Las causas del deceso de Rogelio Briceño, de 45 años, aún se desconocen. Ingresó al Hospital Luis Razzetti de Mene Grande con quemaduras en el brazo derecho y en el pecho y una herida en la cabezaMaría Carlota Marval/La Verdad
Las causas del deceso de Rogelio Briceño, de 45 años, aún se desconocen. Ingresó al Hospital Luis Razzetti de Mene Grande con quemaduras en el brazo derecho y en el pecho y una herida en la cabeza. Lo último que le dijo a sus familiares fue que tuvo una pelea. Sufrió un ahogo y falleció. Se llevó a la tumba el nombre de sus atacantes.
Desde muy temprano, Briceño terminó sus labores como albañil y partió desde el sector Las Adjuntas, en el municipio Trujillo, hasta la venta de licores que limita con el municipio Baralt. Se tomaría unas cervezas, como acostumbraba hacerlo todos los fines de semana, y regresaría a su casa.
Abrahan Briceño, hijo del albañil, recordó que su padre caminó hasta el sector donde vivía, pero no llegó a su casa. Los dolores y las heridas lo paralizaron frente a la residencia de un vecino. Le pidió ayuda, le comentó que se sentía mal y le suplicó que lo llevara a su casa a dormir.
La familia se alarmó. El albañil tenía hematomas en su cuerpo, además de quemaduras en el brazo derecho y en el pecho y sangraba por la cabeza. No podía ni hablar. Cuando empezó a ahogarse lo llevaron al centro asistencial.
En el traslado, sus parientes le preguntaban por lo ocurrido, pero no alcanzó a decir nada, solo suplicaba que lo ayudaran. Los efectivos de la Policía científica llegaron al conocer la muerte de Briceño, por lo que iniciaron las investigaciones e interrogaran a todos los presentes en la venta de licores.
El cuerpo de la víctima lo trasladaron hasta la morgue del Hospital General de Cabimas para hacerle la necropsia y determinar las verdaderas causas de su muerte. Mientras, su hijo pidió a los efectivos del cuerpo detectivesco intensificar su trabajo y dar con los responsables.