La hermana de Gabriel Herrera y dos efectivos del Cicpc, entre ellos la comisaria Nathaly Estrada están siendo investigados por entorpecer la investigación
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El pasado 24 de enero se cumplieron dos años de la pesadilla que marcó un antes y un después en la vida de Erlymar Romero y toda su familia: el asesinato de su hija de 12 años a manos de su padrastro y padre de su hermano menor. Tras el juicio que duró más de un año y en el que Carlos Gabriel Herrera Millazo fue condenado a 30 años por el atroz crimen, la madre de Sofía contó detalles inéditos a El Cooperante, y explicó lo que ocurrió aquella fatídica noche en la que el hombre al que amó durante varios años se convirtió en más que un monstruo, ante sus ojos.
Carlos Gabriel Herrera Milazzo, fue el hombre que abusó sexualmente de su hijastra y la asesinó al lanzarla del piso 7 del bloque 40 de la urbanización Menca de Leoni, Guarenas, estado Miranda. Los hechos ocurrieron la noche del 24 de enero de 2022. Lorena Milazzo Istúriz, la madre del perpetrador, habría ayudado a encubrir el atroz crimen, y también le ayudó Carmen Aida, su comadre.
Esa noche, el hombre que tendrá que pasar los próximos 29 años en la cárcel por orden del Ministerio Público, abusó de Sofía cuando ella se disponía a dormir. Faltaban pocas semanas para reunirse con su mamá, quien emigró a Estados Unidos para darles un mejor futuro.
En entrevista concedida a este portal, Erlymar dijo que pese a la condena y todas las pruebas que presentaron durante el juicio, el padre del «monstruo de Guarenas» no lo acepta y sigue defendiendo lo indefendible.
«Los abogados de los asesinos de mi hija introdujeron la apelación, fuimos notificados, mientras tanto, el señor Carlos Herrera Jaime ha estado por TikTok difamando a los expertos, al juez, al Ministerio Público, al fiscal y a mi persona. Han querido establecer que todo fue una negociación y una trampa, hasta donde tengo entendido a Carlos Herrera Millazo lo tienen en una celda donde no lo dejan salir y cada vez que sale llora porque dice que lo van a matar y no debería tener privilegios. Yo tengo fe de que más allá de la apelación, la sentencia se va a mantener como se estableció», expuso.
Enumeró las pruebas que hundieron a Herrera Milazzo: «La médico forense comprobó que Sofía muere por el golpe que le dieron en la cabeza antes de ser lanzada al vacío, igual que el abuso sexual. Además, se comprobó que las supuestas cartas escritas por Sofía en las que se despedía de nosotros, fueron escritas por Carlos. En cuarto lugar, el luminol que permitió establecer que sí había sangre en el cuarto donde dormía Sofía».
Destacó que las pruebas apuntaron a que Sofía fue golpeada con un objeto «rombo» en la cabeza, que nunca fue encontrado, pero los investigadores presumen que pudo ser un bate o un tubo.
«A mi juicio, esta última es la prueba determinante porque demuestra que Sofía tenía muerte cerebral y evidentemente una persona con muerte cerebral no puede lanzarse de un séptimo piso de un edificio».
Durante la investigación y gracias al luminol, se comprobó que había sangre de Sofía por la habitación, al lado de un encendedor de luz en una pared que fue pintada, también en la cama donde dormía la niña; y en la ventana donde la colocaron antes de lanzarla. Además, encontraron gotas de sangre desde el cuarto al baño, en el lavamanos y la poceta.
Otro de los detalles que se ventilaron durante el juicio, es que los vecinos de al lado dijeron a los efectivos policiales que, Carlos Herrera tenía una actitud sobreprotectora con Sofía. Además, se reveló la participación de Carmen Aida en el suceso.
«Ella vivía en el edificio de atrás, llegó antes que la policía, es la única que entró al apartamento y fue quien me llamó. Esta señora es enfermera y sabe limpiar muy bien la sangre, ayudo a limpiar todo eso porque sus huellas eran las únicas que estaban en la ventana comprobado por el Saime. Esto pese a que afirmó que nunca entró a ese cuarto. Fue esta mujer quien revisó el teléfono de Sofía que por cierto nunca le entregaron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Crimanlísticas».
Es hora de dejar de culpar a las víctimas
Erlymar recuerda como si fuera ayer aquel día. Era lunes, Sofía no tenía clases los lunes, sino los martes, jueves y viernes. Ese lunes en la mañana, como estaba en casa, se comunicaron por videollamada, hablaron un buen rato. Carlos había salido con la mamá a hacer un trámite de una casa que estaban vendiendo. El día transcurrió normal y esa noche, Sofía la llamó para despedirse, pero Erlymar estaba en otra llamada.
Eran las 9:34 p.m. Le dijo: «Mami, me voy a dormir, te amo mucho descansa, hablamos mañana».
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, Carlos Herrera Millazo abusó sexualmente de Sofía, le introdujo un objeto contundente por sus partes íntimas y con este mismo objeto rombo la golpeó en la cabeza, lo que le causó muerte cerebral. Sofía perdió el conocimiento y luego, decidieron lanzarla del séptimo piso para fingir que se suicidó.
Tanto la madre de Carlos, Lorena Milazzo Istúriz como Carmen Aida, saben lo que ocurrió esa noche, todo lo hicieron en presencia del hijo pequeño de Erlymar quien entonces tenía 1 año y siete meses de edad.
Tras atravesar todo este episodio tan difícil, Erlymar Romero espera que los asesinos de su hija y todos los que de alguna forma u otro les ayudaron, paguen por lo que hicieron, y confesó que lidia cada día con el aprendizaje que le dejó este trago amargo, que nunca podrá superar completamente.
«Siento un poco de paz porque sé que están presos y sentenciados. Mi tranquilidad no está completa porque me quitaron a mi princesa, pero trato de aprender a vivir con esto, con este dolor. Tengo dos hijos más y estoy aprendiendo a sobrellevarlo. Mi hijo también resultó afectado, es una víctima más de este monstruo. Él presenció todo y se levanta en las noches llorando, habla de la muerte y de que a su hermana la lanzaron por la ventana. Es bastante fuerte todo lo que estamos pasando, aprenderé a vivir con la herida, pero no sanará nunca».
Hizo un llamado a la sociedad y en especial a padres, madres y representantes a que no confíen en nadie.
«Esto me pasó por confíar y creer en las personas, hoy tengo claro que no importa si lo que hay para comer es arepa con mantequilla, eso es lo que habrá, pero no dejar a tus hijos solos o con familiares» y «otra cosa es que la sociedad debe dejar de atacar a las víctimas, justificar este tipo de hechos es lo peor, a los asesinos hay que llamarlos por su nombre y no acusar a las víctimas tratando de buscar una justificación para estas personas que son demonios en la tierra».
En el teléfono de Carlos Gabriel Herrera Millazo, encontraron fotos y videos de desnudos de hombres y mujeres.
El monstruo de Guarenas