Las investigaciones adelantadas por el Cicpc en torno al triple homicidio perpetrado en Las Lomas, arrojaron que tanto las víctimas como sus victimarios, dos de ellos funcionarios de la PNB, integraban una misma banda de asaltaquintas, denominada “El Gordo y El Pito”, publica La Nación.
Aunque ya lograron la detención de uno de los policías, identificado como J. Báez, de 22 años, adscrito al Servicio de Patrullaje Inteligente con sede el antiguo Bingo Platinum, la búsqueda de su compañero, F. Hincapié, de 22 años, de la misma unidad, continúa, pese a que se cree que huyó a Colombia.
Hincapié estaba siendo investigado desde 2014 por esa misma institución policial, bajo coordinación de la Fiscalía 20, por los delitos de Abuso de Autoridad, Lesiones y Hurto.
Junto a J. Báez, los investigadores del Cicpc capturaron al taxista, J. Rodríguez, de 31 años, sindicado de llevar bajo engaño a las tres víctimas, el martes en la noche, hasta el lugar donde fueron asesinados por los dos policías, posiblemente con sus propias armas de reglamento, las cuales a su vez prestaban esporádicamente a otros delincuentes para que cometieran sus fechorías.
En el locker de este policía, el Cicpc incautó un facsímil de arma de fuego, así como un revólver calibre 38, en tanto que en su uniforme hallaron algunas manchas de sangre. En otro locker, en una casilla policial del barrio Las Flores, colectaron otro revólver calibre 38.
Se conoció que tras el hallazgo de los cadáveres de Wilmer Omaña, de 19; Víctor Gabriel González, de 20, y Darly José Silva Mora, de 22 años de edad, aunque no era su cuadrante, los dos PNB estuvieron en el sitio confundidos con otros compañeros de armas que custodiaban la escena del crimen. Dijeron algunos que para el miércoles en la mañana solo habían hallado dos de los cuerpos, sin embargo sí notaron que los dos policías parecía que buscaban algo más en el sitio. Más tarde se ubicó el tercer cuerpo.
Se desconoce si Báez e Hincapié pretendían eliminar alguna evidencia de su presencia en el sitio la noche anterior, conducir el hallazgo del tercer cuerpo, o si se trató de simple morbo.
Hasta ahora, el móvil del triple crimen se centra en un ajuste de cuentas o venganza, toda vez que entre los funcionarios y las víctimas ya venían presentándose rencillas o problemas relacionados a un dinero proveniente del delito, por lo que los policías acordaron citar a los tres muchachos en Las Lomas, donde se supone que cometerían otro asalto, pero en realidad era una emboscada para asesinarlos.
Adicionalmente al uniforme policial, los revólveres y el facsímil, el Cicpc decomisó el taxi marca Hiunday, placa 7A4A8GD, donde trasladaron a las víctimas, así como una motocicleta Suzuki, asignada a los oficiales; las dos armas de reglamento de los policías, que son pistolas 9 mm, y dos teléfonos celulares.