Dos agentes de PoliAragua fueron imputados por ejecutar a un adolescente esposado

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Dos agentes de la Policía del estado de Aragua fueron apresados, por orden del Ministerio Público (MP), el pasado lunes en el cuartel general del referido organismo de seguridad luego de haber sido hallados culpables de matar a balazos a un adolescente de 15 años y herir a otra persona, un hombre de 28, a quienes habían esposado previamente en el sector Los Hornos de la comunidad de Palo Negro.

La detención del supervisor jefe Luis Rebolledo Díaz, de 45, y el oficial agregado Antonio Ramón Briceño Castillo, de 35, se produjo luego de que la familia de la víctima, identificada como Joender Arismendi, interpusiera una denuncia formal ante la Fiscalía 20º, instancia judicial de la región aragüeña especializada en materia de derechos humanos, acerca del irregular procedimiento policial.

Según testimonios familiares recopilados por las autoridades, en la tarde del 28 de junio, Arismendi fue retenido, junto con otro ciudadano, por la pareja de funcionarios, que había descendido de un automóvil particular con el fin de aprehenderlos. Tanto al joven como a su acompañante le colocaron las esposas, lo cual, en teoría, restringiría el movimiento de sus manos, neutralizando cualquier posible intento de ataque.

Mientras los policías deliberaban a cuál comisaría local llevar a los detenidos, el adolescente avistó a un pariente e intentó correr hacia él, sin embargo, fue tiroteado por Rebolledo y Briceño, quienes le dispararon con sus armas reglamentarias múltiples veces: recibió tiros en el pecho y el mentón. El otro hombre también fue alcanzado por un proyectil que atravesó su brazo.

Tras presenciar lo ocurrido, varios vecinos de la zona salieron de sus casas para auxiliar a los heridos, quienes fueron trasladados hasta un centro de asistencia médica perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en el sector La Ovallera, donde Arismendi ingresó sin signos vitales.

Durante la audiencia de presentación, los efectivos fueron imputados como coautores en los delito de homicidio intencional – calificado con alevosía y cometido por motivos fútiles – simulación de hecho punible, agavillamiento y uso indebido de el arma orgánica. Aunado a esto, se les atribuyó el primer cargo pero en grado de frustración debido a las lesiones sostenidas por el otro hombre.

Los calabozos de la comandancia principal de la Policía estadal, ubicada en la urbanización Las Delicias, fueron designados como el centro de reclusión para los dos sentenciados.