Una tragedia familiar que ha causado conmoción en la colectividad tachirense y que removió los recuerdos de un hecho similar acaecido en febrero de 2016
La caravana con los féretros partió en dirección a La Grita, la llamada Atenas del Táchira, la última morada de la familia Zambrano Ruiz, pasadas las 6:30 de la tarde del sábado 23 de abril.
Horas antes, las manifestaciones de dolor, de impotencia, ante la tragedia, acompañaron los honores dados al comisionado de la Policía Nacional Bolivariana -PNB-, Franklin Zambrano, en la estación policial de revisión de vehículos del citado organismo, ubicada en la avenida Marginal del Torbes de San Cristóbal, extensivas a su esposa y sus dos hijos.
Una tragedia familiar que ha causado conmoción en la colectividad tachirense y que removió los recuerdos de un hecho similar acaecido en febrero de 2016, en el que perecieron tres personas, en el mismo complejo residencial.
La noticia, aun escueta y algo confusa, resquebrajó la tranquilidad de la tarde del viernes 22 de abril. Comisiones de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos arribaron a la avenida Ferrero Tamayo, específicamente al apartamento Pb-04 de residencias Bella Vista, torre C, tras una llamada telefónica recibida en el sistema único de emergencias VEN 911.
Hallazgo de los cuerpos
Según se estableció en las primeras indagatorias ejecutadas por los organismos de auxilio y seguridad, una joven, de quien se dijo que era la novia de Adrián Alexánder, de 22 años, fue quien alertó de que algo malo le habría pasado a la familia.
Ella había intentado comunicarse con el joven, pero los intentos habían sido infructuosos. Él no respondía. En este punto se comentó extraoficialmente que, además, el muchacho horas antes le habría comentado que se sentía mareado.
Conforme con una minuta policial, es entonces cuando decide acercarse al apartamento. Al asomarse por una ventana, se percató que algunos miembros de la familia parecían encontrarse inconscientes, pues no reaccionaban a su llamado. Con premura, procedió a realizar la llamada al número de emergencia 911.
Tiempo más tarde, componentes motorizados, tanto de Protección Civil como del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, se hicieron presentes en el complejo residencial.
Según se dijo, para poder acceder al apartamento, funcionarios de Protección Civil tuvieron que forzar una reja metálica de la ventana.
De este modo, finalmente hallaron a los miembros de la familia Zambrano Ruiz, incluyendo su mascota, sin signos vitales, que yacían en diferentes ambientes del inmueble.
En este particular, trascendió de manera extraoficial que el comisionado Franklin se encontraba en el mueble donde veía la televisión; Mariana, su esposa, fue hallada en la habitación principal. El muchacho de 22 años en su habitación, mientras que el adolescente de 16 años estaba en el baño, al parecer en una tina.
De inmediato procedieron a confirmar sus identidades. Se trataba del comisionado de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), adscrito a la unidad de Vehículos del servicio de Tránsito, Franklin Zambrano, de 43 años; su esposa, Mariana Carolina Ruiz Ramírez, de 42 años; y sus dos hijos, Rosberts Jhoan, de 16 años, y Adrián Alexánder, de 22 años.
Las investigaciones
A la par que los funcionarios se comunicaban con la oficina regional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –Cicpc-, tal y como lo dictan los protocolos en estos casos, llevaban a cabo las primeras inspecciones en el apartamento.
Por ahora, la hipótesis que cobra mayor fuerza en cuanto a las causas de este lamentable y triste episodio, tiene que ver con una presunta falla del calentador de agua del edificio.
Detectives del Cicpc de la región estarían indagando si dicho desperfecto, que de acuerdo con estas primeras experticias generó una fuga de dióxido de carbono, habría provocado la muerte de los cuatro integrantes de la familia y de su pequeña mascota. No obstante, todavía no se descartaría, como causa, la inhalación de gas de cocina o GLP.
Además, las pesquisas estarían centradas en determinar la data de muerte de los infortunados, para establecer si los fallecimientos se produjeron en la noche del jueves o en horas de la madrugada o mañana del viernes.
Se espera que en las próximas horas se emita una comunicación oficial por parte de las autoridades al respecto.
Una tragedia que se repite
Apenas se conoció el dramático y absurdo final de la familia Zambrano Ruiz, muchos tachirenses recordaron que seis años atrás un hecho con características similares, ocurrido en el mismo complejo residencial, llevó a la muerte de tres personas.
Estas fueron identificadas como Esther Alejandra Bermúdez Urdaneta, comunicadora social, egresada de la ULA; su progenitora, Norma Suleida Urdaneta Morales, de 58 años, y William Daniel Vera Sánchez, de 26 años de edad, novio de la periodista. Otros dos ciudadanos, tras ser auxiliados, lograron salvar sus vidas.
En esa oportunidad, los hechos acaecieron en el apartamento PB1 de la Torre A.
Una familia muy unida
Conocidos de la familia Zambrano Ruiz aún no salen de su estupefacción ante el impensable final que les deparó el destino. Coinciden en que era una familia muy unida. «Y así, unidos, con su mascota y todo, Dios se los quiso llevar», comentó un vecino.
Compañeros del comisionado Zambran, lamentaron lo sucedido, mientras los ataúdes en capilla ardiente recibían el último adiós por parte de los jefes policiales de la PNB en la región.
El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, a través de un audio, expresó su solidaridad a los familiares y compañeros del comisionado Franklin, por su muerte y la de su núcleo familiar.
«Mi abrazo y apoyo total a los familiares. Me sumo al dolor de la Policía Nacional Bolivariana y del pueblo del Táchira, por este hecho que conmociona a la familia tachirense y nos llena de luto en este momento. Para los fallecidos, que descansen en paz y que Dios los tenga en su santa gloria», expresó el primer mandatario regional.
La Grita de luto
Los cuatro cuerpos fueron velados en el gimnasio cubierto Los Comuneros de La Grita, desde la noche del sábado, a donde acudieron decenas de personas. Muchos lloraron. Todos los asistentes estaban tristes por lo sucedido.
Los esposos Franklin Ramírez y Mariana Ruiz eran nativos de este rincón del estado Táchira. Sus parientes residen en los sectores de Aguadías y El Surural.
Este domingo. 24 de abril, la familia Zambrano Ruiz fue llevada a su última morada en la ciudad de La Grita, jurisdicción del municipio Jáuregui, donde familiares y allegados los despidieron entre suspiros de dolor e impotencia, pero. al mismo tiempo, con la fe de que descansarán en la paz del Señor, y algún día volverán a encontrarse.
La novia de Adrián Alexánder fue quien hizo el hallazgo
Un silencio sepulcral reina en el conjunto residencial Bella Vista de San Cristóbal, luego del fallecimiento de los cuatro integrantes de la familia Zambrano Ruiz, el pasado viernes, 22 de abril. Los vecinos entran y salen en sus vehículos o caminando, pero nadie habla de este hecho con personas desconocidas. Todos, por respeto y aprecio, se mantienen callados.
Otra de las consecuencias del fatal acontecimiento, y sobre todo de los rumores que se han regado a través de las redes sociales, es el temor a vivir otro episodio lamentable. Recuerdan que en el 2016 un suceso similar, donde murieron tres personas, empañó a la comunidad que conforma el conjunto residencial; por eso, la junta de condominio se mantiene alerta a los resultados de las investigaciones y las recomendaciones.
Una familia muy apreciada
Humberto Medina y Karelly Moreno, integrantes de la junta de condominio de Residencias Bella Vista, donde se registró el fallecimiento de Franklin Zambrano y Mariana Ruiz, junto a sus dos hijos, Rosberts Jhoan y Adrián Alexánder Zambrano Ruiz, lamentaron la tragedia que enlutó, además de a sus familiares, instituciones y amigos, a los vecinos.
Afirmaron que todos los miembros de la familia gozaban de gran estima en esa comunidad.
Contaron que la familia Zambrano Ruiz vivía en el conjunto residencial desde hace 11 años, tiempo en el que se caracterizaron por su dinamismo, buen trato y ser excelentes vecinos.
La madre, Mariana Ruiz, era muy proactiva. Cocinaba, hacía tortas, postres, y participaba en eventos sociales. El padre, un comisionado adscrito a la división de Vehículos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Lo describen como un hombre muy respetuoso, cumplidor de las normas.
De los hijos tampoco hay nada negativo que decir. “Una familia muy apreciada”, afirmaron los dos representantes de la junta de condominio del conjunto residencial.
Ya tenían síntomas
Moreno y Medina dijeron que a raíz del lamentable suceso se enteraron que tanto los padres como los hijos tenían desde hace unos tres días síntomas como mareos, náuseas y dolor de cabeza.
El sacerdote que ofreció la misa en la sede de Tránsito donde laboraba, ubicada en la avenida Marginal del Torbes, resultó ser gran amigo del comisionado Franklin Zambrano.
En conversación con los representantes de la junta de condominio el sacerdote destacó que casualmente visitó el apartamento y le preguntó a Franklin si le pasaba algo, porque lo veía muy desmejorado. La respuesta de Zambrano fue que se sentía mal desde hace algunos días.
“Nosotros, como vecinos, independientemente que seamos de la junta de condominio, nos enteramos porque vino la novia del hijo mayor y ella abre la ventana del cuarto del novio y lo ve en la cama con la mascota. Le da una crisis, porque lo vio morado”, relataron.
Agregaron que desconocen quién hizo la llamada de emergencia que activó a los organismos de rescate y seguridad.
Una de las vecinas que iba saliendo se percató del estado de nerviosismo de la joven y le preguntó qué le pasaba, pero ella no podía hablar. Ya el padre de la novia había llegado y fue quien le respondió a la vecina que al parecer algo había pasado dentro del apartamento.
Los tres carros de la familia estaban estacionados y eso los hizo pensar que todos se encontraban en la vivienda.
La vecina vio por una ventana al mayor de los hijos con la mascota, y a la madre en otra habitación.
Trascendió que la novia había conversado con Adrián hasta aproximadamente las 11:00 de la noche del día anterior. Al día siguiente la chica lo llamó, pero no contestó.
Entre las 4 y 5:30 de la tarde, la novia llegó al conjunto residencial y, por tratarse de una visita regular, la dejan pasar. Fue entonces cuando hizo el hallazgo.
Varios de los habitantes del lugar señalaron que los cuerpos de seguridad y la ambulancia ingresaron en total silencio. Fueron momentos muy confusos, pasaron las horas, en las que comenzaron a llegar organismos y familiares.
“Desde allí, esto parece un sepulcro, son tan queridos esa familia, aquí parece un silencio sepulcral, por respeto a la familia”, expresaron.
Actuación de los bomberos
Entre las diversas acciones que ejecutaron los bomberos, destacó la revisión del sistema de gas que surte de este combustible a los apartamentos. El resultado fue cero escapes de GLP.
Recordaron que hace algunos años se registró un hecho similar y para ese entonces, Protección Civil acudió y dio algunas recomendaciones, que se cumplieron.
Los integrantes de la junta de condominio de Residencias Bellavista se encuentran a la espera de los resultados de las investigaciones y de las posibles recomendaciones, aunque están claros en que no se trata de un escape de gas.
“Debemos estar alertas ante cualquier fuga de gas en los hogares”
Cuando hay un escape de gas, dentro de una residencia, lo primero que debe hacer la familia, si lo detecta, es abrir las ventanas, para ventilar el lugar, y proceder a la evacuación de la residencia, mientras arriban los funcionarios de Protección Civil (PC) o del Cuerpo de Bomberos.
Esta recomendación la hizo el director de PC en el municipio Bolívar, Hilario Rosas, tras el suceso que enlutó el pasado viernes, 22 de abril, a la Residencia Bella Vista, en San Cristóbal, donde una familia falleció, presuntamente, por un escape de gas.
Según Rosas, es difícil percibir el gas, pues al ser tan pesado, suele bajar y, a medida que se va acumulando, va disminuyendo la cantidad de oxígeno en las personas que, sin darse cuenta, van entrando en una pesadez que les lleva a quedarse dormidas, hasta causarles paros respiratorios que terminan en un paro cardíaco y, posteriormente, en la muerte.
“Las familias deben estar muy atentas ante cualquier fuga”, subrayó el funcionario, al tiempo que instó a la ciudadanía a no usar jabón para tapar una falla de esta índole. “El deber ser es que la tubería se halle en excelentes condiciones”, dijo.
“La válvula de alta presión debe estar en buenas condiciones”, prosiguió el director de PC en la jurisdicción fronteriza, al tiempo que indicaba que las bombonas deben permanecer en espacios abiertos, no cerrados.
En este sentido, Rosas conminó a los habitantes a usar las instituciones como Bomberos o PC para cualquier orientación que requieran, o a la empresa que esté suministrando el servicio.
En uno de los apartamentos de la Torre C, del complejo habitacional, murió el grupo familiar compuesto por el padre, un comisionado de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), de 43 años; su esposa, de 42 años, y sus dos hijos: un menor de 16 y un joven de 22.
por La Nación
Síguenos en nuestro Telegram, Twitter, Facebook, Instagram y recibe de inmediato los hechos noticiosos al día y a la hora