“Cuídame a la bebé, no me dejen morir”

Allegados de la joven embarazada comentaron que en el momento del tiroteo la chica estaba recogiendo la ropa que había lavado y tenía a la bebé sentada en una silla plástica 

En la casa 198-03 del barrio Unión para el progreso estaban los allegados de Tatiana Marrugo Alvarado (18), acompañando el féretro de la joven, lamentando sin cesar el asesinato. A la víctima la describieron como una mujer muy jovial, enamorada de la vida y de su esposo. «No pensé que el destino me la iba a quitar de esta manera. Me mataron a mi hija y casi matan a mi bebé», exclamaba entre llanto Herneida Castro, suegra de Marrugo.

La calle de arena en el municipio San Francisco quedó marcada por la ruta que tomaron los pistoleros en el Mitsubishi gris. Amigos de «Tatu», como la conocen sus allegados, comentaron que la chica estaba recogiendo la ropa que había lavado esa mañana y tenía a la bebé sentada en una silla plástica debajo de un árbol de nim. «Los hombres se acercaron, con el carro de retroceso, abrieron una de las puertas de atrás y comenzaron a disparar, pero no le dieron al Mocho», declaró Castro.

Los disparos se dispersaron en la residencia; uno perforó la hamaca donde dormía su hija de siete meses, otro entró al tanque de agua, alguno rozó a la bebé por la cadera y el más mortal, hirió a Tatiana Marrugo. «Escuché más de diez tiros. Cuando ella cayó al piso le dijo a mi hijo: ‘Cuídame a la bebé, no me dejen morir’ «.

La Policía detuvo el pasado jueves a tres sospechosos, entre ellos a el «Mocho», pero los liberaron el mismo día. Los vecinos comentaron que el «Mocho» se mudó de la zona y nadie sabe hacia dónde escapó. «A Tatu le agradezco por dejarme a mi nieta, un gran tesoro», lamentó Herneida Castro.

 

 

Isamar Cristina Prieto/La Verdad