Darielvis Sarabia, madre del bebé venezolano asesinado por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago el pasado 5 de febrero, fue detenida este viernes por las autoridades del país latinoamericano luego de ser dada de alta.
La detención de la mujer se produjo en simultáneo con los actos fúnebres del niño identificado como Yoelvis Santoyo Sarabia.
«Me encuentro un poco desesperado y preocupado porque estoy pasando un dolor tan grande, resulta ser que mi esposa me llama al mismo momento de estar enterrando a mi hijo, de que le dan de alta y entonces fue detenido por la policía de Trinidad», declaró Yermi Santoyo al periodista Grevic Alvarado.
Santoyo aclaró que desconoce los motivos de la detención de su esposa e hizo un llamado a todos los medios de comunicación para difundir la noticia. «Para mí todo eso fue cuadrado, porque estoy en el funeral de mi hijo, apenas lo voy a enterrar y me llama ella de que la van a dar de alta», sostuvo.
El pasado 7 de febrero el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley insistió que la muerte del bebé venezolano por parte de la Guardia Costera fue un «accidente», luego de alegar que la patrulla fronteriza «intentaba detener una embarcación que se negó a cumplir y actúo de forma agresiva frente a las órdenes legales y razonables».
El hecho ocurrió cuando las autoridades dispararon contra una embarcación que transportaba migrantes venezolanos a Trinidad y Tobago.
«Nuestra patrulla fronteriza intentaba detener una embarcación que se negó a cumplir y actuó de forma agresiva frente a órdenes legales, razonables y profesionales en virtud de los protocolos y la legislación internacional”, dijo en un comunicado difundido en redes sociales.
En este sentido, Rowley consideró que la embarcación podría haber transportado “cargamento de armas, municiones, asesinos o cualquier cosa en movimiento”.
“Hubo un accidente en el que lamentablemente murió un niño pasajero. Fue un accidente. Kamla Persad-Bissessar acusó públicamente a los agentes de la Guardia Costera de asesinato. Según ella, deberían haber permitido que la embarcación evadiera la patrulla fronteriza. Deberían haber sabido que había un bebé en peligro a bordo”, agregó.
“Lamentamos la terrible pérdida de ese inocente bebé, pero qué debemos pensar de la oportunista, desvergonzada y buscadora de atención que está tan desprovista de cualquier atisbo de patriotismo”, finalizó.
La Guardia Costera de Trinidad y Tobago justificó que abrió fuego contra los motores del bote de migrantes porque intentó embestir su embarcación, «y los oficiales temían por sus vidas y actuaban en defensa propia».
«Se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, la bocina del barco, el reflector y las bengalas, para tratar de detener la embarcación sospechosa, sin embargo, la embarcación continuó intentando evadir a TTS Scarborough. De acuerdo con los protocolos estándar, a continuación se emplearon disparos de advertencia delante de la embarcación», señaló el comunicado de la Guardia Costera.
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