“Ella llegó alrededor de las 8:00 a.m, la atendí junto con la doctora, llegó con temperatura alta se le colocó Dipirona, la paciente refirió sólo tener fiebre, le pregunto si no tenía otra cosa y me dijo que no, estaba en compañía de su suegra y otra persona, se le colocó irtopan porque dijo que había vomitado y tenía náuseas. Yo le coloqué compresas y así le bajamos la fiebre para ayudarla y ella se fue normal para su casa», dice una enfermera
El pasado 22 de abril, el Ministerio Público anunció que Robert Terán fue condenado con la pena máxima vigente en nuestro país por la muerte de su pareja Gianelly Pirrongelli, ocurrida en septiembre de 2020 en la población minera de El Callao, estado Bolívar. Las redes sociales son un elemento fundamental en este caso, ya que decenas de organizaciones defensoras de los derechos de la mujer han pedido justicia desde el inicio, para «Gina» y para su bebé de 7 meses que también murió. Inclusive, fue el propio fiscal general, Tarek William Saab quien pidió pena máxima para Terán, días antes de que finalizara el juicio. Pese a la presión mediática, las declaraciones de casi una decena de empleados de la salud que atendieron a Pirrongelli y que rindieron testimonio durante el juicio, revelan algo distinto. El Cooperante tuvo acceso en exclusiva a los testimonios del juicio oral y público que se le siguió a Terán.
En toda historia siempre hay dos versiones y parece que en los sucesos que se desarrollan en el estado Bolívar, esto tiene otro significado. Cabe recordar el femicidio de Ángela Aguirre, la adolescente de 16 años que desapareció en el río Caroní mientras celebraba el cumpleaños de su amigo José Alberto Cedeño.
Tras darse a conocer su fotografía en redes sociales, estas estallaron y el caso ocupó los primeros lugares de tendencia en Twitter durante varias semanas. Dos versiones, dos autopsias, dos fiscales y dos años en prisión, cumplieron cinco de los imputados que siempre alegaron que eran inocentes y fueron liberados tras finalizar el juicio. Hoy dos de ellos, siguen tras las rejas y denuncian que todo se trata de una injusticia impulsada por señalamientos en Twitter. Aseguran que Ángela se ahogó y no fue asesinada.
El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, informó el 28 de septiembre que tras las investigaciones hechas por el Eje de Investigaciones de Homicidios de Bolívar, Terán fue aprendido por ser el responsable de la muerte de Gina de 23 años.
«La víctima se encontraba el séptimo mes de gestación, al reclamarle sobre lo antes señalado fue golpeada y estrangulada por Terán causándole daños físicos, huyendo de la vivienda. Gianelly es ingresada a la clínica Van Prag donde fallecen ella y su bebé debido que nace antes del tiempo producto del maltrato sufrido, manifestando el médico de guardia que se trataba de preclamsia, a consecuencia de los golpes ocasionados, pero la necropsia de ley determinó que la víctima falleció a consecuencia de hipoxia severa debido a insuficiencia respiratoria aguda, producto de asfixia mecánica».
¿Qué dijeron los testigos, todos promovidos por la Fiscalía?
El juicio oral y público contra Terán, inició el pasado 8 de marzo, ante el Tribunal de Juicio especializado en Violencia Contra la Mujer de Tumeremo, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) negó la radicación del caso hacia Caracas.
*El investigador de homicidios Luis Padrino, con cinco años y seis meses de servicio en el Cicpc declaró lo siguiente:
«A las 2:00 p.m. se recibe llamada al Despacho sobre la muerte de una ciudadana en la Clínica Van Praag, luego se apersonaron unos familiares que lo manifestaron; fueron a la Clínica Van Praag y se entrevistaron con el médico y la enfermera; visualizó el cuerpo del cadáver. El 25 de septiembre, entrevistó al papá y a la hermana de la occisa; él entrevistó a la hermana Georgelys quien le comentó lo sucedido meses atrás, el 25 de mayo -cuatro meses antes de la muerte-, la pareja tuvo una pelea doméstica».
Padrino expresó no recordar el contenido de la conversación que ella le mostró de su teléfono. Acto seguido, fue a la población de El Callao a practicar la inspección técnica a la residencia del ciudadano Robert Terán que arrojó todo normal y sin colectar evidencia de interés criminalístico, luego fueron a la Clínica Roscio donde se entrevistaron con el personal quienes manifestaron que se trataba de un embarazo de alto riesgo; la llamada la recibieron del 911 que es la Policía del Estado.
Explicó que junto a José Lara fueron a la morgue porque no se sabía a ciencia cierta la causa de la muerte, y por eso fue que se apertura como averiguación de muerte.
«El cuerpo de la occisa estaba totalmente hinchado, morado; logró apreciar al cuerpo equimosis, petequias; el técnico fue que habló con él; no le observó lesiones, pero las colocó en el acta que suscribió; las equimosis son golpes, mientras que no pudo definir lo que son petequias púrpuras; él presenció la autopsia; estaban ahí el patólogo, el técnico, el auxiliar y Luimha Muñoz; no recuerda si se recabó las historias médicas en este caso».
Y enfatizó: «La hermana de la occisa era la que más estaba enfocada en lo que respecta a la violencia física; la autopsia se realizó después que se entrevistaron al padre y la hermana de la occisa; la hermana es una testigo referencial porque nunca presenció las supuestas violencias físicas».
Padrino reconoció sus firmas en las actas que suscribió, no incautó evidencias de interés criminalístico; solo entrevistó al papá y a la hermana de la occisa; no practicó más actuaciones en este caso.
*La enfermera empleada del Grupo Médico Roscio donde fue atendida Gina, Roberly Valera relató minuciosamente cómo transcurrió ese día 24 de septiembre de 2020 y aseveró que la joven embarazada manifestó tener fiebre e indicó que fue varias veces al centro de salud, ese mismo día.
“Ella llegó alrededor de las 8:00 a.m, la atendí junto con la doctora, llegó con temperatura alta se le colocó Dipirona, la paciente refirió sólo tener fiebre, le pregunto si no tenía otra cosa y me dijo que no, estaba en compañía de su suegra y otra persona, se le colocó irtopan porque dijo que había vomitado y tenía náuseas. Yo le coloqué compresas y así le bajamos la fiebre para ayudarla y ella se fue normal para su casa», explicó ante la audiencia.
«Después, regresó como a las 8:00 p.m., otra vez con fiebre, le colocamos otra vez Dipirona y ahí se optó por quitarle la ropa y le dije para ingresar al baño para que se bañara y yo misma la bañé, y ella me dijo que tenía ganas de vomitar y ahí mismo en el baño le coloqué un Irtopan. Después la acosté, desnuda completa y ahí fue que comenzamos a ayudarla con las compresas».
Valera destacó que tras la segunda atención, Gina salió caminando normal. Pero regresó nuevamente a la 1:00 a.m.
«En la madrugada sí llegó un poco descompensada, entró a la clínica con ayuda de los familiares, es todo».
Preguntas hechas por el Ministerio Público:
– ¿Cuando ella ingresa a la 8:00 a.m. con quién estaba?
– Con su suegra y otra chica.
– ¿Qué fue lo que hicieron cuando ella llega por primera vez?
– Aplicarle los primeros auxilios, bajarle la temperatura.
-¿A esa hora que llegó tú le observaste algún hematoma ella?
– No, ella lo que estaba era enrojecida.
-¿Eso fue a las 8:00 a.m.?
– Si
– ¿Luego ella se retira estable?
– Sí, caminando.
– ¿Cuando regresa en la noche en qué estado llegó?
– Caminando normal, porque como ya era una paciente conocida desde la mañana y uno le pregunto volviste a venir, y allí nuevamente volvimos a cuantificarle la tensión la tensión y la temperatura porque aún tenía fiebre alta, de hecho en ese momento ella tosió y boto un poquito de sangre, no mucha, pero fue un poquito. La doctora dijo que quizá era de tanto toser.
-¿Y se retiró?
– Se retiró caminando.
-¿Y con quién andaba?
– Con su suegra.
– ¿Cuando regresa a la una de la mañana, es cuando se toma la decisión de bañarla?
– Sí, yo misma fui quién entró con ella al baño y la desnudé completita.
– ¿Cuando tú le quitaste la ropa observaste si tenía algún hematoma?
– No.
Preguntas hechas por la defensa:
– Se deja constancia que la defensa privada hace uso de una fotografía y se la muestra a la ciudad a la entrevistada, ¿Esta es la ciudadana que usted atendió?
– Sí, de hecho, esas compresas se las coloque yo.
-¿Cuando usted coloca las compresas, retomando la pregunta del Ministerio Público, usted observó álbum tipo de hematoma cuando la desvistió?
– No.
-¿En la zona del cuello?
– No.
-¿Brazos?
– No, sólo tenía un pinchazo de una aguja que, creo que fue su suegra bueno digo creo porque no recuerdo bien le mandaron a colocar un antibiótico y ella no quiso la paciente y ahí fue cuando fue a la clínica.
– Principalmente, en la parte craneoencefálica de la cabeza usted colocó ahí unas compresas, ¿usted le observó a la señora Gina Pirrongelli, alguna fractura craneoencefálica?
– No, ella nunca refirió que tenía algún tipo de dolor.
-¿Cuando estamos hablando de una fractura craneoencefálica estamos hablando de una herida abierta en algún momento cuando usted colocó la compresa, no vio un hilo de sangre en la cabeza, no observó si tenía una herida?
-No
– ¿Entonces usted estuvo con ella y la señora solo presentaba fiebre y la piel enrojecida?
– Sí, solo presentaba fiebre y la piel enrojecida,
¿En algún momento aparte de las dos personas que observó, llegó a observar a otra persona con la señora Gina?
No, es todo.
Preguntas realizadas por juez
– ¿Cómo explicaría a la sala que siempre estuviste presente en los tres momento que ella ingreso, qué hora era la primera vez ingreso?
– Como las 8 a.m.
– ¿En la segunda?
– 8:30 p.m.
– ¿Y la tercera vez?
– Como a la 1:00 a.m., aproximadamente porque cuando llevan a los pacientes una no está pendiente de la hora
– ¿Cuando tú la bañaste y le colocaste las compresas, observaste en algún momento si se le movía su barriguita?
– Sí, se le movía.
– ¿Claro, porque al tener fiebre y colocarle eso frío comienza a moverse?
– Sí
-¿Me puedes explicar cuál es la asistencia del horario en el laboratorio?
– Los días de semana ahorita trabajan horario corrido, en ese momento, hasta las 12 del mediodía, ahí como que van a almorzar y después abren.
– ¿Si ella llegó a las 8:00 a.m. con esa fiebre alta, ya estaba funcionando el laboratorio? ¿Y porque no le realizaron los exámenes pertinentes?
– Porque ya como que tenía unos exámenes, dónde tenía una infección de orina, y ella ya se había visto con el médico ginecólogo y le había mandado antibiótico.
– ¿Pero era actualizado ese examen?
– No recuerdo.
*Karen Rivas en médico desde el año 2017 y desde 2018, labora en el Grupo Médico Roscio. El 24 de septiembre a las 11:00 a.m. atiende a Gina, quien llegó en compañía de su suegra Marisol Barrios.
«Tenía temperatura de 38 grados y malestar en su cuerpo, se le dio de alta, y la volví a atender a las 8:00 p.m. de ese día, tenía tensión baja, vómitos, fiebre y taquicardia, la tuvieron que bañar para bajarle la fiebre, y como a las 11:00 p.m. ya estaba estable y se le da de alta. A la 1:00 a.m. del día siguiente, ingresó nuevamente a la clínica y su médico tratante ordenó el traslado a Upata».
Gina fue trasladada a Upata a las 5:00 a.m. del 25 de septiembre, la paciente le manifestó que tenía tos seca y fiebre por lo que se le aplicó antibiótico endovenoso y a partir de allí se puso mal; el tratamiento que se le colocó fue Dipirona y Dexametazona, la primera para la fiebre y la segunda por la tos.
«Me comentó que tenía cuatro días con fiebre y tos seca; a las 8:00 p.m. retorna a la clínica con una coloración rojiza y eritema por posible reacción a un medicamento, la hidrataron, colocó Dexametazona que es un antinflamatorio, dificultad respiratoria y tos. La suegra me manifestó que le colocó Unacyn, le dieron ampicilina en jarabe para la tos; mientras que, el médico tratante le ordenó unos exámenes. En tres horas se estabilizó, mejoró de la tensión, y egresó en buenas condiciones y caminando, la temperatura había bajado a 37 grados, cuando llegó la tenía en 42 grados», detalló la galeno. «La segunda vez que la atendí, presenta bloqueo ventricular, shock séptico, reacción inflamatorio generalizada».
Rivas siempre estuvo conversando con la ciudadana Pirrongelli, le dijo que ya sentía mejor, solo le vio en el dorso de la mano izquierda un hematoma, a la 1:00 am, retorna a la Clínica, pero ya estaba inconsciente, tensión baja y nunca recuperó la razón.
«Volví a llamar al médico tratante quien ordenó referirla a Upata, por la infección respiratoria se colocó COVID-19 a descartar, dengue hemorrágico a descartar, se le colocó hidratación y comenzó a convulsionar y se le colocó vitamina K; como de 4:00 a.m. a 5:00 am sale para Upata en un vehículo de Defensa Civil, se trasladó con oxígeno», destacó.
La doctora Karen Rivas aseguró que la joven embarazada no ingresó con signos de violencia física, no presentó rasgos de ahorcadura. Además, señaló que el ginecólogo de Gina se llama Luis Marcano, quien le ordenó prueba de COVID-19 porque presentaba síntomas propios del COVID-19.
«Durante el tiempo que conversamos, nunca manifestó que había sido objeto de violencia física, y en este tipo de casos el médico está en la obligación de notificar a las autoridades policiales; la paciente le indicó que no tenía dolores de parto, la tensión baja puede producir en una mujer embarazada un paro cardíaco; con una fractura lineal del temporal izquierdo la persona tiene que estar inconsciente».
* Médico Cipriano Carvajal con 41 años de graduado, labora en la Clínica Van Praag, como ginecólogo.
«Unos funcionarios de Defensa Civil llegan a la clínica con una paciente inconsciente y convulsionando, consideré que se trataba de una preclamsia convulsiva; se procedió a llamar a una ambulancia para trasladarla, y en ese momento dejó de respirar por un paro respiratorio. Se le informó a los funcionarios de Defensa Civil que la paciente necesitaba de un centro asistencial que contara con una unidad de cuidados intensivos», declaró ante la sala.
Cuando la recibe en la clínica conjuntamente con el médico residente, y por tratarse de un caso urgente procedieron a tratar de quitarle las convulsiones con Sulfato de Magnesio y Diazepan. El residente que estaba con él, era el Dr. Ceballos, él atedió a la paciente llegando el día 25 de septiembre, en ese momento ya el feto no se escuchaba.
«La paciente presentaba una eclampsia convulsiva o lo que es llamado Síndrome de Helt, no se determinó el motivo de la convulsión. Se hizo una historia de observación a la paciente con la indicación de los medicamentos que le suministraron; el médico residente fue quien elaboró el certificado de defunción donde se colocó que fue eclampsia convulsiva».
Bastante ha llovido desde aquel 25 de septiembre de 2020, cuando un caso de femicidio ocurrido en El Callao, estado Bolívar, sacudió a la opinión pública y al país, en medio de la pandemia por la COVID-19. Se trataba de Gianelly Pirrongelli y su bebé de siete meses de gestación, quienes fallecieron presuntamente tras haber sido golpeados hasta la muerte por la pareja de la joven y padre de su otro hijo, Robert Terán. De inmediato, las redes sociales explotaron y convirtieron la etiqueta #JusticiaparaGina en tendencia. Pero, El Cooperante tuvo acceso a las declaraciones inéditas del juicio oral y público sobre el caso, donde médicos y especialistas aseguran que la joven de 23 años no sufrió violencia física antes de fallecer.
Debido a la extensión de los documentos, El Cooperante presenta una segunda entrega de las declaraciones que compartieron más de una decena de testigos durante el proceso llevado a cabo por el Tribunal de Juicio en Materia de Delitos de Violencia Contra la Mujer del estado Bolívar, extensión Tumeremo.
¿Qué dijeron los testigos, todos promovidos por la Fiscalía?
El juicio oral y público contra Terán, inició el pasado 8 de marzo, ante el Tribunal de Juicio especializado en Violencia Contra la Mujer de Tumeremo, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) negó la radicación del caso hacia Caracas.
– Kelvin Ramos, paramédico de Protección Civil de la Población El Callao, manifestó lo siguiente:
“Trasladamos a la ciudadana desde la clínica Roscio de El callao, hasta la clínica Van Praag en Upata presentando lo que nos indicó la doctora un cuadro de preclamsia. De hecho, estaba presentando fiebre con temperaturas muy elevada, estaba convulsionando y le colocamos Diazepam para la convulsiones en el camino. Llegamos a la clínica Van Praag donde la entregamos con signos vitales normales y de ahí nos retiramos, nuevamente a Protección Civil».
Preguntas hechas por el Ministerio Público:
¿Señor Kelvin, cuando usted recibió a la ciudadana para trasladarla la hoy occisa logró observarle en alguno de sus brazos algún hematoma?
– En ese momento era de madrugada, yo estaba al pendiente de ella y de la situación de las convulsiones que estaba presentando y no estaba pendiente si había hematoma.
¿Hubo otra persona que lo acompañaba en el traslado, algún familiar de ella?
– Sí, había otra persona, no recuerdo su nombre, pero si iba un familiar con ella.
¿Qué temperatura de fiebre tenía cuando la llevaron?
– Aproximadamente tenía de 39 a 40 grados de fiebre.
¿Y cuántas veces convulsionó?
– En el transcurso del camino, desde la clínica Roscio de El Callao hasta la clínica Van Praag en Upata aproximadamente cómo 5 veces.
Preguntas hechas por la defensa:
¿En qué tipo de vehículo fue trasladada la ciudadana Gina Pirrongelli?
– En una unidad Toyota de protección civil, en una posición semi acostada porque la unidad no era la adecuada para el traslado.
¿En qué sitio de la unidad iba la ciudadana Gina Pirrongelli?
– En la parte de adelante, en el asiento del copiloto.
¿En estas condiciones que presentó la señora durante traslado en algún momento se pudo haber golpeado?
– No.
¿Usted observó algún tipo de golpe en la cabeza?
– No.
¿Cuando ustedes hacen el cambio, o sea, cómo la llevan de la unidad a una camilla?
– Sí, se hizo una maniobra con una tabla clínica, esa la sacaron de la clínica y una camilla, se le hizo la práctica para que no se golpeara, le pusimos un collarín para que fuera rígida. Luego, la movimos, la acostamos en la tabla clínica y después la pusimos en la camilla.
Cuando usted manifiesta que le coloca un collarín en ese momento que usted observó, o sea, para colocar el collarín tuvo que haber observado el cuello, ¿usted no observó sí la misma presentaba algún tipo de Hematoma comprensivo en la garganta?
– No
¿De qué color era la piel de la paciente?
– Un color normal.
Preguntas hechas por la ciudadana Juez
¿Cuántas veces le suministraste el Diazepam para las convulsiones?
– Las 5 veces que convulsionó en el trayecto desde aquí del callao hasta la clínica Van Praag.
¿Qué dosis le colocaba?
– Una jeringa de 20cc, cada vez que convulsionaba se le pasaban 2cc
¿Y tenía oxígeno?
– Si y le ponía tres galones por minuto.
¿Y el carro tuvo algún inconveniente durante traslado de El Callao a Upata?
– No, no hubo ningún percance.
¿Y qué tiempo se tardaron desde que salieron de la clínica Rocío de El Callao hasta la clínica Van Praag?
– Nos tardamos aproximadamente unas dos horas.
Raulin Farfán, enfermero con ocho años de experiencia, empleado del Grupo Médico Roscio, declaró lo siguiente:
«El día 24 de septiembre ingresa paciente de 23 años de edad, presentando una fiebre de 41 a 42 grados, tensión baja 90-80, entre las 8:00 a 9:00 p.m. La doctora Karen Rivas le indica dipirona y dexametazona, así como compresas de agua, y en vista que no se le bajaba la fiebre se procede a bañarla y darle solución de Ringer con la finalidad de subir las cifras tensionales.
Se logra normalizar los valores de la paciente y se le da de alta. Pero a la 1:00 a.m. ya del día 25 de septiembre, regresa nuevamente la paciente, pero ya inconsciente cargada por unos familiares, las manos se le estaban poniendo duras, se le coloca diazepam. Siempre estuvo con la tensión baja, y la doctora hizo la referencia para el Hospital de Guaiparo; la paciente sale de la Clínica con signos vitales y la tensión baja 90-80, se logró bajar la fiebre.
La paciente llegó en compañía de la señora Marisol Barrios a las 9:00 p.m.; recibí la guardia a las 7:00 a.m., la paciente cuando ingresó estaba temblorosa debido a la fiebre. En la noche, la paciente salió caminando cuando se le dio de alta.
El diazepam es un antiespasmódico para las convulsiones y con eso se logró estabilizar a la paciente. La doctora le entregó a los familiares la referencia y les indicó que tenían que actuar con celeridad para dicho traslado. No le aprecié hematomas a la paciente en su cuerpo, ni signos de violencia física, lesiones o fractura de cráneo.
A las 8:00 p.m., la paciente ingresó nuevamente en regular estado de salud, tenía fiebre alrededor de los 40 grados. Se le normalizó y salió caminando, y a la 1:00 a.m. cuando regresó, aún tenía signos vitales.
La Dra. Karen Rivas estaba concentrada en bajar la fiebre y controlar la tensión con la finalidad de cuidar al bebé, fue la doctora Rivas quien hizo el interrogatorio de rutina a la paciente.
Alexis Ceballos, médico, 28 años de graduado en la Universidad De Oriente (UDO):
«Ese día estaba llegando a la guardia en la Clínica Van Praag, cuando vi a la paciente ya estaba sin signos vitales, a los cinco minutos llegó el personal de la funeraria y procedió a llenar el certificado de defunción. La información para llenar el acta de defunción se la aportó el Dr. Cipriano Carvajal y las enfermeras.
La enfermera de nombre María Mora le informó el estado en que llegó a la clínica la paciente; igualmente la enfermera le indicó que la paciente procedía de la población de El Callao donde presentó episodios de fiebre alta, y que podía ser COVID-19, y como estaba en esa época la pandemia lo colocó también como referencia en el certificado de defunción.
No detallé el cuerpo del cadáver, no dio tiempo porque todo fue muy rápido. Pero, pude ver el informe médico de la Clínica Roscio, donde dejaban constancia que la paciente tenía episodios de fiebre alta, y falleció de paro cardíaco, por eso se pensaba que la paciente podía tener COVID-19.
María Mora, enferma de la Clínica Van Praag:
«Todo sucedió muy rápido, cuando llegó la paciente a la Clínica, fue atendida por el Dr. Cipriano Carvajal, quien es ginecólogo. Se le administró oxígeno y diazepam, seguido de sulfato de magnesio, pero seguía convulsionando. Estaba botando espuma con sangre, posteriormente fallece.
Fui quien recibió a la paciente, y al momento se presenta el Dr. Carvajal y fue quien le ordenó primero la colocación del oxígeno, luego el diazepam y luego el sulfato de magnesio; por el estado en que se encontraba la paciente necesitaba estar en una unidad de cuidados intensivos.
Llegó convulsionando; la paciente expulsaba espuma por la boca, estaba hinchada y convulsionando; no le aprecié lesiones externas, porque estaba concentrada en salvarle la vida. No tenía lesiones en la espalda, tampoco le vi lesiones a la altura de su barriga.
Un feto muerto puede causar la fiebre ya que se convierte en un cuerpo extraño; la preclamsia es el desprendimiento prematuro de la placenta; había que descartar el COVID-19 por la referencia que traía de la Clínica Roscio El Callao, sumado a que presentaba fiebre y dificultad respiratoria.
La paciente falleció ese día como a las 7:30 a.m., el personal de funeraria la colocó en una bolsa negra, no tenía prenda de vestir en la parte superior.
En el tiempo que estuvo la paciente en la clínica, el bebé no se movió. Estaba morada debido a la falta de oxígeno.
El pasado 22 de abril, el Ministerio Público anunció que Robert Terán fue condenado con la pena máxima vigente en nuestro país por la muerte de su pareja Gianelly Pirrongelli, ocurrida en septiembre de 2020 en la población minera de El Callao, estado Bolívar
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