en cada punto de la ciudad, una más devastadora que otra, pero siguen su curso a medida que pasan los años.

Estas dos palabras se manifestaron ese lunes 5 de noviembre contra un joven barbero, que buscaba un futuro entre el caos de la capital y las oportunidades que les ofrecía Colombia.

Durante un mes Richard Joel Pacheco Tejada, de 28 años, permaneció en Colombia trabajando por su cuenta como barbero, luego regresó a Venezuela porque le había salido su pasaporte y pensaba irse nuevamente este 8 de noviembre, se mantenía trabajando entre ambos países.

En Venezuela tenía su barbería, que estaba ubicada en el bulevar Anauco de San Bernardino, Caracas. Hace ocho meses  le alquiló una parte del local a un hombre, de nombre Anderson, quien montó una cauchera, una negociación que le generaría al barbero confrontaciones y amenazas.

Desde que el hombre montó la cauchera nunca le pagó la renta a Richard, por lo que le pidió que desocupara el lugar para así él poder ampliar su barbería, pero Anderson se negaba.  El caso fue llevado hasta la Fiscalía, pero el ocupante del lugar no acudió a presentarse y lo que hacía era gritarle a Richard y lo amenazó con matarlo y quemarlo, así contaron testigos.

Una llamada de la muerte   

Ese lunes  5 de noviembre Richard se encontraba visitando a unos familiares en el barrio Los Erasos de la parroquia San Bernardino cuando recibió una llamada, donde le informaban que debía asistir a su barbería, en el bulevar Anauco, porque unos cables estaban presentando cortocircuito.

Ya en el lugar no pasó mucho tiempo cuando fue sometido por cuatro hombres armados, encapuchados y vestidos de negro, quienes le dicen: “tú mismo eres”, le cubrieron el rostro, lo montaron a golpes en una moto y se lo llevaron del sitio.

A los pocos momentos de que aconteciera el suceso llamaron a la madre de Richard y le manifestaron que su hijo estaba muerto y que buscara el cadáver en los alrededores del Cuartel de la Montaña, en el 23 de Enero, pero cuando una hermana y un cuñado del barbero asistieron al sitio, no lograron localizarlo.

En medio de la búsqueda se comunicaron con un familiar, que tenía un conocido en la policía, quien luego de investigar les informa que habían conseguido un cadáver en El Calvario, lugar que colinda con El Silencio y el 23 de Enero, por lo que se apersonaron al sitio, le preguntaron a unos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que cuentan con un puesto de control en la zona, y ellos les comunicaron que habían escuchado cinco disparos que los llevaron a verificar, encontrando el cadáver de Richard en una de las plazas del sitio.

El barbero estaba maniatado con tirraje (cinta de amarre), presentó tres disparos en el pecho y estaba golpeado.

El cuerpo fue trasladado en un principio a la morgue del hospital de coche, pero por una falla eléctrica en el lugar, lo llevaron a la morgue de Bello Monte.

La víctima tenía sus documentos, pero había desaparecido su teléfono. Las autoridades presumen que se trató de un sicariato, sin descartar otras hipótesis. El hombre que había amenazado al barbero se encuentra entre los principales sospechosos.

Richard era graduado en Ingeniería Mecánica en el IUTI, dejó dos hijos, de tres y 10 años y era el menor de cuatro hermanos, reseña Lysaura Fuentes/El Cooperante