Funcionarios corruptos de una registraduría regional eligieron a un comerciante cartagenero para robarle su identidad y entregársela al capo de la organización criminal el «Tren de Aragua», Larry Amaury Álvarez Núñez, alias Larry Changa.
La coartada era casi perfecta. Al verdadero Víctor Miguel Moreno Álvarez le notificaron en junio de 2022 que su cédula había sido anulada. Y al capo le expidieron un documento de identidad con solo dos variaciones: le añadieron una R al apellido Álvarez y le cambiaron los últimos dígitos.
‘Larry Changa’ pagaba impuestos
Para no levantar sospecha se percataron de que el verdadero dueño de la cédula no tenía antecedentes y le inscribieron el documento para que votara en la mesa 17 en Villa del Rosario, un turbulento municipio en la frontera con Venezuela.
Incluso, El Tiempo estableció en exclusiva que con su nueva identidad el poderoso criminal sacó RUT ante la Dian y se afilió a la Nueva EPS.
Mientras tanto, las autoridades chilenas le enviaban información a la Policía colombiana para que atraparan al capo que logró ejecutar asesinatos, secuestros, extorsiones y envíos de cargamentos de cocaína antes de esfumarse de Chile.
“Larry Álvarez dirigió operaciones de tráfico de drogas, enviaba remesas a otros países con los dineros obtenidos con el tráfico de cocaína y adquirió una flotilla de carros para cometer delitos en Santiago y en otras ciudades de Chile”, le dijo a El Tiempo un oficial de inteligencia de la Interpol Colombia, organismo que sirvió de puente para mover datos clave del poderoso capo.
Uno de esos carros fue un Kia Morning que fue utilizado para ejecutar un asesinato el 14 de junio de 2021, en Santiago. Otro fue un Nissan Sentra en cuyo interior balearon a un venezolano.
La llamada del escolta
En Colombia, sin embargo, «Larry Changa» cayó en la tentación de comprar un carro de lujo para su uso personal, que sirvió de pista para localizarlo.
Se trata de una Toyota Land Cruiser GRJ7, de 330 millones de millones de pesos, de placas KXP 732. Con el vehículo se movió por las goteras de Bogotá. Además, por Cali, Corozal (Sucre) y San Diego (Cesar).
Así quedó registrado en cámaras de peajes y en fotomultas que muestran que viajaba a alta velocidad.
Y aunque oficiales de inteligencia venían siguiendo la camioneta de lujo, la llamada imprudente de un escolta fue clave para desplegar el operativo de fuerzas especiales que el pasado lunes 1.º de julio permitió ubicar a un criminal calificado de alto valor por Colombia, Venezuela y Chile.
Estos dos últimos están solicitando que el criminal sea enviado para procesarlo, pero ya está claro que no se le va a entregar a Venezuela, donde nació hace 47 años.
El Tiempo investigó y estableció que fue un guardaespaldas el que terminó revelando la identidad colombiana de «Larry Changa».
“En una llamada que estaba siendo interceptada, el escolta le dijo a su interlocutor: ‘Ojo que el patrón se cambió el nombre’, ahora se llama Víctor Miguel Moreno Álvarrez’”, le dijo a El Tiempo uno de los oficiales de inteligencia que participaron en el operativo.
Carnicería y cómplices
Para ese momento, oficiales de la Dijín ya sabían que «Larry Changa» había adquirido un terreno en una exclusiva zona de Circasia (Quindío).
Ya se sabe que estaba levantando una lujosa hacienda desde los cimientos y ahora se indaga si el vendedor de la finca fue presionado para entregársela.
De hecho, también se investiga si el importador de la lujosa Toyota –de apellido Benítez– es uno de los testaferros de «Larry Changa» o un tercero de buena fe.
Además de la hacienda, a la que había bautizado La Primavera, «Larry Changa» estaba a punto de inaugurar una cadena de carnicerías y ya tenía funcionando pizzerías en el Eje Cafetero.
Ahora se indaga si un par de empresarios detrás de esos negocios hacen parte de su cadena de cómplices y de testaferros.
«No voy a ir a prisión»
El Tiempo estableció que en una segunda fase contra el «Tren de Aragua», específicamente contra una célula conocida como «la Casa», liderada por «Larry Changa», se va a ubicar a un grupo de empresarios y de familiares del capo para hallar su narcofortuna.
Autoridades chilenas le entregaron datos a Colombia de un lugar de apuestas en Santiago de Chile conocido como Jockey Club y de una cadena de restaurantes de comida rápida.
Esa información sirvió para establecer que en Colombia había iniciado esos mismos «emprendimientos» para lavar el dinero producto del narcotráfico.
Ahora, las autoridades de Colombia y Chile están en alerta máxima por una frase que el capo lanzó al momento de ser capturado.
“Estuvo a punto de escaparse porque el oficial que lo iba a capturar tuvo una caída. Pero evitó la fuga de «Larry», que iba en chanclas, sudadera y sin camisa. Cuando lo estábamos esposando dijo: ‘No voy a volver a prisión’», señaló un oficial de inteligencia.
Una de sus parejas sentimentales y su hermano mayor, Yormán Álvarez Núñez, llevarían a las autoridades colombianas al resto de la fortuna del capo en Colombia.
Por ahora, permanece en los calabozos de la Dijín con varios anillos de seguridad a su alrededor para evitar su fuga.
En Chile lo están esperando para condenarlo por narcotráfico y para que responda por asesinatos y secuestros. El Tiempo