«Esas disculpas del comunicado no parecen tan disculpas, ellos pensaron que no era gran cosa, lo vieron como una sugerencia, no entendieron la gravedad, pero cuando fuimos a protestar se mostraron dispuestos a escucharnos, dispuestos a hablar y eso hay que reconocerlo. Nosotros no queremos que cierren el local, pero sí que asuman una política de inclusión, de no discriminación».
Las redes sociales «explotaron» luego de que se hiciera viral un caso de discriminación a homosexuales en el Vera Pizza en Chacao, al este de la Caracas. Pese a que las autoridades de la Alcaldía del municipio mirandino tomaron cartas rápidas en el asunto y sancionaron a los directivos del local comercial con más de 700 horas de trabajo comunitario -como lo estipula la ordenanza municipal de no discriminación en sus artículos número 25 y 26-, uno de los testigos y amigo de los afectados detalló lo sucedido y aseguró que todo se trata de un acto machista porque había dos mujeres bailando juntas y a ellas no se les pidió que salieran del lugar por «el morbo que esto causa a hombres heterosexuales».
En Venezuela no existen cifras oficiales sobre la violencia hacia la comunidad LGBTI+, sin embargo, la Acción ciudadana contra el Sida (ACCSI), asegura que la violencia contra quienes son «diferentes» no es algo nuevo ni esporádico. Un informe de esa organización, que registró 109 muertes violentas en la comunidad LGBT entre 2008 y 2017 (la data más reciente), da cuenta de asesinatos por disparos, apuñalamiento, estrangulamiento, mutilación genital, rostros desollados, golpes, columnas fracturadas. La mayoría de las víctimas son personas trans.
Pese a que nunca fueron maltratados físicamente por la directiva de Vera Pizza, para el coordinador de la Organización No Gubernamental (ONG) Somos, Yendri Velásquez, quien estaba en el grupo de amigos que compartía la tarde del viernes en ese local comercial, todo fue «muy humillante y decepcionante», debido a que quienes solo bailaron por cuestión de unos segundos -Danny Toro y su novio, Abraham- fueron obligados a desalojar el lugar, solo por ser homosexuales.
Yendri conversó vía telefónica con El Cooperante y ofreció detalles sobre lo sucedido esa tarde de fin de semana en la conocida pizzería. Cinco personas decidieron ir a comer y pasar la tarde, entre ellos se encontraba Danny Toro, su novio Abraham, Yendri y dos amigas.
«Estábamos desde temprano, comiendo y conversando sobre trabajo porque somos activistas LGBTI+. Empezó el karaoke bailable, sonó el merengue y empezaron a bailar, en ese momento, había cinco o seis parejas bailando, y una pareja de chicas tenía rato bailando, pero cuando Danny y Abraham se levantaron a bailar, no había pasado un minuto cuando el vigilante se acercó para decirles que esa conducta no era admitida en el local y que debían retirarse», precisó.
Una de las mujeres que estaba en el grupo, intervino y trató de contener el conflicto, mientras el resto, entre ellos Yendri fue a reclamarle al encargado del local porque la explicación que dio el vigilante era que debían retirarse porque es «política interna».
«No fue directamente conmigo, pero fue bastante humillante porque nos estaban sacando por ser quienes somos, por hacer algo que estaban haciendo otras personas, pero como somos hombres no está permitido. Ellos bailaron un tiempo mínimo, mientras otras parejas de mujeres también bailaban. A las mujeres no les sucede nada por un tema machista y misógino del morbo que le generan a los hombres heterosexuales dos mujeres bailando», lamentó.
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Los dueños son «clásicos»
Según contó Yendri, cuando estaban reclamándole al encargado, se basaron en la ley porque conocen muy bien sus derechos. Él fue quien le preguntó al gerente si era cierto que se tenían que salir del local por una política interna.
«Si es así, su política interna es contraria a la ordenanza municipal antidiscriminación que fue aprobada por el Concejo Municipal de Chacao en el año 2016, y además están violando el principio de igualdad y no discriminación que establece la constitución», dijo el joven al encargado. «El encargado me respondió que los dueños son clásicos, supongo que se refería a conservadores, pero se trata de un tema de no discriminación y una ordenanza municipal que ellos tienen que cumplir».
Durante la discusión, el encargado trató de invalidar los argumentos y alegatos de los jóvenes y el grupo decidió pagar la cuenta e irse. Pero en ese momento, sucedió lo más humillante para ellos.
«Antes de irnos, un amigo le reclamó y el vigilante le dijo que, a él en lo personal, le daría asco ver unas personas bailando. Además, el gerente del local dijo que dos hombres bailando era un show», aseveró.
Tras este despectivo discurso, todos decidieron salir del local y un grupo de conocidos suyos, que son periodistas también salieron. Danny Toro publicó en Twitter lo que había pasado, lo mismo hizo Yendri. El joven activista resaltó que el caso se hizo viral debido al apoyo que recibieron desde el primer momento.
«El sábado hablamos con el director de Justicia Municipal, Danny González, con la Defensoría Especial del Pueblo y está la denuncia abierta. La Alcaldía, desde su dirección tributaria ya generó una multa, pero el proceso de justicia municipal formalmente comienza este lunes, 27 de septiembre».
Reuters, EFE, distintos activistas, diversas ONGs, fundaciones, la presidenta del Consejo Municipal del municipio Baruta, Georgette Topalián, la diputada de la Asamblea Nacional (2015) Delsa Solórzano, la candidata a concejal Evelyn Pinto (AD) «nos han demostrado que distintos grupos se movilizan contra la no discriminación, lo que es un punto común en un país tan fracturado como el nuestro», rescató.
«Sentimos que las disculpas no lo fueron»
Cuando han pasado varias horas del hecho discriminatorio, Yendri comentó que el comunicado que emitió la pizzería el día sábado no representó una disculpa, pero cuando el grupo fue a protestar al lugar, el gerente tuvo la intención de hablar y escucharlos.
«Esas disculpas del comunicado no parecen tan disculpas, ellos pensaron que no era gran cosa, lo vieron como una sugerencia, no entendieron la gravedad, pero cuando fuimos a protestar se mostraron dispuestos a escucharnos, dispuestos a hablar y eso hay que reconocerlo. Nosotros no queremos que cierren el local, pero sí que asuman una política de inclusión, de no discriminación», explicó.
Yendri aclaró que, al momento del incidente, el local estaba lleno, pero ninguno de los presentes emitió un comentario porque «todo pasó muy rápido», además, rescató que los mesoneros nunca tuvieron una actitud agresiva ni discriminatoria.
«Pero todo fue muy humillante y triste porque cuando hicimos la denuncia en redes sociales, recibimos una gran cantidad de comentarios de odio, de homofobia. Todo ha sido muy difícil, pero es importante que el país alce la voz contra este tipo de cosas porque que -como activista- estoy convencido de que mientras esto ocurra, haya una sanción moral y estos mensajes en apoyo a la denuncia sigan ocurriendo, otros locales pensarán dos veces antes de discriminar porque los dueños sabrán que hay gente que sabrá responder ante estas actitudes de odio».
Dueños prometen «formar al personal en materia de DD. HH.»
Los afectados y diversos integrantes la comunidad LGBTI+ protestaron el día sábado en el bar-restaurante “Vera Pizza”, al llegar al local, el propietario se comprometió «a formar a su personal en materia de DDHH para evitar que se repitan estos incidentes».
“Vera Pizza siempre va a estar abierto para todos, y yo personalmente te pido disculpas y lo que quiero es que entremos en una negociación. Vamos a aprender todos de esto”, expresó el dueño del local a Danny Toro.
A lo que Danny respondió que la protesta tenía como objetivo que este tipo de actos no vuelvan a repetirse.
«Eventos como el que pasó ayer no pueden quedarse como algo más que pasó, es por lo que nosotros decidimos venir acá en tono de protesta, de reivindicación, para buscar que actos como los de ayer no vuelvan a pasar», dijo.