La angustia por encontrar su cuerpo terminó luego de 27 horas de búsqueda en aguas del Lago y el desconsuelo aumentó en su hogar, causando estragos en el alma de sus familiares.
El cadáver de Mauro José Rincón Valbuena, un ingeniero agroalimentario de 29 años, flotó a la 1:15 de la tarde de ayer, aproximadamente, de las profundas aguas del Lago de Maracaibo.
La última vez que su padre escuchó la voz de Mauro fue a través del hilo telefónico, mientras éste conducía un vehículo Sunfire, beige, que había comprado en la ciudad de Barquisimeto. La llamada fue a las 9:30 am del jueves.
Mauro José venía con su hermano Roberto. Estaban cerca de la cabecera del Puente, en Santa Rita (COL).
“Ya vamos a pasar el Puente, papá. Gracias a Dios, todo bien”, fue la última frase que escuchó Mauricio Rincón.
El muchacho estaba muy emocionado. Había vendido su viejo Jeep y ahora ‘rodaría’ por su pueblo perijanero en un vehículo de un modelo más reciente.
Aunque su deseo era comprarle el carro a su exsuegra, el destino escribió otra historia.
“Aquí tengo 900 mil que reuní. Vamos a hacer negocio, vendeme el carro”, le había suplicado a su exsuegra, antes de emprender el viaje sin regreso.
“Mauro me insistía que le vendiera mi carro, pero yo le decía que no podía quedarme a pie. Él desistió de la idea y revisó por varios días las publicaciones de ventas de vehículos hasta que encontró ‘una buena oferta’ por internet”, recordó con lamento la mujer.
El pasado martes 11 de agosto, Mauro salió desde su vivienda, fijada en la urbanización Fundaperijá, en Machiques, con destino a Barquisimeto para concretar el negocio.
Luego de realizar la compra del Sunfire, el jueves muy temprano los hermanos decidieron regresar al Zulia, pero el carro que Mauro había comprado se averió en el “Coloso” cuando se desplazaban en dirección COL – Maracaibo.
Los hermanos se bajaron del carro. Mauro se acercó a la baranda mientras esperaba por el remolque del carro a la costa marabina. En minutos se desató la tragedia: el chofer de una gandola, cargada de harina, ocasionó un cuádruple choque y arrasó más de 30 metros de baranda del Puente. La situación tomó de sorpresa a Mauro, quien cayó a las aguas lacustres.
Quien conducía la gandola no se percató de que el Sunfire estaba accidentado. Chocó contra un autobús, el carro recién comprado y la moto de un gnb.
El hermano de Mauro José quedó atrapado debajo del autobús. Ayer le dieron la alta médica. El efectivo castrense permanece en la UCI de una clínica en San Francisco. Presentó múltiples golpes y fractura en la clavícula.
Poco después de la desgracia, familiares de Mauro comenzaron su larga y dolorosa espera en el comando de vigilancia costera de la Guardia Nacional Bolivariana, donde elevaron oraciones para que la búsqueda arrojara resultados positivos. Ayer, la espera terminó.
Mauro José se había graduado en el Iutm, laboraba ocasionalmente con la Iglesia en la Sierra de Perijá. Se había separado de su mujer y dejó un niño. “Él veía de su hijito de un añito y un mes”, contó, con pesar, la exsuegra.
Angelina Estrada/Panorama