El espeluznante “Pintor Comegente”, los mataba, se los comía y luego pintaba cuadros con su sangre

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El “Pintor Comegente” es de Yaritagua. Luis Alfredo González Hernández, detenido el jueves por funcionarios del Cicpc en Barlovento, estado Miranda, presuntamente, por asesinar y devorar parte de los restos de un hombre y con su propia sangre pintar varios lienzos, vivió por un tiempo en Yaracuy y luego estuvo de mendigo en Barquisimeto.

Habitantes de Yaritagua y fuentes policiales confirmaron a La Prensa que Luis Alfredo vivió en la capital del municipio Peña junto a su esposa e hijos. El muchacho, que para el momento de su captura tenía los ojos desorbitados y cabello desgreñado, “ha pasado por difíciles momentos en su vida”, según lo describen allegados a él. Al parecer, el “Pintor Caníbal” no superó las muertes trágicas de su padre y hermano.

Cuentan los informantes, que su padre falleció tras lanzarse de la platabanda de la casa en donde vivía en Yaritagua. Además, uno de sus hermanos también se quitó la vida ahorcándose. Ese episodio en la vida de Luis Alfredo, aparentemente, lo convirtió en una persona con problemas mentales, muy diferente al joven que era casado y tuvo una juventud tranquila junto a sus parientes y amigos cercanos.

Se pudo conocer, que Luis Alfredo es padrastro de una niña que participó en la sección “Mini Estrellas” del programa Sábado Sensacional de Venevisión. Durante las grabaciones, el hombre acompañó en los estudios a su esposa y a la niña, y hasta salió en pantalla.

Allegados al presunto homicida, contaron que las últimas veces que lo vieron fue en Barquisimeto como indigente entre el Terminal de Pasajeros y la avenida Vargas cerca del Banco Venezuela.

Cuando se supo de su captura por asesino, caníbal y pintor la noticia corrió como pólvora en Yaritagua, pues muchas personas conocían al hombre y a sus familiares. Cuentan vecinos que no podían creer cuando vieron el rostro de Luis Alfredo arrestado.

Tras la captura del “Pintor Caníbal” o como también fue señalado el “Artista Antropófago”, supuestamente, confirmó haber descuartizado y comido gran parte del dueño de la finca. Según el director del Cicpc, Douglas Rico, el homicida argumentó que su víctima lo había “contratado” para ejecutar un extraño “servicio funerario” que consistía en “darle muerte, comer parte del mismo y con su sangre y cenizas hacer pinturas en lienzo”.

La captura del hombre fue en una finca de Barlovento, a dos horas de Caracas, en el sitio hallaron restos humanos y documentos con identidades que para el comisario Rico están siendo investigadas para determinar si los nombres pertenecen a personas que han sido reportadas como desaparecidas.

Los “petejotas” también practicarán exámenes de antropología forense a las “obras de arte” halladas en el sitio. No se descarta que se trate de un asesino en serie.

El dueño de la finca que fue asesinado fue identificado como Lisandro Rosales García.

Fue una cacería

Se conoció por fuentes policiales, que la detención de Luis Alfredo González se debió a investigaciones, luego de recibir múltiples denuncias sobre la desaparición de personas.

Los detectives se trasladaron hasta la zona en busca de los extraviados de la zona y dieron con la finca en donde vivía Luis. Estaba solo, pero algo alertó a los “petejotas”. Entre cenizas había rastros de piel, que luego determinaron que era carne humana. Supuestamente, aderezaba los restos humanos con jugo de naranja, reseñó La Prensa de Lara