El domingo Karlyn estaba fuera de sí. Al parecer, su hijo Mathy*, de apenas 5 años, se había portado mal y con un palo de escoba presuntamente lo golpeó muy fuerte. Tanto, que al día siguiente debió llevarlo de emergencia al Hospital de Bejuma, al occidente de Carabobo, y a un CDI. Regresó a casa con el niño y eso molestó a los vecinos. Estaban seguros que dejarían detenida a la mujer por aquella golpiza, pero no fue así, y decidieron no ser cómplices.
Ya era lunes cuando Karlyn, de 22 años, llevó a Mathy al Hospital Distrital de Bejuma. No lo atendieron porque no había médicos y se fue a un CDI. En ese centro médico pasó desapercibida la coartada de la madre: “el niño se cayó”. Sin embargo, los vecinos del sector Brisas del Paraíso sabían lo que había pasado la noche anterior: Presuntamente a Mathy le lanzaron un palo de escoba que le golpeó su ojo izquierdo, con el mismo palo le habría dado varias veces en el cuerpo hasta dejarle marcas.
Estaban convencidos que los médicos notificarían a las autoridades. Pero cuando ambos regresaron a la vivienda, como si nada hubiese pasado, dieron parte a una comisión de la Policía Municipal de Bejuma que estaba por la zona. Los oficiales constataron que el niño estaba muy golpeado y notificaron a la fiscalía y al Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CMDNNA). Karlyn insistía en que el niño había sufrido una caída. De igual manera, comenzaron las investigaciones.
Mathy, en medio de su inocencia, contó que no se había caído, que había sido su mamá la que lo golpeó porque “se portó mal”. Más tarde, la mujer habría confesado su culpabilidad. Intentaba excusarse en decir que no sabía lo que le pasaba en ese momento, pero ya era tarde: La Policía Municipal la dejó en calidad de detenida por trato cruel a un menor y el caso ya estaba en manos de la fiscalía 22°.
A Mathy lo atendieron muy bien los médicos. Una clínica privada le brindó la colaboración de hacerle todos los estudios médicos para determinar otros daños y la gravedad de la herida en su ojo amoratado e hinchado. El CMDNNA de Bejuma le consiguió ropita y calzado. También le dieron comida. Las funcionarias de la policía encarnaron el rol de madres y hasta se mantuvieron en el centro médico durante toda la madrugada de este martes para cuidar al pequeño Mathy, que no tiene más familia en Bejuma, hasta que llegó su abuela desde Valencia.
De acuerdo con las averiguaciones, Mathy tiene lesiones de vieja data. Se presume que venía siendo maltratado desde hace mucho. Incluso, bajo conocimiento de la pareja de la mujer, una adolescente de 17 años.
El CMDNNA dictó una medida de protección a favor de la abuela materna de Mathy. Junto a su hermano de un año, permanecerán bajo su cuido. Karlyn será presentada ante tribunales este miércoles y, probablemente, termine de pasar su embarazo en un calabozo de la PMB.
*Mathy, nombre ficticio para proteger la verdadera identidad del niño.
Con información del diario El Carabobeño